Byron R. Wien, vicepresidente de Blackstone Advisory Partners, ha hecho pública su lista de sorpresas para 2014 por vigésimo noveno año consecutivo (empezó en 1986, cuando trabajaba en Morgan Stanley). En esas sorpresas, que abarcan ámbitos como la política, la economía o los mercados, destaca la buena noticia del crecimiento y la apreciación de la divisa en México, pero también pronostica que los bonos del Tesoro a diez años de Estados Unidos alcanzarán una rentabilidad del 4%.
Las llama sorpresas porque son eventos que la media de inversores diría que tienen una posibilidad entre tres de producirse, pero Byron considera que son probables, y con más de un 50% de papeletas.
Éstas son sus 10 sorpresas para 2014:
1. Experimentaremos un mercado dickensiano, con lo peor y lo mejor de todos los tiempos. Según Byron, lo peor vendrá a comienzos de año, debido a que los problemas geopolíticos, tras una euforia extrema, llevarán a una fuerte corrección bursátil de más del 10%. Pero lo mejor vendrá después, con un movimiento hacia nuevos máximos y el S&P 500 ofreciendo un retorno total del 20% a finales de año.
2. La economía estadounidense finalmente saldrá del bache. El crecimiento superará el 3% y la tasa de desempleo evolucionará hacia el 6%. El tapering de la Fed no será un evento negativo.
3. La fuerza de la economía estadounidense relativa a la europea y japonesa permitirá al dólar apreciarse. Cotizará por debajo de 1,25 frente al euro.
4. < >Shinzo Abe será el único líder mundial que entienda que Dick Cheney tenía razón cuando afirmó que los déficits no importan. Continuará con su política de expansión monetaria y fiscal y el Nikkei 225 subirá hasta 18.000 puntos a principios de año, aunque la subida de impuestos, el envejecimiento de la población y la fuerza de trabajo en descenso finalmente empezarán a pasar factura y el mercado sufrirá una corrección del 20% en la segunda mitad del año.
5. El reequilibrio chino de su economía hacia el consumo y la menor dependencia en el gasto en inversiones ralentizará su crecimiento hasta el 6% en 2014. Las acciones de China continental tendrán otro año decepcionante y los líderes insistirán en que su programa es mejor para su país a largo plazo.
6. La inversión en mercados emergentes seguirá siendo “traicionera”. El fuerte liderazgo y las políticas de crecimiento en México y Corea del Sur darán como resultado una significativa apreciación de sus divisas, pero otros países emergentes no podrán seguir esos rendimientos.
7. A pesar de la creciente producción de petróleo en EEUU, el precio del barril West Texas Intermediate superará los 110 dólares. La demanda del mundo en desarrollo continuará superando el reducido consumo en las economías desarrolladas.
8. El creciente estándar de vida y el cambio hacia unas economías más orientadas al consumo en los mercados emergentes provocarán un cambio en la tendencia bajista de las materias primas agrícolas. El maíz subirá hasta 5,25 dólares, el trigo hasta 7,5 y la soja, hasta 16 dólares.
9. La fortaleza de la economía estadounidense, junto a una mayor inflación, provocará una rentabilidad en los bonos del Tesoro a 10 años del 4%. Los tipos de corto plazo seguirán cercanos a cero, pero la subida en las rentabilidades a medio plazo tendrán un impacto negativo en el mercado inmobiliario y un efecto positivo en el dólar.
10. La reforma sanitaria de Obama (The Affordable Care Act) se verá impulsada. Los problemas de acceso informático disminuirán significativamente y los jóvenes empezarán a apuntarse. El rating de aprobación a Obama subirá y en las elecciones de noviembre los demócratas no solo retendrán el control del Senado sino que también ganarán asientos en el Congreso.
Byron defines a “surprise” as an event which the average investor would only assign a one out of three chance of taking place but which Byron believes is “probable,” having a better than 50% likelihood of happening.
Byron started the tradition in 1986 when he was the Chief U.S. Investment Strategist at Morgan Stanley. Byron joined Blackstone in September 2009 as a Senior Advisor to both the firm and its clients in analyzing economic, political, market and social trends.