La historia de inversión de Brasil no se puede revisar en los últimos años sin ver luces y sombras, pero si algo tiene claro William Landers, responsable global del equipo de mercados emergentes de BlackRock, es que la llegada de Michel Temer al gobierno, tras el ‘impeachment’ a Dilma Rousseff, va a dar un giro a las políticas que situarán el país en el camino correcto de la recuperación. Sin embargo, a corto plazo, mucho de lo que pase en los mercados emergentes va a depender de cómo proceda la administración de Trump.
Landers, que también es portfolio manager de la gama de fondos de renta variable latinoamericana de la firma, estima que un factor clave en los flujos de capital esté año va a tener que ver con la posibilidad de que el gobierno de Estados Unidos ponga en marcha una reforma del impuesto de sociedades. “Un plan de este calado haría que las empresas de Estados Unidos sean más atractivas para los inversores y atraería el dinero que está en filiales en el extranjero para ponerlo a trabajar en Estados Unidos. Trump tiene suficiente gente brillante trabajando en su administración como para comprender esto”, explica.
Precisamente por las dudas que despiertan las políticas de Trump, el equipo dirige Landers mantiene México infraponderado fuertemente en cartera. “Si como inversor tienes una visión a entre 1 y 3 años, entonces hay muchas acciones mexicanas que tienen sentido. Pero probablemente vamos a tener la posibilidad de comprar estas acciones más baratas, así que nuestra visión ahora mismo es que hay que esperar. En México realmente vamos a esperar a ver un mejor punto de entrada en el mercado”. De hecho, BlackRock cree que incluso Perú o Argentina son mercados más interesantes en los que estar ahora mismo.
Brasil sienta las bases para la mejora
El contrapunto a la historia en ‘stand by’ de México, lo pone en Latinoamérica la economía de Brasil. Si en el último trimestre de 2016, tras la victoria de Trump, México subía los tipos de interés 100 puntos básicos hasta el 5,75% para contener la volatilidad del peso, Brasil iba en la dirección contraria iniciando un ciclo de relajación con un recorte de 50 puntos básicos hasta situar los tipos de interés en el 13,75%.
“Si miramos lo que nos ha enseñado 2016, sobre todo en lo que respecta a renta variable, podemos decir que el mercado no estaba atento a lo que estaba sucediendo en ese momento. Desde la perspectiva económica, me refiero a que el crecimiento seguía siendo negativo en varios países de Latinoamérica, la inflación seguía siendo muy alta en algunos de ellos y luego llegaron una serie de eventos como el de China a principios de año, el Brexit, las medidas de la Fed, Trump.. que nadie creía que fuera posible que sucedieran. Pero en la región sucedió algo muy relevante que fue el ‘impeachment’ a Dilma Rousseff en Brasil. Esto realmente cambió la dirección del país en un sentido que todavía no sabemos qué resultado traerá, pero que ha hecho que el actual gobierno de Temer esté en camino de resolver los problemas del país”, explica.
Landers estima que, en cierta manera, la economía de Brasil es similar a la economía de Estados Unidos en el sentido de que depende de su propio crecimiento. Aunque el mercado de EE.UU. es muy abierto y el de Brasil no lo es, el portfolio manager de BlackRock recuerda que ambos países tienen unas exportaciones que equivalen solo al 10% de su PIB. Así, dice, para Brasil es mucho más importante, la tasa de inflación, que la tasa de crecimiento en Estados Unidos o en China.
“Es cierto que hay varias compañías en la bolsa local, BOVESPA, que dependen del comercio global. Estoy pensando en Vale o Bradespar, que añadimos recientemente a nuestra cartera. Para estas compañías sí es relevante lo que pasa en China y si finalmente Donald Trump pone en marcha o no un plan de gasto en infraestructuras, lo que sería positivo a corto plazo también para Chile o Perú”.
Durante los 10 últimos años hemos visto una expansión sin precedentes en la clase media de Brasil, se logró controlar la inflación, los tipos de interés cayeron significativamente, la creación de empleo volvió a tasas de doble dígito. Con esa base, Brasil acaba de atravesar un momento político en el que le ha tocado volver a ganarse la credibilidad en sus instituciones. Y lo ha hecho, cree Landers.
“Estamos viendo como los inversores vuelven a confiar en el país, los empresarios también se sientes más seguros acerca de la economía. En definitiva, la confianza ha mejorado. Es cierto que el consumo aún no refleja esto y no se ha recuperado todavía, igual que tampoco lo ha hecho el empleo. Pero se puede ver un camino hacia eso y creo que en el primer trimestre de este año veremos que las cosas van un poco mejor”, apunta.
Y añade: “De todas maneras, aunque Brasil no alcance el ritmo de crecimiento que esperamos, pasar de un crecimiento en los últimos años del -3,5 o -4% a un crecimiento del 0,5 es un salto que no vamos a ver en ninguna otra economía del mundo y esto realmente va a hacer que el banco central empiece a recortar los tipos de interés, aunque no lo hará de forma muy agresiva y no va a sorprender al mercado con estas medidas. Así que esta es la historia que nos hace pensar que Brasil lo va a hacer bien y por eso dos tercios de nuestras inversiones están aquí. Brasil tiene mucho espacio para crecer”.
Cambios en la cartera
Durante el último trimestre de 2016, el BGF Latin American Fund de BlackRock, que selecciona entre 50 y 70 valores de renta variable en Latinoamérica, ha deshecho posiciones en varias compañías mexicanas.
En Brasil, el fondo se mantiene sobreponderado, y a favor de compañías que se van a beneficiar de la mejora de las políticas y de la caída de los tipos de interés.