La inversión relacionada con la sostenibilidad y el papel de la inteligencia artificial (IA) como motor de crecimiento ocupan un lugar destacado en las perspectivas de BNP Paribas AM para 2024, tituladas Nos adentramos en una nueva realidad.
Las cuestiones regulatorias, tanto en la Unión Europea (UE) como en Estados Unidos y Asia, marcarán la pauta de la evolución en 2024 de la inversión sostenible, que a la vez que va madurando pone en primer plano las cuestiones medioambientales, sociales y de buen gobierno (ESG) a todos los niveles de la industria financiera, señala Alex Bernhardt, director global de análisis de sostenibilidad en la gestora.
Bernhardt recuerda que en el segundo trimestre de 2024, la Comisión Europea publicará el resultado de su consulta sobre el futuro del Reglamento SFDR. Consulta que analiza, entre otros aspectos, si modificar la clasificación de los fondos como Artículo 8 o 9, que se han convertido en “sellos de producto de facto, lo cual no se pretendía con el reglamento original”.
Tras las grandes inversiones de tiempo y dinero de los participantes del mercado en reflejar los preceptos regulatorios y el avance que se nota ya gracias al SFDR, sería difícil, sin embargo, “un replanteamiento completo”, señala el experto. Y añade que, por tanto, “queda por ver si el SFDR 2.0 será más bien una revolución o una evolución”.
A ello se suma el panorama global, con distintas regulaciones en Estados Unidos y Asia. “De cara a los próximos años, el reto para las gestoras globales será reconciliar los distintos requisitos de regímenes regulatorios a nivel mundial para asegurar que sus esfuerzos aportan claridad a los inversores, en lugar de confusión”, explica.
Doble significatividad y adaptación climática
Bernhardt también destaca la importancia de aplicar un enfoque de doble significatividad para la inversión relacionada con la sostenibilidad a la hora de evaluar a las empresas y otros emisores de valores: es decir, una evaluación que preste atención no solo al impacto de las cuestiones ESG sobre las empresas y sus finanzas, sino también al impacto de las actividades de las compañías sobre el medioambiente y la sociedad.
Asimismo, es importante ampliar el abanico de cuestiones en las carteras, agrega. Hasta la fecha, el grueso de la inversión relacionada con el cambio climático se ha dirigido hacia la mitigación, pero los riesgos que representan los efectos físicos del cambio climático cada vez más evidentes en la vida cotidiana subrayan la necesidad de concentrarse asimismo en la adaptación. Pero, invertir en adaptación puede ser difícil, indica el experto, porque se trata de inversiones en las que la fuente de rentabilidades es menos clara, dado que la principal ventaja de la inversión es la reducción del riesgo futuro, algo difícil de monetizar.
“En los últimos años, un número creciente de inversores han priorizado la crisis climática y la pérdida de biodiversidad como cuestiones clave. También existe una mayor concienciación sobre los riesgos sistémicos vinculados a la desigualdad, en un periodo en que la inequidad de renta y riqueza crece de manera significativa en ciertas jurisdicciones y a nivel global”, escribe Bernhardt sobre la parte “social” de la ESG. También aquí las causas de la desigualdad pueden ser más difíciles de identificar que las medioambientales y abarcan un amplio abanico de prácticas corporativas y decisiones de política.
Temas de inversión
“La inteligencia artificial es un avance tecnológico por derecho propio, pero sobre todo, juega un papel facilitador al permitir a todo un espectro de actores construir nuevos productos y servicios. La capacidad de esta tecnología para generar cambios imprevistos ya está conllevando avances y una disrupción significativa en todo tipo de sectores de actividad”, escribe por su parte en las perspectivas Matthijs Leendertse, profesor y consultor de innovación digital.
“Así, nos hallamos a las puertas de una serie de revoluciones tecnológicas en múltiples áreas. Como ya hemos visto en revoluciones previas de esta índole, esto augura un periodo de ‘destrucción creadora’ dominado por un rápido ritmo de cambio, en el que actores existentes se verán adelantados por nuevas empresas y aparecerán soluciones nuevas para problemas viejos”.
Desde la gestora destacan tres temas en los que la IA parece ofrecer un potencial especialmente elevado: sanidad, desde el desarrollo de fármacos hasta el tratamiento de pacientes; educación, sector en el que la IA tiene el potencial de convertirse en el gran elemento igualador en la enseñanza; y logística y movilidad.
Entre los riesgos de la IA, mencionan a su vez la destrucción de puestos de trabajo (junto con la creación de nuevos), la propiedad y posible concentración de estas tecnologías en pocas manos, y su capacidad de exacerbar las tensiones geopolíticas ya existentes, como se ve entre China y Estados Unidos.
Inversión en IA
En este contexto, desde BNP Paribas AM consideran que 2024 será un año crucial en el desarrollo de la oportunidad de inversión que ofrece esta tecnología y analizan una serie de sectores en los que esperan crecimiento, como la nube, nuevos modelos de IA o la aparición de un competidor plausible para el proveedor líder de unidades de procesamiento gráfico (GPU). También destacan que “el análisis fundamental de tipo bottom-up será crucial para identificar las mejores acciones con las que apostar por este tema, y evitar a empresas incapaces de adaptarse”.
“Con todo, la adopción generalizada de la IA nos inspira optimismo, así como su impacto positivo sobre los proveedores de servicios en la nube, las empresas de software, los propietarios de grandes bases de datos, la cadena de suministro de semiconductores y las compañías que emplean la IA para mejorar procesos de negocio”, se indica en las perspectivas.
“Vemos la IA –añaden desde la gestora- como un facilitador clave de motores de recomendaciones, sistemas automatizados de servicio al cliente, automatización de procesos productivos, producción de documentos y muchos otros sistemas. Con un potencial tan diverso, creemos que la IA será un importante motor de crecimiento en 2024 y más allá”.
Puede leer el texto completo de las perspectivas para 2024 en este enlace.