Ha llegado la hora de la verdad para Reino Unido. Desde las 7 de la mañana, hora británica, el país entero vota en referéndum si quiere permanecer en la Unión Europea o por el contrario decide seguir un camino que corre en dirección contraria. Sea cual sea el resultado, el 23-J va a dejar sus cicatrices. No en vano, muchos inversores ya se han asegurado al tomar posiciones de cobertura (hedging) muy costosas para protegerse en caso de que el resultado sea a favor del Brexit. Además, explica Paras Anand, responsable de renta variable europea en Fidelity International, la incertidumbre que rodea la consulta ya ha lastrado algunos datos económicos a corto plazo.
“Estamos viendo que los proyectos de inversión de las empresas nacionales e internacionales están poniéndose en suspenso a la espera de conocerse el resultado del referéndum y eso está repercutiendo en la economía real. Si gana la opción de la permanencia en la UE, podría producirse una recuperación, pero podría ser más moderada y tal vez menos duradera. Incluso si gana la permanencia, esperamos que se publiquen datos macroeconómicos relativamente malos en torno a esta fecha y dado que un resultado con una victoria ajustada de cualquiera de las dos opciones generará nuevas incertidumbre, es posible que el nerviosismo de los mercados no desaparezca totalmente”, explica.
Tres posibles resultados
El camino hasta ahora ha sido una montaña rusa, tanto en las encuestas como en los mercados y a estas horas sólo una cosa parece cierta: el final va a ser para comerse las uñas. Estos son para Matthew Beesley, responsable de renta variable global de Henderson, los tres escenarios posibles y sus consecuencias:
Escenario 1: voto fuerte y decisivo a favor de la permanencia en la Unión Europea. Conociendo los últimos sondeos de opinión, este es claramente el escenario menos probable. Pero si sucediese, Henderson esperaría ver un rebote considerable de las bolsas, no sólo en el Reino Unido, sino a nivel mundial. También es probable que la libra esterlina recuperara gran parte del terreno perdido desde noviembre de 2015. Desde entonces, la moneda ha pasado de 1,50 dólares por libra a 1,40 en el que cotiza actualmente.
Léon Cornelissen, economista jefe de Robeco, predice que los británicos votarán a favor de permanecer en la Unión Europea, ya que las consecuencias económicas de salir de ella serían muy graves. Según Cornelissen, “una victoria decisiva, por un amplio margen, desterrará la cuestión durante, al menos, una generación, y los mercados y los inversores podrán seguir avanzando. Los británicos pensarán en sus bolsillos a la hora de votar contra el Brexit”.
Escenario 2: La permanencia en la UE gana por un ajustado margen. “Este es un resultado que dejará a los inversores preguntándose: ‘¿Esto se acaba aquí o la cuestión va a ser revisada en un futuro no muy lejano?’ La gente no dejará de preguntarse si la frágil tregua entre el Reino Unido y la UE seguirá afectando a las decisiones de algunas empresas de invertir en el país”, expone Beesley en el blog de Henderson.
“Esta es sin duda una tendencia vista en los últimos seis meses entre las empresas multinacionales con las que las que hablamos: se ha producido una cierta reticencia a invertir. Si la cuestión de la UE no se cierra de manera decisiva, bien podríamos ver a las multinacionales continuar con una actitud tibia sobre sus intenciones de inversión en Reino Unido. Esto será claramente negativo para la economía, negativo para la libra esterlina, y potencialmente para el mercado bursátil del país también”, afirma.
En su análisis, Fidelity también advierte de un alejamiento de las empresas británicas que están centradas en el mercado interno.
MFS coincide en que un resultado como este, lo único que hará es poner el tema del Brexit en ‘stand-by’, es decir, a descansar. A partir de ahí, empiezan a aparecer las consecuencias políticas. “El primer ministro David Cameron podría no sobrevivir a una votación ajustada, ya que el referéndum ha reavivado viejas divisiones en el partido conservador. Por otra parte, los opositores de la UE podrían verse alentados a emprender otra campaña en algún futuro no muy lejano”, afirman Erik Weisman, economista jefe, y Pilar Gomez-Bravo, portfolio manager de renta fija, de MFS.
Escenario 3: Gana el Brexit
Este resultado produciría más preguntas que respuestas a los inversores. De lo que el responsable de renta variable global de Henderson está seguro es de que el proceso de negociación con la UE llevará bastante tiempo. Se ha estado diciendo que el plazo para que esto ocurra es de dos años, pero por supuesto existe la posibilidad de lleve mucho más. “La vieja máxima de lo poco que le gusta a los inversores la incertidumbre, sin duda sonará de verdad tras un resultado a favor de abandonar la Unión Europea”, recuerda Beesley.
Las compañías domésticas con más riesgo obviamente serían las situadas en los sectores cíclicos: los servicios financieros, las constructoras, el sector servicios y el retail, apunta Victoria Higley, portfolio manager institucional de MFS.
Para Erste Asset Management, está claro que los mercados temen el shock negativo para la economía global y los mercados financieros que pueden acarrear un Brexit. La prima por la incertidumbre hace caer el rendimiento de la deuda púbica y amortigua los activos de riesgo. Con un resultado de ‘Bremain’ (permanencia), esta prima se reducirá un poco y respaldará las clases de activos de riesgo a expensas de los bonos gubernamentales”, explica la firma.
¿Qué pasará con la libra?
Ludovic Colin, co gestor del fondo Vontobel Fund Bond Global Aggregate, recuerda que a estas alturas, los mercados están con la expectativa de que Reino Unido va a permanecer en la UE: “Nosotros creemos que en el largo plazo el riesgo es asimétrico, y que el impacto debilitador sobre la libra esterlina sería más fuerte en caso de un Brexit, que fortalecedor en el caso de una votación a favor de permanecer en la UE”.
Y es que la libra es el punto de partida lógico de todo análisis sobre el impacto del Brexit. “Los mercados de divisas, a diferencia de lo que parece ocurrir en otros mercados, han comenzado a descontar el Brexit en la antesala de la votación. Nuestras estimaciones sugieren que la libra esterlina, que ya ha caído entre un 5% y 6% antes de la votación, puede acusar ahora un nuevo descenso de hasta un 12%, así como un repunte de la volatilidad. Cabe destacar, no obstante, que una libra débil no tiene por qué acarrear únicamente consecuencias negativas para el Reino Unido. De hecho, existen muchos factores positivos que deben tenerse en cuenta”, resume Mark Burgess, director de Inversiones y director global de Renta Variable, EMEA, de Columbia Threadneedle Investments.
Para el experto, el debilitamiento de la divisa británica podría contribuir favorablemente al déficit por cuenta corriente del Reino Unido. “Esto puede revestir una importancia primordial si la inversión extranjera directa (IED) flaquea, lo que dejaría un déficit por cuenta corriente imposible de gestionar. Ahora bien, a fin de cubrir completamente el déficit, se requeriría una depreciación de la divisa de grandes proporciones y, a largo plazo, no se prevé́ que la libra esterlina permanezca en cotas tan bajas. Así pues, esto solo representaría un impulso a corto plazo”, añade.
Pero si en algo coinciden los analistas, es que este referéndum va a dar un impulso a los movimientos políticos de corte populista que están emergiendo en Europa. Un efecto que no hay que perder de vista tampoco en las elecciones presidenciales que tendrán lugar en noviembre en Estados Unidos y que “bien puede indicar que los votantes están haciendo lo posible por ir más allá de expresar su descontento para realmente hacer algo al respecto”, escribe en un reciente análisis de mercado Ben Kottler, portfolio manager institucional de MFS.