¿De qué manera se gestiona una cartera de crédito global en medio de la actual incertidumbre, tras la pandemia, con dos guerras y mucha tensión geopolítica? April LaRusse, especialista de productos de Renta Fija en Insight Investment, habló en la reciente Conferencia Europea de Inversión 2024 de BNY Mellon sobre su visión macroeconómica y las oportunidades que ofrece la actual volatilidad para una gestión activa.
“Un primer punto a destacar es que, en contra de las expectativas, las cosas definitivamente han salido mejor de lo que pensábamos el año pasado en la economía mundial”, señaló LaRusse. “Si alguien llegara desde el espacio y le dijeran que hemos tenido una inflación de dos dígitos recientemente y que los tipos de interés han subido casi 500 puntos básicos en la mayoría de los países, habría esperado que la economía estuviera en muy mala forma. Ciertamente esperaría que el desempleo fuera bastante más alto de lo que es ahora”.
Pero mientras haya algún tipo de crecimiento en términos nominales, las empresas normalmente pueden conseguir suficiente efectivo para pagar un cupón, añadió. “Así, que sin ser fabuloso, el crecimiento tampoco se está desmoronando, lo que es un poco desconcertante, incluso para los propios bancos centrales”.
Respecto de los tipos de interés, LaRusse consideró que por fin el mercado está siendo realista, ya que los recortes tan grandes esperados en el último trimestre de 2023 eran “una locura” teniendo en cuenta que el crecimiento económico es bastante aceptable. Las actuales perspectivas en cambio son más sensatas, los recortes de tipos se producirán en la segunda mitad del año y la experta no descarta que el BCE actúe antes que la Fed.
Geopolítica y elecciones
Una región clave a tener en cuenta este año es Asia. Por una parte, China no está creciendo tan rápido como antes, entre otras cosas porque el estilo del actual Gobierno tiende a abordar los problemas de manera gradual. Pero en última instancia, China tiene una especie de deflación que debería ser útil para el resto del mundo, señaló LaRusse. Y Japón está pasando a su vez por un momento muy interesante, en el que tras dos décadas parece que conseguirán tipos de interés por encima de cero y el mercado de valores “está vivo por primera vez en mucho tiempo”.
Otro factor clave serán los procesos electorales, sobre todo los comicios en Estados Unidos y la perspectiva de una nueva victoria de Donald Trump. Es posible que con su regreso a la Casa Blanca haya una mayor actividad terrorista, lo que tendría efectos inflacionarios. Trump tampoco “está particularmente interesado en el cambio climático ni le gusta ser miembro de grupos, como por ejemplo la OTAN. Así que el potencial de disrupción es elevado”. Pero, recordó la experta, “cuando fue elegido la última vez, los mercados subieron. No les disgustaba, y en realidad los años electorales tienden a ser positivos para los mercados”.
Por otra parte, teniendo en cuenta la historia –agregó- los acontecimientos geopolíticos tienen un impacto negativo, pero solo durante unas dos o tres semanas, y luego los mercados tienden a recuperarse. Un caso particular puede resultar sin embargo la actual crisis en el mar Rojo, no sólo por los costes, sino también por los retrasos que puede causar el la cadena de suministro y en los precios.
“Pero, por cierto, las guerras también pueden aumentar el crecimiento”, subrayó. “Si se analiza cuánto dinero va a gastar Europa en defensa, eso es política fiscal y también tendrá un impacto, sobre todo dependiendo de quién esté en la Casa Blanca”.
Perspectivas para la renta fija
Por tipo de activo, La Russe mencionó las preocupaciones de los inversores por los bonos del gobierno tras los malos resultados en 2022, así como la cuestión de quién absorberá la gran cantidad de oferta que sale al mercado este año. Con mayores rendimientos pueden surgir compradores, pero unos rendimientos muy altos son negativos a la hora de financiar una deuda muy grande, como ocurre en muchos países. “Así que lo que esperamos ver es una continua volatilidad en el mercado de bonos del gobierno”, explicó.
Con respecto al crédito corporativo, los diferenciales se sitúan en la actualidad en un rango medio, por lo que algunos consideran que no son atractivos en vista de los riesgos. “Pero realmente lo más importante cuando estás pensando en comprar renta fija es cuál es el punto de entrada. Y tras mucho tiempo, podemos decir que ahora existe un buen punto de entrada”.
En primer término porque el dinero que ha fluido a los fondos del mercado monetario es muy probable que se desplace a la renta fija. Por parte de las empresas, los datos son mucho mejor de lo esperado, sobre todo en Estados Unidos, pero también en Europa. “Aunque las empresas europeas se enfrentan obviamente a un entorno más difícil, cuando nos fijamos en cosas como el efectivo en el balance, cuando estamos mirando los márgenes de beneficio, en realidad no me preocupa que no puedan dar servicio de su deuda, incluso si se ha vuelto más cara. Las empresas han estado haciendo cosas bastante inteligentes: en primer lugar, pagaron sus deudas cuando tenían mucho efectivo, y continúan haciéndolo”, dijo.
Y añadió: “Pero también hemos visto que las empresas no quieren emitir bonos a largo plazo, sino a cinco, siete, tal vez diez años. No necesitan emitir deuda a muy largo plazo ahora, pueden esperar”.
A la vez, los impagos no han aumentado pese a la política más conservadora de los bancos, por una parte por la reducción de deuda y la presencia de mucho efectivo en el balance para poder pagar sus cupones, pero también porque la compañías obtienen cada vez más apoyo desde el capital privado.
Posicionamiento
“Cuando se piensa en la volatilidad, a menudo se toma como el riesgo y la incertidumbre. Pero en un fondo activo como el nuestro, la volatilidad es realmente útil. Lo que quieres es que las cosas tengan el precio equivocado. Si todo es seguro y predecible, el rendimiento de una buena empresa y una mala es más o menos el mismo, así que no puedes encontrar oportunidades. No deseamos el caos en el mundo, pero sí deseamos que podamos movernos a un mejor precio, porque eso realmente te da la oportunidad de actuar mejor”, señaló LaRusse en concreto sobre el fondo BNY Mellon Global Credit Fund.
La estrategia, lanzada por BNY Mellon en 2016 pero con un histórico que se remonta a 2011 en Insight, invierte en todo el universo de deuda corporativa global con grado de inversión, pero también tiene exposición a un diverso abanico de activos de crédito no incluidos en el índice de referencia. El objetivo es que los principales motores de rentabilidad sean la estrategia de crédito y la selección de valores, con la posibilidad de tomar posiciones en deuda pública y divisas para diversificar las fuentes de rentabilidad, junto a inversiones en efectivo y activos equivalentes.
En opinión de la experta, los diferenciales de crédito seguirán estrechos, en parte porque el entorno económico parece estar mejorando, así como por la previsible bajada de tipos de interés. “Creemos que Europa sigue siendo un mejor lugar para tener dinero en relación con los Estados Unidos, aunque por supuesto tenemos ambos mercados al ser un fondo de crédito global. Pero el sesgo es para el crédito denominado en euros, y en este momento nos planteamos reducir un poco el alto rendimiento en la cartera”, afirmó.
En cuanto a los sectores que prefieren, LaRusse mencionó los bancos, que han tenido muy buenos rendimientos, así como los servicios públicos, por su carácter defensivo. También el inmobiliario, un sector muy amplio y global donde en su opinión existen muchos bonos con un riesgo sobrevalorado.
Puede acceder a la web de BNY Mellon en este enlace.