Según los analistas, el coronavirus dejará en los mercados internacionales un aumento de la deuda pública que va en consonancia con cómo se está gestionando el impacto económico de la pandemia. Scope Ratings ha reducido su previsión de crecimiento mundial para 2020 a cerca de -4,5%, la mayor contracción de la era de posguerra, seguida de una recuperación del 5,8% en 2021. En un caso de tensión, la economía mundial podría contraerse un 7,3%, con sólo una leve recuperación del 3,7% en 2021.
Las proyecciones de referencia de Scope prevén un nuevo aumento de las infecciones por COVID-19 en la segunda mitad de 2020 en las economías desarrolladas, situación que es «manejable» en la mayoría de esos países. Según su valoración, la renovada transmisión del virus no detiene la recuperación económica, sino que la obliga a seguir una trayectoria más gradual y desigual. En su opinión, solo se verá una segunda ronda selectiva de restricciones económicas; más intensiva en países como los Estados Unidos o el Reino Unido. Este escenario es similar a una recuperación mundial en forma de logo de Nike, con una pendiente de recuperación que se desacelera tras la rápida recuperación de la actividad de los últimos meses.
«Las implicaciones de esta crisis en términos más amplios para el riesgo soberano se vinculan significativamente a la activación de las respuestas de política monetaria y fiscal. Esto eleva los ratios de deuda a largo plazo, podría aumentar el riesgo de impago y debilitar los balances de los gobiernos. El aumento del desempleo, los índices de préstamos improductivos y los casos de impago del sector privado debilitan la capacidad de recuperación del sector privado y bancario, especialmente en un escenario estresado», explica Giacomo Barisone, jefe de calificaciones soberanas de Scope Ratings.
Sin embargo, en su opinión, las acciones de los bancos centrales siguen transfiriendo una parte significativa de la nueva deuda pública a las autoridades monetarias aliviando, por lo menos momentáneamente, la escalada del riesgo de liquidez o solvencia soberana desde el punto de vista de los acreedores del sector privado. «El debilitamiento de los ratios de cobertura y la inestabilidad de las divisas son riesgos adicionales para los emisores de los mercados emergentes», añade.
En el escenario económico de referencia de Scope Rating, la economía de la zona euro se contrae bruscamente, en un 9,1% en 2020, encabezada por profundas recesiones en España (-12,5%), Francia (-11,0%) e Italia (-10,0%), con un descenso de crecimiento más moderado en Alemania (-5,5%). De las cuatro mayores economías de la zona euro, las recuperaciones previstas para 2021 oscilan entre el 3,2% de Alemania y el 7,5% de Italia. En el caso concreto de España, “en nuestro escenario base, asumimos una recuperación gradual y el levantamiento de las medidas de confinamiento, esperamos una contracción del -12,5% del PIB en 2020, seguida de un rebote de alrededor del 6% en 2021. Con hipótesis más adversas, incluida la posibilidad de una segunda ola de contagio en otoño y la reintroducción de las medidas de confinamiento, la contracción podría aumentar hasta el 17% este año, seguida de una recuperación mucho más lenta. Esta es una de las peores perspectivas que tenemos entre los ratings soberanos europeos”, indica Alvise Lennkh, analista principal para el rating soberano de España de Scope.
El Reino Unido, Estados Unidos y Japón también experimentan importantes contracciones de la actividad en 2020 (-10,4%, -7,5% y -6,0%, respectivamente), con recuperaciones del 8,8%, 6,0% y 3,0% en 2021. China experimenta su crecimiento económico más débil desde 1976, de sólo un 1,3% en 2020, mientras que las economías de Rusia y Turquía se contraen en -6,8% y -4,2% respectivamente.
Para la firma, un escenario estresado vendría condicionado por una segunda ola de contagios por coronavirus y restricciones en la actividad económica no esencial en Europa y Estados Unidos para el tercer o cuarto trimestre de 2020, lo que obligaría a los países a reimponer cierres totales o parciales altamente desestabilizadores. Esto conduciría a una contracción económica de doble caída que implica debilidad económica prolongada hasta 2021. Este caso de tensión es similar a una recuperación en forma de W. En este escenario observaríamos una contracción del crecimiento mundial del -7,3%, mientras que la zona euro experimentaría una disminución del crecimiento del -12,7% y del -12% en Estados Unidos. China, por su parte, experimentaría un crecimiento casi nulo. En el escenario estresado, la recuperación económica de 2021 sería más moderada.
«Sin embargo, existen riesgos, tanto al alza como a la baja, en el escenario base de Scope. Una recuperación de la demanda acumulada más sólida de lo previsto, respaldada por un estímulo fiscal y monetario extraordinario y/o un PIB del segundo trimestre de 2020 mejor de lo que se había esperado, podría presentar un potencial de crecimiento al alza. Por el contrario, los riesgos de crecimiento a la baja incluyen aquellos que se encuentran bajo el caso de tensión o cualquier reversión en los mercados mundiales de activos sobrevalorados, la materialización de los riesgos de la deuda corporativa o la intensificación de las tensiones del comercio mundial», concluye Barisone.