Es evidente que la pandemia ha generado un ciclo de bajo crecimiento y elevado nivel de deuda, durante el cual el valor financiero añadido vendrá de la selección de títulos y no tanto de la asignación de activos. BNP Paribas AM cree que podría provocar un reajuste más brusco y reforzar las innovaciones tecnológicas, las tendencias comerciales y los movimientos políticos, lo que llevará a cambios importantes en la actividad económica, las ganancias corporativas y, en última instancia, las valoraciones de los activos.
Ante este «cambio disruptivo», los inversores se preguntan: ¿cómo afecta la aceleración de estas tendencias socioeconómicas a las empresas de todo el mundo y qué oportunidades de inversión ofrecen? Según la gestora, evaluarlas exige la aplicación de estrictos parámetros de selección de criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno (ESG).
Hacia una economía baja en carbono
Conforme avanzamos hacia una economía baja en carbono, se van consolidando la generación de energía eólica y solar y los biocombustibles, pero aún existe un importante potencial de crecimiento. En su opinión, la mejora de la tecnología de pilas de combustible es la clave para una electrificación eficiente.
«La tendencia de descentralización de la producción de energía está creando oportunidades en su infraestructura, distribución y almacenamiento, mientras que la digitalización contribuye a mejorar la eficiencia energética en la industria, la construcción y los hogares», asegura en un informe publicado en su página web. Las medidas destinadas a aumentar el uso y la producción de hidrógeno verde podrían crear un mercado cuyo valor alcanzaría miles de millones de dólares.
En ese sentido Mark Lewis, director global de análisis y sostenibilidad, apunta que, desde su creación en 2005, el mercado europeo de carbono ha estado dominado, en términos de fijación de precios, por el coste de transitar de la generación de electricidad a partir del carbón a desde el gas. «Pero creemos que este paradigma está llegando a su fin», asegura.
A su juicio, para lograr un progreso real en la descarbonización, el 15% de la energía producida en Europa a partir de combustibles fósiles tendrá que ser reemplazada por el hidrógeno verde. Y el primer paso para lograrlo es sustituir el hidrógeno gris, que supone la mayoría del hidrógeno producido hoy y utiliza un proceso muy intenso a nivel de carbono, ya que genera 9 kilos de CO2 por cada kilo de hidrógeno. «2030 es la fecha clave para cuando tendrá que haberlo logrado. Esto permitirá que el mercado empiece a fijar el precio del carbono», revela.
Aunque la pandemia acaparó la mayoría de los titulares en 2020, los incendios forestales, los huracanes y las riadas evidencian que el cambio climático continúa. Por ello, BNP Paribas AM valora que los gobiernos hayan incluido el gasto en sostenibilidad en sus programas de ayudas al crecimiento y el empleo, alimentando así la esperanza de una recuperación verde.
Mientras, la gobernanza sigue siendo un tema candente. «Los inversores han de estar atentos a la posibilidad de que se produzcan cambios radicales en el marco normativo y antimonopolio en el que operan las compañías y al impacto que tendrían dichos cambios en sus valoraciones», advierte.
Sanidad
Asimismo, apunta que la pandemia podría ser un factor catalizador de la disponibilidad, la cobertura y el coste de la asistencia sanitaria; y favorecer el mayor uso de tecnologías como la inteligencia artificial para desarrollar tratamientos.
«Prevemos un aumento del gasto sanitario para atender a problemas evidentes de capacidad y cobertura. Habrá un importante gasto simultáneo en los sectores biotecnológico y farmacéutico para luchar contra la pandemia con test, antivirales y la vacuna», señala.
Innovación y tecnología disruptiva
La generalización del teletrabajo ha impulsado la demanda de tecnología y soluciones innovadoras, desde la teleconferencia al acceso a la computación en la nube. El comercio electrónico ha despegado y la telemedicina genera cada vez más interés.
Además, la gestora cree que el big data, la inteligencia artificial y el análisis de datos resultan cada vez más esenciales para gestionar la pandemia y resolver los principales interrogantes económicos, demográficos y sociales.
Renta variable china
En 2020, la economía china creció casi un 5%, sin que las autoridades tuvieran que recurrir a la aplicación de medidas de expansión cuantitativa para recortar los tipos de interés ni aumentar de forma excesiva la carga de la deuda pública con gastos de estímulo. El resto de las grandes economías registraron un descenso del crecimiento. «No solo se espera que China continúe siendo la economía con mayor crecimiento del mundo, sino que además su mercado de renta variable alberga a numerosas empresas innovadoras», destaca.
Y, sin embargo, muchos inversores internacionales siguen infraponderados en el mercado chino; algo que, su juicio, es probable que cambie en el mundo pospandémico. «La fortaleza mostrada en 2020 por el renminbi es un reflejo de los flujos de capital extranjero que están entrando en los mercados de activos chinos. El rendimiento de la deuda emitida por el gobierno chino se sitúa actualmente en torno al 3%, muy por encima del que ofrecen las economías avanzadas», añade.
A esto se une que los principales proveedores de índices de renta fija y variable han incluido a China en los principales de mercados emergentes. «En el nuevo orden mundial, China ofrece oportunidades a los inversores», sentencia BNP Paribas AM.