Las últimas encuestas sobre la intención de voto en las elecciones que se celebrarán en Brasil este octubre señalan que los brasileños aún no tienen decidido a qué candidato apoyarán. Los escándalos por corrupción y la decisión judicial final sobre la candidatura del ex presidente Lula da Silva podrían cambiar el sentimiento de los votantes.
La volatilidad del voto también se traduce en volatilidad para mercado, que ya descuenta algo de turbulencias de aquí a las elecciones. Según las últimas encuestas, en la carrera para ocupar el Palácio do Planalto, Lula da Silva ha aumentado su ventaja. Sin embargo, desde el departamento de análisis de ING Bank, señalan que “el mayor cambio en el sentimiento del mercado local hacia las elecciones brasileñas durante el último mes ha sido una evaluación más constructiva sobre la capacidad del candidato del establishment, Geraldo Alckmin, para ganar”.
A su favor, Alckmin, tiene el haber logrado un amplía red de alianzas con los distintos partidos, lo que proyectaría un gobierno de estabilidad y tranquilizaría a los mercados, que tienen miedo de que se produzca un devaluación de la economía del país y arrastre con ello a toda la región.
“Los inversores esperan que Alckmin mejore considerablemente sus resultados en las encuestas a lo largo de septiembre, cuando arranque la campaña electoral y aumente su presencia en los medios de comunicación. La televisión sigue siendo la forma más importante de llegar al electorado en Brasil, a pesar del aumento que han supuesto las redes sociales. Estamos de acuerdo en que una mayor presencia dará a Alckmin mas posibilidades de pasar a la segunda ronda, pero no será suficiente para lograr una victoria”, señala el informe de ING Bank sobre las elecciones.
El punto débil de este candidato es a su vez que la alianza con los partidos se convierta en un freno, dado el desencanto que viven los brasileños con la clase política del país. “Como ya ocurrió este año en Colombia y México, el sentimiento anti establishment ha tenido un peso importante en los resultados electorales, frente a los discursos habituales que movilizan el voto”, matiza la entidad financiera en su análisis.
El otro elemento importante en estas elecciones es la candidatura de Lula da Silva por el Partido dos Trabalhadores (PT), pese a estar en la cárcel. Según ING Bank, “el consenso local es que la posibilidad de que los tribunales le permitan postularse como candidato es muy pequeña”, algo que no se sabrá con seguridad hasta finales de este mes o mediados de septiembre.
Con este contexto político de fondo, ING Bank considera que “es probable que las encuestas sean los principales motores nacionales para los activos locales en el futuro”. Y por ahora, según el sondeo realizado por la firma brasileña MDA, las encuestan sitúan a los candidatos en este orden: el ultraderechista Jair Bolsonaro (18,3 %), la ecologista Marina Silva (5,6 %), el socialdemócrata Geraldo Alckmin (4,9 %), el laborista Ciro Gomes (4,1 %) y el liberal Álvaro Dias (2,7 %).