Las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos persistirán a lo largo de este año, ya que van más allá de la mera balanza comercial. Lo afirma Quang Nguyen, gestor del Parvest Equity World Emerging de BNP Paribas AM, en una entrevista con Funds Society. A su juicio, aunque se intensifique el conflicto, habrá oportunidades en China, ya que el país puede empezar a ejercer más influencia a nivel regional -entre sus vecinos asiáticos- y en otras regiones emergentes.
Nguyen considera que esto podría generar nuevos acuerdos comerciales que sean beneficiosos para el país asiático en concreto y para los emergentes en general, lo que reduciría su dependencia de Estados Unidos. En ese sentido, pone como ejemplo el hecho de que en 2018 China importó crudo en yuanes en lugar de en dólares por primera vez en la historia, un avance significativo que abre camino al país asiático para comenzar a tener más poder sobre los precios globales del petróleo e internacionalizar el yuan.
Aunque “las señales de una distensión han devuelto un entusiasmo tremendo a aquellos activos peor posicionados relativamente ante la escalada del conflicto”, la evolución de este continuará marcando la agenda de los mercados durante un tiempo, apunta el gestor de BNP Paribas AM, quien insiste en la “complejidad” de este enfrentamiento y la necesidad de seguirlo de cerca.
La tecnología y, en particular, los semiconductores y los equipos de comunicaciones han sido las industrias más gravemente afectadas en ambos países hasta la fecha. “Esto demuestra el poderoso papel que han jugado estos sectores a la hora de impulsar el desarrollo económico en las regiones emergentes más grandes –lo que no se limita a China-, pero también revela la amenaza que representa este ascenso para Estados Unidos y otras economías maduras del mundo”, afirma Nguyen.
Asimismo, apunta que, aunque la sofisticación tecnológica de China ha crecido considerablemente, todavía depende mucho de componentes importados y de la propiedad intelectual. Esto, en su opinión, continuará suponiendo un riesgo a corto plazo para el crecimiento de la industria tecnológica en ese país. Sin embargo, a largo plazo, el Gobierno chino debería asumir más iniciativa para alcanzar la autosuficiencia y acelerar la financiación estatal de la industria tecnológica nacional, lo que generaría oportunidades para los inversores que apuestan por el largo plazo.
El gestor de BNP Paribas AM sí ve un área tecnológica donde ya existe una ventaja aparente para el país asiático: la riqueza y disponibilidad de datos. Unos 800 millones de personas están activas en Internet, lo que supone dos tercios de la población total del país, y casi un 98% de ellas lo utilizan a través de dispositivos móviles. “Dado que la naturaleza de los dispositivos móviles hace que sean utilizados por los consumidores cada minuto del día, la información que generan es increíblemente rica”, apunta Nguyen. Además, la privacidad online está mucho menos protegida en China que en los mercados desarrollados, lo que ha ayudado a que este país avance en inteligencia artificial, ya que la calidad y la cantidad de los datos es un factor diferenciador.
Consultado sobre si las decisiones que tome la Fed a lo largo de este año continuarán afectando a los mercados de la forma en la que lo han hecho durante 2018, Nguyen apunta que las economías emergentes están comenzando a ganar resistencia frente a los shocks externos; pero, como se pudo ver el pasado año, continúan siendo vulnerables ante un dólar fuerte, y los giros en los tipos de cambio pueden impactar considerablemente en el desempeño de las inversiones en el corto plazo. “Por otro lado, ya hemos transitado un periodo complicado en relación a la normalización gradual de la Fed y, por ende, la moderación en su camino de endurecimiento está teniendo un impacto relativamente positivo, estabilizando las divisas en los emergentes y, como consecuencia, mejorando el escenario de los mercados”, asegura.
En cuanto a otros países asiáticos, aparte de China, que podrían ser interesantes para los inversores a lo largo de este año, actualmente BNP Paribas AM sobrepondera Indonesia, Tailandia y Malasia, donde Nguyen dice haber encontrado “oportunidades ascendentes”. Mientras, considera que India es atractiva desde una perspectiva a largo plazo -que tiene en cuenta los datos demográficos favorables y las reformas potenciales que pueden desbloquear obstáculos para el crecimiento-, pero mantiene la cautela en torno a la relación riesgo-beneficio que puedan ofrecer las firmas de calidad. En concreto, el gestor apunta que los activos de calidad indios ya cuentan con altas expectativas alrededor que pueden ser difíciles de satisfacer dado el aumento de la incertidumbre política por el año electoral y la ralentización del crecimiento global.