Ahora que cerramos 2019, el equipo Real Return de Newton, parte de BNY Mellon Investment Management, puede decir que ha logrado con este tipo de estrategias encontrar un “núcleo generador” de rentabilidad. Para la gestora, la clave de este éxito ha sido la flexibilidad, que permite invertir en un abanico de tipos de activos y regiones geográficas.
“Desde su lanzamiento en 2004, la estrategia Real Return ha tenido históricamente un núcleo generador de rentabilidad que incluye renta variable, deuda corporativa y bonos de mercados emergentes, con la categoría adicional de productos alternativos proporcionando más diversificación si cabe”, explican desde Newton.
Según su experiencia, han apostado por una capa estabilizadora de deuda pública, materias primas (oro) y efectivo, además de instrumentos derivados diseñados para amortiguar la exposición al riesgo (potencialmente generar rentabilidad adicional) y ajustar el tamaño del núcleo. “En el actual régimen de mercado, esto se traduce en una cartera bien diversificada, tanto en el núcleo como en la capa estabilizadora”, añaden.
La propuesta de Newton quiere ser un “enfoque de preservación de capital” como respuesta y alternativa para “aquellos participantes del mercado que se han visto atraídos por un trasfondo aparentemente acomodaticio para asumir más riesgo”. Por eso, en el segundo trimestre de 2019 añadió una estrategia de primas de riesgo que ofrece un perfil de rentabilidad no correlacionado con los activos de riesgo tradicionales, a fin de obtener una rentabilidad parecida al objetivo de la estrategia Real Return de LIBOR +4%.
“Otra estrategia en nuestra caja de herramientas es la capacidad de vender opciones sobre distintos valores e índices como medio de potenciar el nivel de renta. Esto tiene como objetivo añadir cierto valor, fijando un precio para una operación que en nuestra opinión tiene sentido, pero solamente si se efectúa a dicho precio. La decisión de inversión se basa en una evaluación de cómo lograr la mejor rentabilidad ajustada al riesgo”, explican desde la gestora.
En este sentido, consideran que un aspecto crucial es que no toman posiciones cortas en valores que significarían asumir un riesgo indebido. “Tal enfoque no es nuevo para la estrategia Real Return, y se empleó en 2009 cuando la volatilidad en los mercados financieros era significativamente más alta, y más cercana a la situación actual”, concluyen.