En lo que va de año, los mercados bursátiles latinoamericanos han atravesado una montaña rusa, condicionados por la volatilidad de las divisas y las tendencias de rotación entre los inversores. Nicholas Cowley, gestor del fondo Global Emerging Markets Equities de Henderson Global Investors, explica los factores que han motivado esta situación y reflexiona sobre dónde se encuentran las oportunidades.
La renta variable brasileña se ha mostrado particularmente volátil: inició el año con una tendencia bajista para luego experimentar un drástico giro en el ánimo de los inversores que se tradujo en el repunte que comenzó en marzo. Nicholas Cowley sopesa las probabilidades de que se produzcan nuevas subidas fomentadas por la «esperanza» de que las elecciones de octubre den paso a un entorno más favorable para el sector privado. Esta situación podría producirse en forma de un cambio en la presidencia —las encuestas muestran un aumento de la popularidad de la oposición— o bien por medio de un incremento de la presión que lleve a la actual presidenta, Dilma Rousseff, a cambiar su postura. Aunque a estas alturas resulta difícil predecir cuáles serán los resultados de las próximas elecciones, las encuestas han servido como estímulo para los mercados bursátiles, especialmente en el caso de compañías como Petrobras, que anteriormente ya se beneficiaron de cambios en la política gubernamental. Algo similar ocurrió recientemente en la India, donde los mercados experimentaron un repunte antes de las elecciones. El equipo de mercados emergentes internacionales de Henderson ha incrementado su exposición al mercado brasileño durante los últimos meses.
Por su parte, México ha recorrido un trayecto ligeramente menos volátil, en el que las tendencias de los beneficios han seguido la decepcionante línea trazada el año pasado. No obstante, se han realizado progresos en la esfera política que han apoyado el argumento de crecimiento a largo plazo, y Nicholas Cowley espera que el aumento del gasto público sea un apoyo a corto plazo. En cuanto a otros países, la devaluación de las monedas de Argentina y Venezuela ha preocupado a los inversores, y con razón.
En términos generales, la confianza en la renta variable latinoamericana ha ido mejorando a partir de un punto bajo, y Nicholas Cowley opina que esta tendencia puede tener continuidad. Asimismo, apuesta por empresas capaces de crecer a largo plazo como resultado de que los niveles de adopción de productos y servicios se aproximen a los de los mercados desarrollados.
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