Columbia Threadneedle está convencida de que 2018 se convertirá en un año memorable para América Latina, pese a que la región enfrenta un calendario completo de eventos políticos con elecciones generales en México en julio y elecciones presidenciales en Brasil que tendrán lugar en octubre.
Brasil, la mayor economía de la región, registró un crecimiento del PIB en 2017 después de dos años consecutivos de recesión, y se espera que continúe un impulso económico positivo adicional, incluidas unos bajos tipos de interés y de inflación, durante los próximos 12 meses.
“En 2018, Brasil continuará la recuperación económica mientras la agenda política sigue muy ocupada. El gobierno del presidente Michel Temer logró implementar varias reformas audaces, como el proyecto de ley de límites al gasto y la reforma laboral, con el objetivo de estabilizar la balanza fiscal del país”, explica Ilan Furman, portfolio manager de renta variable global de mercados emergentes.
Además, añade, desde la destitución de la ex presidente Dilma Rousseff, las empresas estatales están mejorando las prácticas de gobierno corporativo y asignación de capital.
Lo que parece claro es que las elecciones generales de octubre probablemente generen volatilidad a corto plazo. La lista final de candidatos aún no está clara y la clase política de Brasil está llena de investigaciones sobre corrupción, por lo que es demasiado pronto para señalar a un candidato líder claro.
“Teniendo en cuenta el alto nivel de incertidumbre política, por un lado, y el escenario económico positivo, por otro, los inversores deben centrarse en los fundamentos de las empresas y los factores operativos”, cree Ilan Furman.
Dada la combinación de crecimiento del PIB, tasas bajas y baja inflación, las perspectivas son positivas y las empresas brasileñas pueden beneficiarse de esto y de otros factores, como menores costes de financiación.
“En consecuencia, este escenario económico respada las compañías en diversos sectores, incluidos el de consumo, la industria, las carreteras de peaje y los servicios públicos”, concluye el gestor de Columbia Threadneedle.