Con Japón como uno de los mercados bursátiles con el peor rendimiento este año, Richard Turnill, estratega global de inversión en BlackRock, proporciona una perspectiva actualizada para las acciones en el país del sol naciente.
Según el especialista, el aumento de las presiones deflacionarias generó inquietudes sobre la efectividad de las medidas de estímulo que tomó el Banco de Japón (BoJ), generando una baja de más del 13% del índice TOPIX.
En su opinión, existen motivos para inclinarse hacia Japón a largo plazo, a pesar de que un yen fuerte signifique bajas en las ganancias corporativas japonesas. El análisis de BlackRock sugiere que hay cada vez más actividad en el mercado japonés a corto plazo; las acciones japonesas parecen baratas (13 veces el valor de las ganancias futuras, aproximadamente) si se comparan con su propio historial y con otros mercados; y los balances generales corporativos de Japón, en conjunto, tienen un riesgo financiero bajo.
«Sin embargo, mantenemos una visión neutra del mercado. Consideramos que la política monetaria del primer ministro Shinzo Abe (la primera flecha de su plan económico de “tres flechas”) no es suficiente para estimular la economía y el mercado locales. El Banco de Japón todavía tiene argumentos para subir las expectativas inflacionarias, incluido el aumento de la compra de acciones. Además de más flexibilidad por parte del Banco de Japón, ¿qué necesitamos para adoptar una visión más alcista? A corto plazo, esperamos un estímulo fiscal verosímil que apunte a allanar el camino para las reformas estructurales. A largo plazo, queremos ver un progreso concreto en la reforma laboral y en la reducción de la burocracia para las empresas locales», concluye.