La relocalización de las cadenas de suministro, la independencia energética y la resiliencia macroeconómica serán los principales catalizadores de la inversión temática en 2023, según el último informe publicado por BlackRock. Estas conclusiones han sido elaboradas por el Grupo de Investigación Temática de BlackRock, quien defiende que hay áreas de crecimiento para la inversión temática que están apoyadas por la regulación, los cambios sociales y económicos. Además, mantiene la firme convicción de que la inversión sostenible sigue siendo fundamental para que el mundo alcance sus objetivos netos cero.
Estos catalizadores están presentes en un entorno económico nuevo. “En un mundo en el que la oferta es limitada y la incertidumbre geopolítica es cada vez mayor, continuará la tendencia a relocalizar puestos de trabajo y las empresas se inclinarán por una mayor automatización ante la escasez de mano de obra. La reciente escasez de semiconductores y los riesgos geopolíticos en Asia oriental han puesto de relieve la necesidad de contar con una fabricación nacional de chips semiconductores en particular”, explica la gestora en su informe. Lo cual explica por qué la relocalización de las cadenas de suministro será un impulsor de la inversión temática.
Además, destaca que la guerra en Ucrania ha desplazado la atención de las políticas europeas hacia la producción de energía limpia, la diversificación del suministro energético y la mejora de la eficiencia energética de los edificios y la industria. “La transición hacia una economía con menos emisiones de carbono avanza a distintas velocidades según los sectores. Consideramos que es importante identificar a las empresas con altas emisiones de carbono que se están posicionando para liderar la descarbonización en sus respectivos sectores. Los argumentos a favor de una economía circular son indispensables a la hora de analizar una reducción de las emisiones de CO2. A escala mundial, una economía circular podría evitar emisiones de 3,6 gigatoneladas de CO2 al año en 2050, es decir, casi el 45% de las emisiones de referencia”, apuntan.
Dentro de esta apuesta por la transacción energética, la gestora considera que el agua tendrá un papel fundamental, ya que la construcción de las infraestructuras necesarias que permitan la seguridad alimentaria y de los recursos. En este sentido, el informe de BlackRock afirma que el agua y las infraestructuras hídricas han pasado al primer plano internacional y los responsables políticos orientan cada vez más los presupuestos hacia este tipo de inversiones en infraestructuras.
Por último, el informe de la gestora advierte que ante un entorno de mayor inflación y tipos de interés más elevados, prevén que determinadas temáticas sigan experimentando crecimiento. “La tecnología financiera y la transición hacia los pagos con tarjeta y online recibieron un empujón del COVID-19 y siguen progresando. En nuestra opinión, las fintech tienen una exposición positiva a estas tendencias de crecimiento, lo que puede procurarles mayores ingresos y tasas de crecimiento de los beneficios a pesar de las incertidumbres macroeconómicas más generales. La importancia de invertir en ciberseguridad quedó plasmada en una reciente encuesta y opinamos que se trata de una de las áreas del gasto en tecnología con menos probabilidades de sufrir recortes”, concluye el documento.