Desde hace varios meses, el clima empresarial marca una clara mejoría tanto en las economías desarrolladas como en las emergentes. Por este motivo, desde Candriam señalan que esta bonanza proseguirá y, de ser así, el crecimiento rondaría el 2% en la zona euro tanto en 2017 como en 2018.
Según las perspectivas financieras y económicas realizadas por Candriam, la economía mundial ha vuelto a acelerar con claridad, si se tiene en consideración la reactivación del comercio y de la producción industrial. “A ello ha contribuido la disipación del temor a que se produjera una desaceleración brusca de la economía china, pues ello ha dado pie a que se estabilicen los precios de las materias primas”, apuntan de la firma.
En particular, destaca China, donde Candriam considera que se está reequilibrando el crecimiento en favor del consumo privado, pero que aún es un país se requiere de un avance en las reformas estructurales.
“Mejora de políticas sociales para reducir el esfuerzo del ahorro individual de los hogares, mayor crecimiento salarial para mejorar su poder adquisitivo, etc. Aun así, las autoridades se siguen enfrentando a continuos desafíos, ya que tienen que estar buscando constantemente un equilibrio entre desacelerar la expansión del crédito y mantener un crecimiento económico suficiente”, apunta en su última nota informativa sobre perspectivas.
La incógnita de Estados Unidos
La firma también llama la atención sobre Estados Unidos que tras la victoria de Trump, a finales de 2016, había suscitado esperanzas y temores por igual. Según explica la gestora, la perspectiva de importantes bajadas de impuestos y de una reactivación de la inversión en infraestructuras condujo de inmediato a que se dispararan las cotizaciones bursátiles.
“Aun así, no se puede obviar que al margen del proyecto de reforma del sistema sanitario de Obama, adoptado por ahora sólo por la Cámara de Representantes, las demás iniciativas, y en primer término la reforma tributaria, no han avanzado mucho. Y ello pese a que el partido republicano tiene mayoría en el Congreso”, explica Anton Brender, economista jefe de Candriam.
Desde Candriam se plantean si, en caso de no llegar a producirse la prometida reforma tributaria, habrá que preocuparse por un agotamiento de la economía estadounidense. Bernder cree que no, sin embargo la economía seguirá beneficiándose de la recuperación mundial. Además, la estabilización del precio del petróleo favorece la reactivación de la inversión en el sector minero. Por último, el mercado laboral mantiene su dinamismo y cabe prever que la aceleración salarial continúe y apoye el gasto de los hogares.
Firma señala que, ante todo, cabe pensar que pese a las restricciones presupuestarias y políticas, en 2018 se producirá una rebaja tributaria que permitiría acelerar el crecimiento hasta el 2,5% frente al 2% de este año. “En este contexto, cabe prever que la Reserva Federal prosiga su movimiento de normalización de tipos de interés y emprenda la reducción del tamaño de su balance, antes de que el mandato de Janet Yellen llegue a su fin en febrero 2018”, añaden.
La recuperación en la zona euro
El escenario de Estados Unidos contrasta con la zona euro, donde la gestora considera que el crecimiento ha vuelto a despegar con claridad y parece sólido. Florence Pisani, directora de investigación económica de Candriam, subraya que el motor principal de este crecimiento es la demanda interna. Considera que, tras varios años de ajuste, el sector de la construcción residencial se está enderezando. Pese al repunte de la inflación y un ascenso salarial aún escaso, el consumo de los hogares se está beneficiando del mayor dinamismo de la creación de empleo.
Por lo tanto, con la mejora de sus perspectivas de demanda y unas condiciones de crédito favorables, cabe prever que las empresas inviertan más. Ahora bien, Candriam llama la atención sobre el comercio exterior que, según sus previsiones, frenaría levemente el crecimiento. “Si bien es cierto que las exportaciones se están beneficiando de la recuperación mundial, el tipo de cambio del euro no ha dejado de caer y cabe prever que las importaciones crezcan algo más rápido”, explica la gestora.
Por último, el esfuerzo de ajuste de las cuentas públicas sigue siendo en promedio relativamente modesto, por lo que cabe Candriam prevé que el crecimiento alcance el 1,8% en 2017 para acelerar después algo más en 2018 hasta el 2%.
Debido a que la recuperación económica es más robusta, el BCE tiene ahora margen de maniobra para emprender una reorientación de su política. No obstante, según señala Pisani, “el BCE evitará subir de forma brusca los tipos de interés de largo plazo” en un escenario en el que la economía dista del pleno empleo, la inflación subyacente es débil y el crecimiento del crédito aún moderado.
En este sentido, la gestora apunta que si bien el BCE ha contribuido en gran medida a la reactivación de la actividad, ahora los gobiernos tendrán que arrimar el hombro para reducir las divergencias crecientes entre las grandes economías de la zona en materia de evolución del paro y el endeudamiento. “En concreto, si en los próximos años hubiera grandes economías a las que les costara ir reduciendo su deuda pública conforme a los compromisos presupuestarios contraídos, volverían a surgir tensiones entre países, así como en los mercados… Y es que, más allá de la recuperación, hay cambios políticos que necesitan implementarse”, destaca.