Las denuncias de corrupción contra el presidente de Brasil podrían tener implicaciones para la recuperación económica del país carioca y podrían alterar las perspectivas para las elecciones presidenciales de 2018.
En el último giro de la saga de corrupción brasileña, se ha informado de que el presidente Temer habría participado en un esquema de encubrimiento con el ex presidente de la Cámara Baja del Congreso, Eduardo Cunha, sin embargo, Temer ya ha informado que no va a renunciar, abriendo al puerta a que la Suprema Corte Electoral (TSE) lo retire del cargo.
De acuerdo con Craig Botham, economista de mercados emergentes de Schroders, Brasil se ha hundido en aguas muy turbulentas y sus consecuencias podrían ser amplias. Las reformas de las pensiones y del mercado de trabajo podrían estar amenazadas.
«El presidente Temer ya estaba en un promedio de aprobación de 10% y estas acusaciones debilitan su posición más. Un reflejo de estas preocupaciones ya se ha visto en los mercados de renta variable, donde un fondo negociado en bolsa brasileño (ETF) vendió un 8% de la noche a la mañana» menciona Botham quién también está preocupado sobre como la recuperación de Brasil luego del cambio de presidente se puede ver afectada por estas alegaciones. «La desinflación y el margen para la flexibilización del banco central deberían verse menos afectados. Sin embargo, parece probable una importante debilidad de la moneda, lo que puede provocar una cierta revaluación de las expectativas».
En su opinión, «el banco central tendrá que sopesar la probable debilidad de la actividad que enfrenta la economía si las reformas no se llevan a cabo y Temer es expulsado o pasa el resto de su mandato luchando por sobrevivir».
De cara a las siguientes elecciones presidenciales de 2018 (o posiblemente 2017), a Schroders le preocupa que pueda regresar el expresidente Lula, a quien las encuestas todavía colocan como uno de los candidatos más favorecidos. Además, sus políticas y políticas son muy diferentes a las del presidente Temer. «Parece totalmente plausible que los brasileños decidan que si todos los políticos son corruptos, también pueden elegir uno que no imponga también reformas dolorosas y austeridad. Temer mismo ya se había comprometido a no buscar la reelección, aunque esa elección parece totalmente fuera de sus manos en este momento» comenta Botham. Otro posible candidato es el alcalde de Sao Paolo y recién llegado a la política, Joao Doria.
Por su parte, el equipo de analistas de JPMorgan, que coincide con Botham en la mayoría de los puntos, tiene «dudas sobre los posibles candidatos en una eventual elección indirecta, pero al principio estaría abierta para cualquier brasileño. Los posibles nombres probablemente sólo se conocerán cuando haya más visibilidad sobre el destino de Temer». Pero en general están convencidos de que la situación actual de Brasil es más sólida que en el pasado y que sus fundamentales harán que «el efecto de este acontecimiento político en los mercados podría ser menos negativo que en el pasado».