El crecimiento global sostenido, la lentitud en el aumento de la inflación, las políticas de monetarias de los bancos centrales y la incertidumbre política-económica son algunas de las realidades con las que los gestores tienen que lidiar a la hora de establecer cuál será la política de inversión de sus carteras tras la vuelta del verano.
En principio, los datos certifican el buen crecimiento de la economía mundial, especialmente en la Eurozona –con un crecimiento esperado del 1,9%– y, dentro de ella, España –del 3,1%–. El optimismo parece reinar en la segunda mitad de 2017, aún así desde EDM no pierden de vista la “lentitud con la que la inflación reacciona al aumento del empleo”. Esto ocurre en particular en EE.UU., donde el paro se sitúa por debajo de 5%, a pesar de que su PIB crece al 3%, en el segundo trimestre del año; algo que podría pasar factura al crecimiento global.
En este contexto, los bancos centrales siguen teniendo un dilema: tener que adoptar medidas para retirar los estímulos sin que la inflación haya aún repuntado. Por eso, el mercado y los gestores están atentos a las decisiones que puedan tomar. Por ejemplo, la expectativa de que la Reserva Federal de Estados Unidos retrase o suavice su decisión de endurecimiento monetario, ha provocado un debilitamiento del dólar frente al euro.
Ahora, el mercado espera con impaciencia la publicación de los resultados del tercer trimestre, para constatar con mayor realismo el crecimiento. “En el ámbito de la renta fija se ha registrado una relajación, fruto de la ausencia de noticias frescas por parte de los banqueros centrales reunidos, como cada verano, en Jackson Hole”, señalan desde EDM.
Política de inversión
Todos estos componentes dejan un escenario, en opinión de EDM, difícil a la hora de estructurar las carteras de inversión. “Aunque no hay ahora mismo ningún activo barato, la renta fija encierra mayores riesgos que la renta variable, donde las potenciales compresiones de los múltiplos pueden ser compensadas por el crecimiento de los beneficios”, apuntan desde la gestora.
Parte de su posición se apoya en que el propio Alan Greenspan, antiguo ex presidente de la Fed, ha alertado sobre la burbujea existente en la renta fija de calidad, tanto soberana como corporativa. Sin embargo, es complicado definir si este será o no el detonante de una largamente esperada corrección. “Probablemente, sea el cambio de las políticas monetarias que, habiendo sido ultra laxas, han de ser más restrictivas. Pero no es la primera vez que advertimos sobre dicho riesgo sin que se concrete”, advierte desde EDM.
A esta posible burbuja, se suma como riesgo a tener en cuenta, en opinión de la gestora, la incertidumbre sobre las decisiones de la Presidencia y de las cámaras legislativas norteamericanas. “A pesar de ello, la economía crece de forma robusta, aunque no espectacular”, puntualiza.
Ante este entorno, EDM se muestra con cautela y se reafirma en su posicionamiento estratégico favorable a la inversión en renta variable, aunque advierte que reduce la sobreexposición de los últimos meses.