“Tras el desplome de las acciones y las divisas, el tercer trimestre ha sido uno de los más difíciles que recuerdo para Asia y Latinoamérica. Sin embargo, los mercados pueden cambiar rápidamente, y desde el equipo de Invesco Internacional y Crecimiento Global creemos que la caída de las valoraciones han hecho estos mercados más atractivos para los inversores a largo plazo de lo que eran hace apenas tres meses”, explica Mark Jason, senior portfolio manager, en el blog de la firma.
En lo que respecta a Brasil, Invesco estima que las políticas económicas puestas en marcha por la presidenta Dilma Rouseff han sido un factor decisivo de desestabilización de la economía brasileña desde su llegada al poder. Sus equivocadas políticas expansivas, de corte populista, han llevado al país a una recesión más profunda de lo esperada, donde el gasto fiscal se sitúa en el centro de sus problemas. El débil crecimiento industrial y el gasto de los consumidores han reducido los ingresos fiscales necesarios para equilibrar las cuentas del país, explica.
Sin embargo, Invesco ha detectado un cambio y sus analistas creen ahora que Rousseff está tratando de adoptar mejores decisiones de política. “En nuestra opinión, ha nombrado un ministro de Finanzas favorable al mercado cuya atención está puesta en la austeridad fiscal, aunque uno de sus mayores obstáculos parece ser de corte político, puesto que con el índice de aprobación cayendo a cifras de un solo dígito, carece de la influencia política necesaria para sacar adelante las reformas que necesita el país. Su popularidad y su capacidad para gobernar son tan bajas que muchos han pedido su destitución. Hoy por hoy, los intentos de Rousseff de aprobar un paquete fiscal significativo han sido, en gran medida, inútiles”, apunta Jason.
En este contexto de caos político y el débil entorno económico, la deuda soberana de Brasil ha sido degradada a la categoría de bono basura.
La moneda brasileña, el real, parece estar en un estado de caída libre en medio de un contexto macro que empeora cada día. El real se depreció un 27% en el tercer trimestre, y la inflación está ahora en máximos. “Esperamos que el PIB se recupere, pero es probable que la recesión se extienda un año más”, afirma el portfolio manager de Invesco.
“Nosotros seguimos centrados en la calidad y esto nos da la convicción eneste tipo de entornos. Existe el riesgo, pero en Invesco lo evaluamos a diario. Actualmente, dada nuestra creencia de que las valoraciones reflejan la debilidad de la economía de Brasil, estamos contentos con la ponderación y las posiciones que tenemos en nuestras carteras”, dice Jason.