El tema clave de 2015 y que marcará la evolución de los mercados será la política monetaria en EE.UU., según un reciente informe de previsiones para el próximo año elaborado por BNY Mellon IM. Este informe incluye 14 artículos temáticos que analizan las tendencias del año que viene, todos ellos elaborados por sus gestoras especialistas. Otros temas que tratan estos artículos son: la creciente divergencia entre el mercado de renta fija de EE.UU. y el de Europa, la evolución de la economía china y los retos políticos a los que se enfrenta Brasil.
Aunque BNY Mellon IM tiene una estructura multi-boutique –y cada firma puede aportar un punto de vista diferente cuando se trata de análisis y/o perspectivas de futuro-, existe una visión común en lo que se refiere a los tipos de interés: todas consideran que no es probable que suban mucho en 2015.
Según James Lydotes, de TBCAM, parte de BNY Mellon, “los tipos de interés en EE.UU. podrían mantenerse bajos durante un largo periodo de tiempo, quizás incluso hasta 2020. No esperamos un aumento de la inflación, que sería la clave para que la Reserva Federal suba los tipos de interés. Tampoco parece haber signos de alza en la inflación de las materias primas o los salarios. Nos mantendremos alerta respecto a todo esto, al igual que a los cambios de dirección del Banco Central Europeo. Mientras tanto, ciertos sectores/segmentos de la renta variable podrían ofrecer oportunidades. Algunos ejemplos serían: la renta variable de alta calidad de EE.UU., recursos naturales a nivel global o infraestructura”.
En lo que respecta a Inglaterra, Paul Stephany, gestor de Newton, parte de BNY Mellon, comenta que “no es raro que los inversores piensen que los tipos no van a subir (después de todo, el tipo base ha sido del 0,5% desde marzo de 2009). Es posible que suban pero no será con fuerza, especialmente si tenemos en cuenta que la base sobre la que se haría esa subida es muy baja”. Stephany agrega que “si el Banco de Inglaterra empieza a aumentar los tipos de interés, la noticia sentaría muy bien al principio ya que demostraría la fortaleza de la economía y respondería a las previsiones de aumento de inflación”.
Aunque ha habido algunos beneficios obvios debidos a la estabilidad actual de las políticas monetarias, Iain Stewart, líder del equipo del BNY Mellon Global Real Return, asegura que el equipo se mantiene cauto respecto a las expectativas sobre el crecimiento. “Consideramos que, aunque las políticas monetarias se han activado para estimular la economía y se han definido con buenas intenciones, podrían debilitar las economías y hacerlas más vulnerables a los imprevistos”.
Stewart considera que el sector sanitario y los negocios que se vean afectados directamente por el gasto en tecnología pueden seguir ofreciendo un potencial de inversión atractivo, pero se mantiene cauto en lo referente a negocios asociados al desarrollo de las infraestructuras en China.
April LaRusse, especialista de renta fija de Insight, parte de BNY Mellon, está de acuerdo en que “posiblemente no haya más presiones sobre la política monetaria en 2015 ya que considera positivas las perspectivas sobre inflación” y señala que, desde una perspectiva corporativa, en el momento en que las subidas de interés comiencen “muchas compañías americanas y, en menor medida, europeas, estarán generando flujos de caja sólidos con lo que serán capaces de tolerar movimientos iniciales, por eso esperamos que los movimientos de tipos en 2015 sean pequeños, no lo suficientemente grandes como para causar dificultades”. Por eso, LaRusse considera que los ratios de impagos corporativos seguirán siendo benignos por un tiempo.
Además, continúa, “la clave para los gestores de renta fija será la flexibilidad y la adaptabilidad, ya que podrían darse muchos cambios a lo largo del año; mucho depende del sentimiento de los inversores y las reacciones a los movimientos de los tipos de interés, o a la falta de ellos”.