Los valores tecnológicos continuarán dominando el mercado bursátil estadounidense durante, al menos, la próxima década, pese a la presión regulatoria y a la creciente amenaza que supone la competencia china. Así lo asegura Carolyn Bell, gestora de inversiones en renta variable estadounidense y global en Kames Capital.
En opinión de Bell, las firmas tecnológicas continuarán ganando peso en el S&P 500 gracias a una mayor integración de la tecnología en la vida diaria de los consumidores, que impulsará la demanda de sus productos y servicios. Pese a la posibilidad de que los gobiernos mundiales decidan regular más estrictamente estas empresas, el sector está ahora mismo en plena ebullición y varias de las empresas más conocidas, como Uber (aplicación de vehículos de transporte con conductor), Slack (herramienta de comunicación y colaboración en equipo) o Airbnb (plataforma de alojamientos turísticos entre particulares) se preparan para salir a bolsa en Estados Unidos.
“A largo plazo, el sector tecnológico seguirá siendo el más destacado del mercado bursátil estadounidense y uno de los principales motores del aumento de la productividad en ese país. No anticipamos ningún cambio en ese sentido, sobre todo porque los consumidores siguen tremendamente interesados en la tecnología”, asegura Bell.
En su opinión, Estados Unidos ofrece, con diferencia, el entorno de incubación para empresas tecnológicas más atractivo del mundo. “Hay pocas barreras de entrada para montar una empresa de este tipo y una ruta de crecimiento bien trazada, desde los conocidos como angel investors o business angels–inversores que aportan capital en la etapa inicial del proyecto– hasta la OPV. Además, el porcentaje de estadounidenses que estudian ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas está aumentando, lo que garantiza un flujo constante de talento”, añade Bell.
En 2017, China hizo públicos sus planes para convertirse en el líder mundial en inteligencia artificial, promoviendo el crecimiento de la industria nacional para que supere los 150.000 millones de dólares en 2030. Además, el país ya es líder en algunas áreas de la inteligencia emocional como el reconocimiento facial. Por ejemplo, Ant Financial, una filial del gigante del comercio electrónico Alibaba, utiliza el reconocimiento facial para procesar pagos en las tiendas de Alibaba.
Como señala Bell, “a los inversores les preocupa esta decidida apuesta de China por la inteligencia artificial y las posibles repercusiones para la posición actual de EE. UU. como líder tecnológico mundial. Estamos viviendo esta lucha en tiempo real. El plan chino es audaz y visionario y contempla inversiones en startups chinas de diversos sectores, además de una regulación favorable”.
En este sentido concluye que, aunque los mercados de capitales chinos se han desarrollado muy rápidamente y el país ya domina en ciertas áreas de las finanzas (como en los pagos digitales), “Estados Unidos aún cuenta con la ventaja de que sus mercados de capitales son mucho más abiertos, lo que reduce las barreras para la creación de negocios y mejora los beneficios potenciales del talento emprendedor. Además, la estrategia de salida también es mucho más fácil en allí, ya que no requiere del respaldo del gobierno. Dado el empeño del Partido Comunista por retener el control de la economía, no parece que las cuestiones relativas al mercado de capitales chino vayan a resolverse en un futuro próximo”.