En tiempos desafiantes para los gestores de toda clase de activos por la persistencia de la inflación, la ralentización del crecimiento y la incertidumbre acerca de si la Fed conseguirá su objetivo de soft landing sin desembocar en una recesión, tres directores de inversión de BNP Paribas AM analizaron en un webcast su visión de cara a los próximos meses y de qué manera están posicionando las carteras.
En general las previsiones son muy cautelosas y a la baja exceptuando a China y Japón, señaló Maya Bhandari, directora global de multiactivos, sobre todo en Europa, donde las previsiones son muy cautas tanto desde el punto de vista de los beneficios y flujos de caja como de la tasa de descuento. Las causas de ello son que las compañías europeas tienden a ser cíclicas y el entorno actual no es favorable a este tipo de empresas, y también suelen tener apalancamiento operativo. A todo ello se suma que la región se ve más afectada por el conflicto en Ucrania.
El actual contexto representa un desafío para las carteras tradicionales con la clásica combinación de 60% de renta variable y 40% de fija, que ofrecían rendimiento a la vez que menor riesgo. “Este año en cambio han sido como una tormenta perfecta: dependiendo de la moneda un inversor puede haber perdido en lo que va de 2022 entre un 12 y un 13 por ciento, por lo que la situación de los mercados es de las más delicadas de la última década”, dijo Bhandari.
Respecto de la inflación, Olivier de Larouzière, director de renta fija global, indicó que aunque en teoría los bancos centrales deben centrarse en la inflación subyacente para tomar medidas y los precios se están viendo afectados ahora sobre todo por el encarecimiento de la energía, nos encontramos en un punto en el que se ven obligados a actuar. Su mandato es de manera prioritaria frenar la inflación, por lo que los esfuerzos están encaminados a ello incluso aunque afecte al crecimiento.
Y aunque el escenario ideal sería que la Fed y los otros bancos centrales consiguieran moderarla, la realidad es que hoy cabe esperar una inflación más persistente de lo que se pensaba en un primer momento, añadió. Si empeoran los principales impulsores del alza de precios, la energía y los problemas en las cadenas de suministro (a lo que podrían sumarse los salarios), la inflación continuará presente durante más tiempo.
Por su parte, Nadia Grant, directora de renta variable global, destacó el mejor desempeño de las empresas value frente a los fuertes retrocesos de los valores de crecimiento y de larga duración, aunque también indicó que la situación no apunta hacia una recesión –pese a la volatilidad y la incertidumbre-, porque el consumidor sigue teniendo capacidad de gastar y los fundamentales de las empresas y sus balances son sólidos, como ha demostrado la última temporada de resultados.
Posicionamiento de carteras
En multiactivos, Bhandari describió tres posiciones de alta convicción con las que han conseguido rendimientos razonables en las carteras: “Primero, la decisión consciente de estar significativamente infraponderados en bonos del gobierno en Europa, EE.UU. y desde hace poco también en Japón. Segundo, hemos mantenido posiciones de larga duración en materias primas, que a diferencia de acciones y bonos han subido un 40% este año y que tienden a hacerlo muy bien en un entorno de inflación persistente. Además mantuvimos una gran diversificación muy difícil de obtener con una cartera combinada tradicional de renta variable y fija. Y por último, redujimos el riesgo en general en renta variable concentrándonos en China y Japón frente a Europa. Como resultado el riesgo ajustado es hoy de una cuarta parte de lo que representaba en enero”.
Grant destacó la cierta sorpresa positiva que dieron los resultados corporativos en un amplio abanico de sectores –no solo limitados a la energía o los materiales-. En cuanto a la composición de las carteras, han mantenido exposición al consumo discrecional pese a las caídas de este sector en general, trasladando las posiciones sobre todo al consumo de experiencias, algo que los consumidores demandan tras la pandemia, por ejemplo de viajes.
También han aprovechado las ventas en el sector tecnológico para reforzar algunas de sus posiciones en el sector del cloud y de la transformación digital. “Y aprovechamos el buen momento de las materias primas para reforzar nuestras posiciones en sectores de agricultura de precisión e hidrógeno, que ayudarán en la transformación hacia una economía sostenible”, indicó.
En lo que respecta a China, Grant señaló que continúan con la exposición al sector del e-commerce, porque existe un catalizador que es el cambio de actitud del Gobierno en torno a la regulación. “Se ha producido un punto de inflexión en el que las autoridades anunciaron que impulsarán el crecimiento y no habrá más intervenciones y por tanto es el momento de aprovechar las bajas valoraciones, que empezarán a subir al haber desaparecido ese viento en contra. También tenemos exposición en compañías que se ven impulsadas por tendencias a largo plazo como aseguradoras”, añadió.
También en la estrategia de multiactivos en la gestora se decantaron por la renta variable china y japonesa, que desde marzo han tenido mejores rendimiento que el promedio global. Según Bhandari, los motivos de esta exposición son la valoración –las acciones chinas siguen estando muy baratas y sobre todo en el sector tecnológico-; las buenas perspectivas en cuanto a beneficios y fundamentales; el hecho de que China esté flexibilizando la política monetaria en vez de endurecerla como los países desarrollados y que hayan cesado las medidas regulatorias. “Tanto los descuentos como los flujos de efectivo se están moviendo en sentido positivo en China y es de esperar beneficios en los próximos meses”, dijo.
Qué esperar en el futuro próximo
El BCE se encuentra muy por detrás de la Fed en lo que respecta a los tipos, ya que al partir de un terreno negativo, “al menos los 50 puntos iniciales ni siquiera pueden considerarse una subida, sino la salida de la expansión cuantitativa, y eso es una gran diferencia entre EE.UU. y la zona euro”, destacó De Larouzière. El problema, agregó, “es que el BCE quiere tener por una parte una posición más hawkish, pero por otra, si se ponen demasiado hawkish pondrán en dificultades a algunos países, como Italia. Por eso es posible que vayan por detrás de la curva en cuanto a inflación y crecimiento, pero por otra parte existe en la eurozona una red de seguridad para aquellos países que puedan enfrentar dificultades”.
En cuanto a las tendencias más importantes a tener en cuenta, Grant destacó la exposición a las compañías de chips y los semiconductores de mayor intensidad que están involucrados en todos los cambios que se están produciendo, desde la automatización a la computación en la nube o el gaming. Asimismo, en un entorno inflacionario como el actual consideró positiva la exposición a los bancos y al sector energético.
En renta fija, De Larouzière señaló que su objetivo es mantenerse infraponderados en bonos sobre todo en duración, más agresivos en EE.UU. y prácticamente neutrales en Europa. “Buscamos comprar en algunos sectores de crédito corporativo, en cambio en bonos soberanos estamos en toma de beneficios y reduciendo el riesgo”, indicó.
En multiactivos, Bhandari se decantó por una duración corta en Europa, EE.UU. y Japón, larga en materias primas, cautela en renta variable, con toma de beneficios y centrándose en oportunidades por valoración o sectores que pueden beneficiarse de la inflación, reduciendo el riesgo en general aunque manteniendo presencia en sectores de consumo.