BlackRock detecta un nuevo régimen mundial que está creando oportunidades de inversión, tanto a corto como a medio y largo plazo. Así lo explicó Javier García Díaz, responsable de ventas de BlackRock para Iberia en la presentación de perspectivas para la segunda mitad del año de la firma.
García afirmó que este nuevo régimen se caracteriza por que los inversores son conscientes de las restricciones de los bancos centrales con sus políticas de subidas de los tipos de interés. Unas restricciones que persistirán, puesto que García desvela que en la firma esperan otras dos subidas más de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de EE.UU. y del BCE que dejarían el precio del dinero en el 5,75% y el 4,75%, respectivamente. “Los bancos no van a acudir al rescate como lo venían haciendo”, asegura el experto.
La inflación seguirá alta, precisamente, porque hay megatendencias que contribuirán a ella. Una, el envejecimiento de la población, que generará oportunidades de inversión en sectores como salud o inmobiliario. Pero que, a su vez, implica la misma demanda de productos con menor fuerza laboral. Es decir, tensiones en la oferta que inducen a la inflación.
También por la desglobalización, ya que “vivimos en el momento de mayor tensión desde la Guerra Fría”, debido a la guerra de Ucrania y las relaciones comerciales entre EE.UU. y Chima. “Todo, a costa de eficiencias económicas”. La revolución digital, una tercera megatendencia que detentan desde BlackRock, aliviaría las tensiones inflacionistas, aunque de manera insuficiente.
Eso sí, todas estas macrotendencias, a las que se unirían la transición energética y un nuevo paradigma en las finanzas, crearán oportunidades de inversión a largo plazo. Por ejemplo, en los sectores de semiconductores, defensa, aeroespacial, tecnología, electrificación de vehículos, salud y crédito privado. Precisamente, respecto a este último, García desvela el elevado potencial de crecimiento con el que cuentan los mercados privados, como consecuencia de la retirada de financiación bancaria provocada por la mayor regulación del sector y la salida de ahorro bancario hacia los fondos monetarios. “Un billón de dólares de ahorro se ha ido a los monetarios en 15 meses”, recuerda García, que añade como aliciente adicional para este mercado que “hay menos compañías cotizadas debido a las exigencias de publicación de resultados”.
Estrategia
En renta variable, prefiere los mercados emergentes “por el mejor ciclo de tipos de interés y valoraciones más atractivas” frente a los desarrollados, “donde las previsiones de beneficios son muy optimistas”. En la bolsa japonesa tienen un posicionamiento neutral, como consecuencia de una baja inflación que permite una política monetaria expansiva, unido al cambio regulatorio que propicia el reparto de dividendos por parte de las compañías.
Dentro de este activo, sobrepondera los valores y sectores “de calidad”, con balances saneados, cash flow sostenible, crecimiento y capacidad de inversión. “Preferimos los clásicos, como Meta o Microsoft”.
En emergentes, García reconoce su inclinación por China, “a pesar de que cuenta con valoraciones más altas, el riesgo geopolítico y que los efectos de la reapertura económica tras el COVID ha perdido fuelle”. El experto valora que es el segundo mayor mercado del mundo y que “hay valor”.
En renta fija, sobreponderan la renta fija emergente en moneda local, que ahora da rentabilidades “atractivas de alrededor del 7%”. En deuda pública, también favforecen el tramo corto frente al tramo largo de la curva y en bonos ligados a la inflación, prefieren EE.UU frente a Europa.
Para García, la cartera 60%-40% “ya no funcionará” en los próximos 10 años, por lo que invita a incluir los activos privados en las carteras.
España
Las perspectivas para España de BlackRock se caracterizan por una mejor opinión que con respecto a Europa. En renta variable, “si bien infraponderamos Europa por las perspectivas de beneficios, en España somos un poco más constructivos”, afirma García, que señala a bancos, industria y utilities “que migran a líneas más verdes” como los sectores a tener en cuenta.
El cliente español, según García, muestra en la actualidad un “sentimiento optimista” que a BlackRock le están suponiendo unos 600 millones de euros de flujos de inversión, “en ETFs, fondos indexados y gestión activa en renta fija”, así como en mercados privados a través de ELTIF de private equity. Es más, últimamente empieza a haber interés por otras partes del mercado, como los fondos de fondos de renta variable sectorial.