Incrementar el peso de los bonos corporativos, reduciendo los activos alternativos, y apostar por la salida de renta variable española en favor de la estadounidense, así como aprovechar la fuerte posición en liquidez para comprar renta fija y libras. Estas son algunas de las claves de la actual estrategia de mercados Diaphanum.
En un encuentro telemático con periodistas, la entidad también ha subrayado que están estudiando dar mayor peso a empresas de calidad estadounidenses, cambiar parte de la asignación geográfica por sectorial e introducir los denominados bonos catástrofe. El cupón y devolución del principal de estos productos, 100% colateralizados, depende de que no ocurra un desastre natural de una tipología y magnitud concretas y predefinidas.
Además, la introducción de bonos corporativos de alta calidad y high yield es, según la entidad, una “oportunidad histrórica”. Puesto que el incremento de diferenciales de crédito se ha producido por falta de liquidez, debido a ventas forzadas y no a un deterioro extremo de los fundamentales de las compañías, pasa a sobreponderar la gestión activa, en un entorno de recesión o menor crecimiento donde puede haber oportunidades en distintos sectores y compañías diferentes.
“El ciclo ha cambiado y las tesis de inversión pre-coronavirus en muchos sectores ya no son válidas. Preferimos invertir en aquellos sectores que, o bien se ven menos afectados por la crisis o su capacidad de recuperación puede ser mayor (salud y consumo no cíclico)”, asegura Miguel Ángel García, director de Inversiones de Diaphanum.
Recuperación más dinámica en EE.UU.
En lo referente al impacto del COVID-19, desde Diaphanum apuntan a que, una vez se haya superado la peor parte de la crisis sanitaria, EE.UU. experimentará una recuperación más dinámica dada su elevada flexibilidad, aunque que se hayan han destruido más de 30 millones de empleos. En Europa, por otro lado, prevén una recuperación más lenta, pese a las políticas de mantenimiento del empleo.
No obstante, en el caso concreto de España, al tener una exposición cercana al 25% en ramas de actividad muy afectadas por el confinamiento como la hostelería, restauración, ocio, comercio y transporte, cabe esperar una recuperación más lenta, con un impacto significativo sobre el mercado de trabajo. Además, a esto se suma el parón de fábricas y la caída de la demanda que afecta de lleno al sector de la automoción, que representa más del 10% del PIB nacional.
Asimismo, la entidad advierte de que el impacto será diferente en función de los sectores y las áreas geográficas: transporte, ocio, comercio minorista y el turismo serán sectores que tardarán más en recuperarse, frente a la tecnología y farmacéuticas que saldrán reforzadas.
Del mismo modo, influirá la fortaleza de los balances ya que las empresas de calidad con balances más saneados y mayor estabilidad de ingresos se verán menos afectadas. Por último, destacan que el impacto será divergente según geografías: “España e Italia serán más castigadas por su mayor debilidad financiera y exposición a sectores más afectados”, asegura Diaphanum.