Las estrategias temáticas han vivido un 2022 difícil, en el que numerosos factores se han combinado para desestabilizar a los mercados. Mayores niveles de inflación, la intensificación de los riesgos geopolíticos y la incertidumbre en torno al panorama económico han afectado a las valoraciones de muchas empresas susceptibles de beneficiarse de tendencias clave a largo plazo. Sin embargo, en su informe «Otra forma de ver la inversión temática», desde BNP Paribas Asset Management consideran que sus perspectivas permanecen inalteradas.
«El panorama macroeconómico a corto plazo presenta varios retos. Europa ya ha entrado en recesión, y Estados Unidos verá seguramente su propia versión de un bajón económico en la segunda mitad de 2023. En China cabe esperar un crecimiento aún positivo, pero históricamente bajo», escribe Guy Davies, director financiero de renta variable y director financiero global adjunto.
La evolución de los activos de riesgo reflejará seguramente estos desarrollos, pero una vez se haya moderado la inflación, los bancos centrales deberían ser capaces de soltar el freno del endurecimiento monetario, permitiendo la recuperación de los mercados. Así, quizá sería mejor ver las actuales tribulaciones de la renta variable como una oportunidad para acceder a estas estrategias a largo plazo a precios mucho más bajos, añade.
«En BNP Paribas Asset Management, la inversión temática consiste en identificar y capturar tendencias estructurales en la sociedad y la economía», destaca Davies. Estas megatendencias globales, como por ejemplo la lucha contra el cambio climático y la desigualdad o el fomento de la transición digital y tecnológica, suelen tener su meta en el futuro distante, con lo que requieren un enfoque de inversión a largo plazo. «La verdadera inversión temática no es oportunista. Muchos de los temas en los que consideramos invertir son multigeneracionales: no afectan solamente a la vida de los inversores ahora, sino también a las de sus hijos y nietos».
Es por ello que señala que algunas de las empresas de menor tamaño en las que invierten sus estrategias temáticas podrían no tener ingresos especialmente elevados (aún), pero sus perspectivas de crecimiento suelen ser más que prometedoras e implican mercados potenciales considerables: «En BNP Paribas Asset Management ofrecemos a los inversores un abanico de estrategias de renta variable, renta fija y multiactivo, gestionadas con enfoques tanto activos como pasivos. Nuestras soluciones de inversión temática abarcan dos áreas clave estratégicamente posicionadas para capturar las oportunidades que brindan las megatendencias globales: innovación y disrupción seculares, y sostenibilidad medioambiental y social».
Innovación y disrupción seculares
Esta área abarca desde la innovación sanitaria y en bienes y servicios de consumo hasta las tecnologías disruptivas. La tecnología es el eje central de muchas tendencias: penetra en todos los aspectos de nuestras vidas, como el software con el que trabajamos y el entretenimiento del que disfrutamos en nuestro tiempo libre, indica el informe.
Concretamente, el tema de la tecnología disruptiva contiene numerosos subtemas:
- La computación en la nube experimenta un impulso estructural, al facilitar la digitalización y el almacenamiento de datos.
- La inteligencia artificial, incluido el aprendizaje automático, está ayudando a las empresas a llevar a cabo análisis de datos para nuevos productos y servicios.
- La ciberseguridad es una de las principales prioridades de gasto para muchas compañías, y esta tendencia se ve reforzada por un entorno regulatorio cada vez más estricto.
Las acciones tecnológicas experimentaron una corrección significativa en 2022, pese a lo cual desde la gestora siguen considerando atractivo el panorama a largo plazo de las tecnologías disruptivas. «Como inversores a largo plazo con un enfoque concentrado en las ideas que más nos convencen, buscamos compañías con modelos de negocio sostenibles, fosos competitivos amplios y profundos, y valoraciones bajas. Nuestro enfoque activo de selección de valores implica identificar y asignar capital a empresas en posición de sacar partido a temas emergentes, y evitar a aquellas que no logren adaptarse».
Sostenibilidad medioambiental
«En BNP Paribas Asset Management, la sostenibilidad es la piedra angular de todo lo que hacemos. Pensamos que será un importante motor de rentabilidad financiera a largo plazo, ya sea en un entorno inflacionario o deflacionario, o de crecimiento alto, bajo o inexistente. Pero sobre todo, creemos poder contribuir a un futuro mejor invirtiendo de forma sostenible», se destaca en el informe.
Además del enfoque general de sostenibilidad de la gestora, con la evaluación rigurosa de las prácticas medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) de las empresas, las estrategias temáticas de sostenibilidad se concentran principalmente en compañías que abordan retos medioambientales y sociales.
En el frente medioambiental, se trata de empresas que aportan soluciones para facilitar la transición energética, o que ayudan a restaurar y gestionar los ecosistemas de forma sostenible. No obstante, esto también incluye financiar la transición a un mundo más sostenible, por ejemplo mediante bonos verdes cuyo capital se destinará a proyectos climáticos y medioambientales.
Esta área se beneficia de varias tendencias estructurales, recientemente reforzadas por los frecuentes acontecimientos meteorológicos extremos y por la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación en Estados Unidos, que reserva 369.000 millones de dólares para programas de mitigación del cambio climático y de energía limpia.
Sostenibilidad social
«Nuestro otro tema principal de sostenibilidad (que puede ser más difícil de abordar directamente para las gestoras) es la creciente importancia de los factores sociales. La pandemia y la crisis del coste de la vida han exacerbado la desigualdad y afectado desproporcionadamente a los hogares con rentas bajas», escriben desde BNP Paribas Asset Management.
Los temas sociales se concentran en la lucha contra la desigualdad, lo que implica considerar cómo las empresas gestionan sus plantillas y trabajan con clientes y proveedores para fomentar la igualdad. También abarcan el uso de “bonos sociales” cuyo capital se utiliza para financiar la vivienda social, proyectos de educación o a mujeres empresarias.
Pese a gestionar la inversión temática social como una estrategia separada, también consideran lo bien o mal que las empresas (y los países) abordan factores sociales como la igualdad, la salud y la seguridad, la diversidad y el desarrollo de la comunidad como un elemento esencial de su marco de puntuación ESG. «Nos concentramos especialmente en una transición equitativa en el contexto de nuestra labor climática y del giro hacia la neutralidad de carbono de cara a 2050».
Davies subraya en sus conclusiones que aunque el panorama a corto plazo para los mercados puede describirse como complicado, ensombrecido por temores en torno a la inflación, medidas monetarias restrictivas, deterioro del crecimiento y el riesgo de conflagraciones geopolíticas, existen argumentos sólidos para mirar más allá y concentrarses en fuentes de rentabilidad resistentes. «Creemos que las tendencias duraderas de innovación y disrupción seculares, así como de sostenibilidad medioambiental y social satisfacen estos criterios y se benefician de impulsos considerables, como la atención creciente de los inversores, cambios en el comportamiento de los consumidores, y respaldo de gobiernos y organismos reguladores», indica.
Puede leer un resumen del informe y acceder al texto completo en este enlace.