¿Adelanto electoral, aplazar la salida del Reino Unido de la Unión Europea hasta enero de 2020 o un nuevo referéndum? Las opciones acerca del Brexit siguen abiertas y generando incertidumbre en el mercado, tal y como advierten las gestoras. En un último episodio, el parlamento británico aprobó ayer un proyecto de ley para evitar que el gobierno salga de la Unión Europea sin un acuerdo de transición, anulando la amenaza de Johnson de un Brexit sin acuerdo a finales de octubre.
La resolución de este proceso de salida cuenta ahora con dos nuevas variantes: el partido laborista he decidido no respaldar un adelanto electoral y el Parlamento ha tomado el control para evitar un Brexit extremo, tal y como planteaba el premier británico. Según los analistas de Monex Europe, estos dos sucesos han permitido que la libra se estabilice algo, aunque las previsiones es que siga cayendo hasta acercarse a la paridad con el euro. «Un nuevo giro hacia la no negociación sigue siendo un riesgo real que podría traer serias pérdidas adicionales para la libra esterlina”, apuntan desde Mones Europe.
Tras la sesión de ayer, parece que la posibilidad de un adelanto electoral se complica, aún así Eoin Walsh, fundador y gestor de Twentyfour AM, considera que es una opción con buenas perspectivas. En cambio apunta que «la posibilidad de un Brexit sin acuerdo ha aumentado hasta alrededor del 40%. Eso sí, las probabilidades de cada uno de los resultados posibles cambian a diario”.
En este sentido, desde DBRS apuntan diferentes opciones: “Los escenarios sin acuerdo van desde un Brexit técnico sin acuerdo que cumple con la decisión del referéndum de abandonar la UE, seguido de un acuerdo casi inmediato sobre términos clave de transición; es decir, un Brexit duro temporal. Por otro lado, un largo período plagado de interrupciones con la UE, es decir generando un Brexit duro, tendría consecuencias mucho más negativas, incluido un posible desmantelamiento de la UE. Un resultado más remoto sería una ruptura a través de la unificación de Irlanda del Norte con la República de Irlanda”.
Por su parte, Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum (Natixis IM), considera que el último fracaso del primer ministro británico, Boris Johnson, y la posibilidad de unas nuevas elecciones darán luz sobre algo esencial: quieren o no quieren los británicos salir de la UE. “Podemos esperar una gran incertidumbre y volatilidad si las encuestas muestran la misma volatilidad que antes del referéndum. Porque los inversores saben que esta es una segunda oportunidad.Esto puede ser una fuente de una especie de parada repentina en la actividad económica, ya que nadie hará grandes apuestas en el futuro”, afirma Waechter.
En este mismo sentido, su compañero Esty Dwek, responsable de estrategia de mercados globales de Dynamic Solutions de Natixis Investment Managers, advierte: “Es probable que la incertidumbre persista durante octubre y en las elecciones generales, lo que significa que los inversores probablemente continuarán huyendo de los activos europeos”, explica
Ante este contexto, ¿cómo podrían los inversores prepararse para el impacto que suponga el Brexit? En opinión de Walsh, al igual que muchos eventos macro de este tipo, un Brexit duro, al igual que ocurre con la actual guerra comercial entre Estados Unidos y China, tienen la capacidad de impactar negativamente el crecimiento global.
“Va a ser muy importante equilibrar el riesgo, ya que estos macroeventos se ciernen sobre los mercados y los resultados son impredecibles y potencialmente muy negativos. Probablemente, los inversores desplegarán una táctica que implicará tener en cartera activos libres de riesgo que estén negativamente correlacionados con activos de mayor riesgo, y que tengan una duración suficiente para ser eficaces. Por lo que respecta al riesgo, la calidad crediticia de los activos de crédito debería ser probablemente más alta que nunca, y mantener muy corta la duración de esos activos debería contribuir a mantener baja la volatilidad del ajuste al valor de mercado”, explica el fundador de Twentyfour AM.
Respecto a la libra esterlina y en caso de que no haya acuerdo, los analistas de Monex Europe señalan que, “las pérdidas de la libra esterlina sigue siendo otro 7% respecto de los niveles actuales, según la reciente precio de la libra esterlina en relación con los precios de renta fija y las probabilidades de apuestas. Esto lleva a la libra frente al dólar del 1,12 y del euro frente al dólar justo por debajo de la paridad. Por lo tanto, cualquier escenario que nos acerque a la no negociación hará que la libra alcance estos niveles, dependiendo de las conjeturas del mercado sobre la probabilidad actual de no negociar es de alrededor del 40% al 50%”.
«Un resultado en las encuestas a favor del Brexit probablemente debilite a la libra y por el contrario, la libra se fortalecerá si las encuestas favorecen el quedarse en la unión. El mercado de renta variable va a seguir con el mismo impulso. El punto es que todos sabrán que estas elecciones definitivamente van a concluir con el caso del referéndum. La gran incertidumbre está en el lado del cual caerá la moneda», añade Waechter.
Respecto a la renta variable, Chris Gannatti, director de análisis de WisdomTree, recuerda que la renta variable del Reino Unido se encuentra entre las de mayor rendimiento por dividendos en los mercados desarrollados. «Las acciones de las compañías del Reino Unido representan actualmente la mayor oportunidad de obtener rendimiento por dividendos en los mercados de renta variable del mundo desarrollado, llegando al 5,25%. Esto nos dice dos cosas importantes sobre los inversores de renta variable del Reino Unido: los que están dentro del Reino Unido se han acostumbrado a rendimientos de dividendos muy altos. y los que están fuera del Reino Unido, suponiendo que puedan mirar más allá del Brexit, pueden encontrar que las acciones del Reino Unido sean atractivas para ayudar con sus necesidades de ingresos», apunta.
En opinión de Walsh, a la hora de poner en marcha la selección de emisiones, los inversores deben tener en cuenta el Brexit, por supuesto, pero también considerar la guerra comercial y otros riesgos geopolíticos como parte de una revisión crediticia mucho más amplia.
“Si sintiéramos que un crédito podría verse sometido a una fuerte presión como resultado de una situación macroeconómica, por supuesto que no invertiríamos en él. Por lo que se refiere al Brexit, desde hace ya bastante tiempo se ha incorporado en nuestras calificaciones crediticias el peor de los casos. El mayor impacto negativo se sentirá probablemente en la libra esterlina, donde la paridad tanto con el euro como con el dólar se está acercando cada vez más. Sin embargo, este riesgo se mitiga fácilmente a través de las coberturas de divisas y no tiene por qué ser un riesgo para los inversores”, concluye.
Las entidades también se preparan
Los inversores no son las únicas que deben prepararse para las implicacione del Brexit, sean cuáles sean. Las entidades financieras y gestoras también. De hecho, los proveedores de fondos británicos tienen hasta el 15 de septiembre para presentar la «Brexit licence» en Luxemburgo para poder continuar operando dentro de la jurisdicción del mercado.
Ha sido la propia Comisión de Vigilancia del Sector Financiero (la CSSF, por su siglas en inglés) la que ha advertido que si las entidades no envían esta notificación en tiempo y forma, serán consideradas «entidades de terceros países». Es decir, podrían perder los derechos de pasaporte europeo y ser sancionadas si continúan su actividad en tras un Brexit sin acuerdo.