El avance tecnológico ha dado lugar a la aparición de sistemas automatizados e inteligencias artificiales que realizan tareas que antes eran exclusivas de los seres humanos. Hay muchos sectores y puestos de trabajo que están en el punto de mira de estos avances, ya que pueden sucumbir ante los resultados proporcionados por la inteligencia artificial (IA) y el ahorro de costes que supone.
En este sentido, hay una pregunta que cada vez escucho más a menudo dentro del sector: ¿puede sustituir la inteligencia artificial, con herramientas como Chat GPT, a los asesores financieros?
De inicio, estamos todos de acuerdo en que las inteligencias artificiales no sustituirán nuestra labor como asesores financieros por muchos motivos. Entre ellos, cabe destacar que la formación continua, la gestión emocional del cliente y la experiencia en los momentos de tensión de los mercados son lo mejor que podemos ofrecerles a nuestros clientes.
Ahora bien, si esta misma pregunta se la hacemos a la IA de moda, Chat GPT, nos responde lo siguiente: “Hay varias razones por las cuales un chatbot como Chat GPT nunca podrá reemplazar completamente a un asesor financiero humano:
En primer lugar, la toma de decisiones personalizadas: un asesor financiero puede proporcionar asesoramiento financiero personalizado, teniendo en cuenta la situación financiera individual de cada cliente, sus objetivos y necesidades únicas. Un chatbot, por otro lado, se basa en datos y patrones históricos y no puede proporcionar asesoramiento personalizado a cada individuo.
En segundo lugar, la empatía y el compromiso emocional: los asesores financieros humanos tienen la capacidad de entender y conectar emocionalmente con sus clientes. Pueden entender los temores y ansiedades que pueden tener sobre su situación financiera y trabajar con ellos para abordar esas preocupaciones. Los chatbots no pueden replicar esta conexión emocional y comprensión empática.
En tercer lugar, la resolución de problemas complejos: los asesores financieros tienen la experiencia y el conocimiento para manejar situaciones financieras complejas. Pueden proporcionar soluciones personalizadas y adaptarlas según sea necesario. Un chatbot no tiene la capacidad de abordar problemas financieros complejos que requieren un conocimiento más profundo de las finanzas y de la situación financiera del cliente.
Finalmente, la capacidad de adaptación: los asesores financieros humanos pueden adaptarse a las necesidades cambiantes de sus clientes. Pueden trabajar con ellos en el corto y largo plazo, y proporcionar asesoramiento continuo y actualizar las estrategias financieras a medida que cambian las circunstancias del cliente. Un chatbot no tiene la capacidad de adaptarse a las necesidades cambiantes del cliente.
En resumen, los chatbots como ChatGPT pueden ser útiles para proporcionar información general y respuestas rápidas a preguntas frecuentes, pero no pueden reemplazar completamente la experiencia y el conocimiento de un asesor financiero humano.
“Los asesores financieros humanos tienen habilidades únicas que los chatbots no pueden replicar, como la personalización, la empatía y la capacidad de resolver problemas complejos.” Es la respuesta de Chat GPT a la pregunta ¿Por qué Chat GPT nunca sustituirá a un asesor financiero?
Leyendo detenidamente la respuesta de la IA, la realidad puede darnos algo de vértigo ya que nos damos cuenta de que la tecnología sustituirá las tareas más mundanas de nuestro trabajo y, dada la evolución de la misma, no tardará mucho en ir asumiendo cada vez más tareas debido a sus elevadas capacidades.
Trato personal y gestión de emociones
Debemos poner en valor la calidad de nuestro trabajo, el trato personal, la gestión de las emociones, la experiencia, la profesionalidad y muchas más ventajas que el asesor aporta a los clientes ya que, en lo que al asesoramiento financiero se refiere, no todo se basa en los números.
Una de las virtudes más importantes del asesor es enseñar al cliente que, pese a los vaivenes del mercado, las inversiones tienen un objetivo y que, para llegar a la meta, puede que haya que superar periodos de altibajos. Hay que recordarles permanentemente que no hay que perder el foco en el objetivo final, pese a los sustos que nos puedan dar las carteras.
Como decía anteriormente, la formación continua y diversa en materias como la gestión de las emociones cobrará especial relevancia en los próximos años para aportar un extra en la gestión patrimonial, que cada vez va a ser más especializada, global e influida por la tecnología.
En definitiva, la tecnología estará al servicio de los asesores para poder alcanzar las metas de nuestros clientes de manera mas satisfactoria, pero nuestra labor seguirá siendo la de acompañarlos durante el camino para conseguir lograr los objetivos marcados en el inicio de la planificación financiera. Y es allí donde la tecnología no podrá suplir, al menos de momento, al asesor financiero.
Columna de Enrique Juan De Sentmenat, delegado territorial del Comité de Servicios a Asociados de EFPA España en las Islas Baleares.
Puede leer el artículo en la revista de Funds Society en este enlace.