“Queremos que nuestros productos sean los productos que hagan fácil invertir a la gente, que los compren ahora y los tengan diez años en cartera”. Estas declaraciones son de Andrew Beer, que es miembro director de Dynamic Beta Investments LLC, firma pionera en réplica de hedge funds y socio de iM Global Partner. Beer también es cogestor de las estrategias de la firma, como el SEI Liquid Alternatives Fund, un fondo UCITS cuya gestión está subcontratada a Dynamic Beta. Es un fondo que lleva de forma consistente en el primer percentil de su categoría desde su lanzamiento en 2015.
La visión de Beer va contra la tendencia general en la industria, donde muchos inversores tienen el hábito de comprar y vender hedge funds en periodos de dos años o incluso menos. “El trabajo de un asesor financiero es atraer y retener clientes, y de gestionarlos y ser sus consejeros a lo largo de los ciclos de mercado. Sin embargo, lo que pasa con los hedge funds es que la gente compra el fondo que va bien, entonces empieza a hacerlo mal y se vuelve incómodo porque le dijeron al cliente que lo haría bien, pero que ahora tienen que cambiarlo”, afirma el gestor.
Claves de la estrategia y cómo invertir en ella
El SEI Liquid Alternatives Fund es un fondo réplica de hedge funds: el equipo invierte directamente en los factores básicos que impulsan la rentabilidad de los mayores hedge funds, replicándolos a través de dos cestas. La primera cesta es la multiestrategia y pondera un 60%; está compuesta por los 50 más grandes del mercado. La segunda cesta, con el 40% restante, es de futuros gestionados (CTAs). El objetivo del fondo es ser capaz de capturar en torno a un 75% del retorno de la renta variable, pero con la mitad del riesgo o menos. Es, además, un fondo que ofrece liquidez diaria y que cuenta con una comisión de gestión del 0,9%, sin comisión por performance.
Se trata de un fondo que, en palabras de Beer, “casi nunca ha tenido un año a la baja desde que comenzó”. El año pasado ganó un 4%, mientras que el índice HFRX cedió un -4,41%, el Bloomberg Global Aggregate Bond cayó un 16,3% y el MSCI World, un 18,1%.
Este buen comportamiento se debe a que, mientras que la cesta multiestrategia cedió un 3,3% debido a su correlación con la renta variable (aunque fue compensada con una atribución a sectores más value), la cesta de futuros gestionados ganó un 15,2%.
Explicado de forma sencilla, la labor del equipo consiste en analizar cuáles son las estrategias que aplican los hedge funds que están funcionando mejor y copiarlas de forma barata. Por ejemplo, el gestor explica que consiguieron los buenos resultados del año pasado, replicando tan solo tres operaciones que funcionaron muy bien: largos en petróleo, cortos en treasuries y largos en el dólar.
Para identificar estas operaciones, el equipo gestor se sirve de herramientas estadísticas y modelos de riesgo muy precisos para analizar los retornos que están generando los hedge funds e identificar cuál es su origen y qué riesgos entrañan. En la parte multiestrategia juegan a estrategias largas, cortas, de valor relativo o event driven en renta variable.
En la parte de futuros gestionados, lo que vigilan son los diez grandes contratos de futuros que dominan el mercado: petróleo, oro, bonos del tesoro a dos, diez y treinta años, futuros sobre el S&P 500, mercados emergentes y cruces de divisas con el dólar. “Estos contratos explican cerca del 100% de los retornos previos a comisiones y costes de trading”, indica Beer. El modelo analiza la historia reciente para determinar cuál es la combinación de estos contratos que pueda funcionar mejor en el entorno de mercado a medida que este va evolucionando. En la actualidad, el gestor considera que el mercado está en un periodo de transición; la estrategia mantiene posiciones cortas en treasuries y se han puesto largos en renta variable recientemente.
Otra de las claves del producto son los costes: “Todos los hedge funds que seguimos hacen esto, pero de manera que es caro invertir en ellos, porque tienen muchos costes de trading, tienen comisiones de gestión, comisiones de éxito… si sumas todas, puedes llegar hasta 500 puntos básicos en comisiones al año”, denuncia Beer.
Desde hace cuatro años, existe un vehículo para invertir únicamente en el componente de futuros gestionados que contiene la estrategia de SEI descrita en los párrafos anteriores. La firma lanzó en 2019 en EE.UU. el DBI Managed Futures, un ETF que trata de replicar hasta el 100% del comportamiento de los CTAs que se ha convertido en el más grande del mercado en su categoría, con casi 1.000 millones de activos bajo gestión -frente a los 60 millones que tenía a principios de 2022-; la estrategia ha tenido tanta acogida que se ha creado una versión UCITS del mismo que ha sido lanzada hace apenas dos semanas. Esta versión UCITS es un fondo -no un ETF-, y está registrado en Luxemburgo con el nombre iMGP DBi Managed Futures
La diversificación del futuro
El gestor es consciente de la herencia negativa que dejó para la industria hedge los excesos cometidos antes de 2008, como por ejemplo la estafa piramidal de Bernie Madoff. “Hemos construido un fondo que nunca vaya a tener estos problemas. Se puede consultar diariamente cuáles son nuestras posiciones. Tenemos que asegurarnos de que algo así no va a volver a pasar”.
El otro factor que ha condicionado la evolución de la industria en los últimos 15 años tiene que ver con el propio funcionamiento de los activos: “Todo lo fácil funcionaba. Si tenías una cartera 60/40 de bonos y acciones, no había necesidad de entrar en otro tipo de productos”. Teniendo en cuenta que el pronóstico del experto es que “acciones y bonos van a moverse en tándem en los próximos diez años”, su conclusión es que “realmente es necesario añadir algo que no esté correlacionado con ambos activos”, y bajo su punto de vista los futuros gestionados son el único activo que ofrecen una descorrelación pura: “El private equity está correlacionado con la renta variable, el crédito privado está correlacionado con la renta fija y las infraestructuras están correlacionadas en cierto modo con ambos”.
Finalmente, está la cuestión de cómo ha evolucionado el propio modelo de venta de hedge funds en el mercado offshore: “Muchos de estos productos tienen comisiones muy elevadas, que en cierto modo se han comido gran parte de las rentabilidades. Nuestros productos están pensados para el mundo asesor, para quienes piensan que las comisiones bajas van a ayudar a realzar los retornos con el paso del tiempo y que quieren asignaciones estables en el largo plazo”, explica
“Lo que veo en el mercado offshore en EE.UU. es que está en una fase de transición, en la que todo el mundo con el que hablamos, tiene una combinación de clientes: algunos piensan en el largo plazo y otros prefieren perseguir la idea de inversión más reciente. Creo que lo que están intentando aprender es dónde encajamos dentro de ese contexto, es un proceso de aprendizaje”, concluye Beer.