En el último informe mensual de Credit Suisse, Sylvio Castro, director de inversiones en Credit Suisse Hedging-Griffo (filial del banco suizo en Brasil), comenta sobre la falta de confianza de empresas y consumidores en la economía brasileña, lo que dificulta que la actividad pueda repuntar en el corto plazo.
«La economía brasileña está experimentando un dinamismo excepcionalmente pobre. La inflación sigue muy por encima del objetivo del 4,5% marcado por el banco central, y el reajuste de las cuentas públicas está resultando un proceso mucho más complicado de lo que se preveía inicialmente. La falta de inversión en inmovilizado, la escasa formación de la masa de trabajadores y la crisis política son algunos de los desafíos más importantes. De hecho, la confianza de empresas y consumidores han mermado drásticamente, lo que hace improbable que la actividad pueda repuntar significativamente a corto plazo», apunta Castro.
Las reformas son esenciales para liberar el potencial
El gobierno podría embarcarse en un audaz programa de reformas estructurales que diera lugar a una mejoría de las perspectivas presupuestarias, con la posibilidad de dar un vuelco al actual pesimismo e impulsar la inversión. Entre las diversas reformas que el país necesita urgentemente, la más acuciante es la reforma de las pensiones. Las pensiones consumen en la actualidad el 12% del PIB de Brasil, a pesar de que menos del 8% de la población es mayor de 65 años. Sin embargo, las propuestas de reforma en este ámbito presentan multitud de dificultades, dado su controvertido carácter y la complicada situación política actual. También se precisan otras reformas, de tipo fiscal, laborar y judicial, que podrían infundir dinamismo en la economía y ayudar a las industrias locales.
El debilitamiento monetario ayuda
Puesto que las grandes reformas estructurales son una realidad distante, más a corto plazo, el tipo de cambio ha servido para mitigar en parte el debilitamiento de la economía brasileña. De hecho, la depreciación del real brasileño que se viene observando en los últimos trimestres ha posibilitado ya una cierta mejoría en la balanza comercial de Brasil. No obstante, esta mejoría del sector externo resulta insuficiente para dar un vuelco a la negativa situación de la economía interna.
A pesar del mal rendimiento, las acciones no resultan atractivas
En esta situación, las acciones brasileñas parecen abocadas a seguir ofreciendo rentabilidades comparativamente escasas. El escaso dinamismo económico, los bajos precios de las materias primas, los niveles muy reducidos de márgenes y de rentabilidad de los recursos propios, y las valoraciones no muy alejadas de los promedios a largo plazo hacen que las acciones brasileñas no resulten particularmente atractivas, a pesar de que en los últimos años ha registrado rendimientos comparativamente bajos.