La pandemia ha despertado un gran número de incógnitas en el mundo financiero, que debe hacer frente a cambios vertiginosos en materia política, económica y social. En este contexto, Capital Group recomienda a los inversores mantener la cautela y ser muy selectivos para permanecer atentos a las oportunidades. A su juicio, existen buenos puntos de entrada en el crédito con grado de inversión o la renta variable estadounidense, dos clases de activos que han demostrado ser resistentes en esta crisis sin precedentes.
“El mundo tendrá que vivir con esta pandemia durante al menos un año o dos más. Esto tendrá un impacto a más largo plazo en el comportamiento de consumidores y negocios, que cada vez serán más cautelosos”, afirmó el economista Robert Lind. Durante un webcast celebrado por la gestora para analizar qué pasos dar en este contexto de volatilidad, señaló que otra de las cuestiones a largo plazo a tener en cuenta es la reacción de las autoridades.
En ese sentido, destacó la respuesta significativa que se produjo por parte de los bancos centrales ya en las primeras semanas de la crisis sanitaria: La Fed marcó el camino con bajadas de tipos y medidas de expansión cuantitativa, y fue seguida inmediatamente por el BCE, que anunció también programas de compras de bonos. “Esto asegura la liquidez de empresas y hogares, relajando la peor parte de la recesión”, afirmó.
Para el economista de Capital Group, también ha sido esencial la reacción de los gobiernos de todo el mundo, con Estados Unidos impulsando un paquete de estímulo fiscal que supone el 15% del PIB. Mientras, Europa ha puesto el énfasis en tratar de que los trabajadores se mantengan vinculados a sus empleos, también con medidas que suponen entre el 10% y el 15% del PIB. Así, “tan pronto como la economía comience a reabrirse, podrán regresar”, reveló.
Otro aspecto esencial a destacar es la significativa respuesta coordinada de la Unión Europea, evidenciada con la propuesta del fondo de recuperación. “Muchos temíamos que esto se convirtiera en una crisis existencial, pero las autoridades de la región no solo han respondido con herramientas a nivel nacional, sino también acercando posturas”, celebró Lind.
La última incógnita tiene que ver con el impacto a medio y largo plazo del endeudamiento que vendrá después de la crisis y que impactará en los déficits de los países. El economista no cree que los gobiernos vayan a lanzar programas de austeridad como los de finales de la gran crisis financiera, sino que, “seguramente veamos impuestos especiales para los más ricos de la sociedad”.
Crédito de calidad
El director de inversiones en renta fija de Capital Group, Jeremy Cunningham, coincidió con que los bancos centrales han reaccionado al impacto económico de la pandemia a un nivel nunca visto, evitando una crisis de liquidez. La mayor oferta de bonos soberanos ha sido valorada por el mercado y a ello se suman oportunidades en los mercados de crédito, sobre todo ahora que la Fed ha incluido en sus programas de compras a los “ángeles caídos”.
Pese a que el brote en China incrementó las preocupaciones, a principios de año, ya existían incertidumbres provocadas por factores como las elecciones presidenciales estadounidenses. Por ello, las carteras de renta fija de la gestora estaban posicionadas de forma defensiva, infraponderando el riesgo y sobreponderando efectivo, bonos del Tesoro y crédito de calidad. La ampliación de los spreads se debió al incremento exponencial de emisiones por parte de las compañías que buscaban financiar sus operaciones de cara a un entorno de crecimiento negativo.
“Hemos sido capaces de aprovechar estas nuevas emisiones y de diferenciar entre empresas que mantendrán un perfil de crédito sólido y creíble y aquellas que en recesión no podrán financiar sus operaciones”, afirmó Cunningham, Por ello, ahora la selección crediticia es “clave”, sobre todo cuando el endeudamiento corporativo es una de las mayores preocupaciones. “Esperamos encontrar mucho valor en de forma individual. Por eso realizamos un análisis bottom-up para entender qué compañías mantendrán la calificación de grado de inversión”, reveló. De ahí que, por sectores, sobreponderen servicios públicos y comunicaciones, e infraponderen los más “cíclicos”, como son los minoristas y los restaurantes.
En cuanto a los bonos soberanos, en Capital Group se mantienen constructivos en los mercados emergentes desde un punto de vista de los fundamentales. “Es posible que la recesión inducida por el virus sea más superficial que en los países desarrollados porque hay menos apetito por implementar confinamientos totales”, afirmó Cunningham. Además, considera que muchos países emergentes saldrán reforzados de las reformas estructurales y los estímulos fiscales que ha obligado a implementar la pandemia. Por ello, ve numerosas oportunidades en bonos soberanos denominados en dólares.
Los dividendos, en el punto de mira
Por su parte la directora de inversiones en renta variable, Julie Dickson, hizo hincapié en que ser selectivos es esencial, especialmente en los mercados de acciones. Durante su intervención en la conferencia, aseguró que, en estos momentos, la capacidad de las empresas de mantener sus ingresos y de hacerlo en efectivo para poder pagar dividendos de forma sostenible “es más importante que nunca”. A su juicio, uno de los mayores riesgos en la coyuntura actual es que los inversores pueden verse obligados a adentrarse en terrenos de mayor riesgo para encontrar rentabilidad.
En este contexto, ve atractivo el mercado de renta variable estadounidense, ya que se ha mostrado “especialmente resistente” en plena crisis. Está protagonizado por una brecha evidente entre las compañías que se han beneficiado del entorno con un crecimiento continuado –como el comercio electrónico o los supermercados- y aquellas más expuestas al parón económico –como la hostelería. En el mercado estadounidense, predominan las primeras y, según Dickson, seguirán siendo exitosas tras la crisis debido a los cambios en los hábitos de los consumidores. “Las nuevas tecnologías serán las que darán respuesta a esta transformación de estilos de vida y generarán nuevas oportunidades”, señaló.
Por último, se mostró optimista de cara a la recuperación económica, aunque apuntó que esta adquirirá una forma distinta en cada país. “El ritmo de la recuperación dependerá de las políticas gubernamentales, de cuándo tenga lugar la reapertura de la economía y el grado en el que las empresas consigan resistir”, sentenció.