La integración de los criterios ESG en los mercados de renta fija y monetarios se ha ampliado en los últimos años cada vez más para facilitar la inversión sostenible. Desde BNP Paribas AM consideran que su efecto se ve sobre todo en la manera en que se gestionan las carteras más que en los rendimientos, y que el cambio es clave a la hora de diseñar un futuro que proteja el medio ambiente y sea más inclusivo.
Sheila ter Laag, responsable global del equipo de ESG Specialists, y Thibault Malin, Investment Specialist del mercado monetario, explicaron la forma en que la gestora integra los criterios ESG en este tipo de carteras y las formas que adopta el compromiso activo.
Malin señaló en primer lugar que todos los fondos de Artículo 8 cumplen con ciertos criterios obligatorios, el primero tener una cobertura financiera adicional mínima a nivel de cartera del 90%, ya sea a por número de emisores o de activos bajo gestión. El segundo es mejorar los criterios ESG del índice de referencia, que en el caso de los fondos de BNP Paribas AM es el Bloomberg Multiverse de 1 a 3 años, que cuenta con un universo de unos 3.000 emisores.
De ellos, tras aplicar una serie de selecciones en base a los criterios ESG propios de la gestora, se eligen para el fondo aquellos activos considerados «best in class». Las empresas que operan en un sector específico y de una misma región se clasifican por deciles y se comparan entre sí. Las que arrojan peores resultados en materia ESG (deciles 8 a 10) se excluyen de los fondos ISR con enfoque de “lo mejor de cada catergoría”.
Seis pilares
Sheila ter Laag profundizó en la manera en que se lleva a cabo el proceso de stewardship o implicación activa por parte de los inversores y explicó que su enfoque de inversión sostenible se basa en seis pilares.
El primero es la integración ESG en todos los procesos de inversión. El segundo, el stewardship, que implica tanto el diálogo como la votación activa. «A través de este proceso podemos influir sobre el marco regulatorio y promover mejores prácticas y resultados en términos tanto sociales como medioambientales. Es realmente un esfuerzo por tener un efecto en la vida real de la inversión», aseguró.
El tercer pilar es la conducta empresarial responsable, para la que la gestora considera algunas exclusiones, y el cuarto es la perspectiva a largo plazo, que incluye los tres temas clave de transición energética, sostenibilidad ambiental e igualdad y sostenibilidad.
El quinto pilar es el llamado Sostenible+, que reúne fondos temáticos con alguna etiqueta de sostenibilidad. Se trata de carteras que tienen los cuatro pilares pero van un paso más allá. Y el sexto pilar, «Walking the Talk», se refiere al cumplimiento por parte de BNP Paribas AM de los mismos criterios que la gestora exige a las compañías en las que invierte.
Metodología y puntuación
Respecto de la metodología de puntuación para los emisores, el desarrollo de un sistema propio le permite a la gestora cubrir en la actualidad más de 13.000 a nivel global. Para llevar a cabo el proceso de calificación, las empresas están divididas en 20 sectores y cuatro geografías, para comparar entre sí a las de los mismos sectores y localización.
Existen dos cuestiones en las que se analizan los sesgos de las compañías para poder hacer frente a los riesgos: emisiones de carbono, que determinan si una empresa podrá incorporarse a una economía descarbonizada, y en segundo lugar las controversias.
Ter Laag subrayó que BNP Paribas AM ha reducido el número de métricas a la hora de evaluar a las compañías hasta un total de 37 por sector, para quedarse con las más significativas y además centradas no solo en la información y la transparencia, sino en los programas concretos que están llevando a cabo las empresas y sus resultados.
«No es suficiente tener una cartera con los que mejor lo hacen, eso no va a cambiar el mundo. Entonces ¿cómo hacerlo? La manera en que lo expresamos más claramente en BNP Paribas AM es a través de nuestras actividades de votación activa», indicó.
El segundo aspecto de stewardship es el compromiso corporativo, que incluye las actividades de votación, los temas de transición energética, sostenibilidad ambiental e igualdad y sostenibilidad mencionados antes, la discusión activa relacionada con el rendimiento ESG y en último lugar el compromiso con los emisores de renta fija, donde no existe la opción del voto activo.
Finalmente, la gestora también se implica a nivel de políticas públicas con reguladores, mercados e instituciones para contribuir al diseño de un futuro más sostenible.
En 2021 BNP Paribas AM participó en casi 300 interacciones con compañías en todo el mundo, aproximadamente un tercio para cada inicial de ESG, aunque con mayoría (39%) en los temas de gobernanza de las empresas. La mayoría también en Europa, región seguida por EE.UU..
El 81% de los fondos abiertos en Europa de BNP Paribas AM son Artículo 8 o 9, lo que los convierte en el número dos por volumen de patrimonio, y número uno en cuanto a Artículo 9 (un total de 39.000 millones de euros AUM).
«Queremos ser considerados creadores de futuro que crean valor para nuestros clientes mediante la integración ESG y stewardship en todo nuestro proceso de inversión. Y en nuestra opinión esto protege los rendimientos futuros utilizando nuestra influencia con los gobiernos y las compañías en defensa de una economía de bajo carbono e inclusiva», concluyó Ter Laag.
Efectos sobre los fondos monetarios
Sobre las implicaciones de integrar estos procesos en las carteras, Malin recordó que la conducta empresarial responsable excluye una serie de sectores que podrían ser interesantes en términos de rendimientos. «Pero, nos permite evitar activos que sufran a causa de graves controversias y a nivel financiero o tengan menos liquidez en el mercado».
Asimismo, aunque el enfoque de inversión responsable que se aplica a los activos considerados «best-in class» reduce el universo de inversión y elimina potencialmente ciertas oportunidades, en un análisis de febrero de la gestora se calculó que la diferencia de rendimiento entre las carteras de los deciles 1 al 7 y las que incluyen también las empresas calificadas en los deciles del 8 al 10 fue apenas de un punto básico.
«El impacto se ve principalmente en la manera en que se gestionan las carteras, en particular en el proceso de selección de los emisores, más que en los rendimientos directos de los portfolios», subrayó Malin. «Estamos viendo unos mercados monetarios muy activos desde principios de año, muchos emisores procedentes de muchos sectores que están volviendo al mercado, así que es probable que veamos más diferencias y desafíos para 2022».