A pesar de que tanto el mercado de renta fija como el de renta variable estadounidense se encuentran en niveles históricos de precios, Kent Hogshire gestor del fondo BGF Global Allocation de BlackRock, cree que sigue habiendo oportunidades en los mercados financieros, solo que esta vez se encuentran fuera de Estados Unidos.
“El equipo toma riesgo en aquellas clases de activo en las que cree que nuestros inversores tienen el potencial de verse adecuadamente compensados, como es el caso de la renta variable japonesa y europea, así como en una selección de deuda emergente”, comenta.
Regresando al escenario de Estados Unidos, el gestor opina que todavía existen algunos tramos del mercado donde pueden encontrar oportunidades dentro de determinados sectores, industrias y nivel de seguridad. “No creemos que todas las acciones del mercado estadounidense sean caras. Nuestro trabajo consiste en cribar el ruido y encontrar aquellas empresas que desmienten los niveles de valoración más amplios del índice o que poseen características únicas que acreditan su inclusión en la cartera. En la actualidad estamos viendo oportunidades en el sector de la energía y en empresas vinculadas con la tecnología de la información”, añade.
Atravesando el noveno año de un mercado alcista, existen menos oportunidades que sean fácilmente observables entre un amplio nivel de clases de activos, es por ello que, desde BlackRock matizan que es necesario que los inversores miren por debajo de la superficie del índice y busquen oportunidades idiosincráticas. “Es aquí donde nuestro equipo se ha enfocado más recientemente y donde consideramos que podemos añadir valor”.
La actuación de la Reserva Federal
La Fed ha sido muy transparente señalando su decisión de subir tasas de interés y reducir el tamaño de su balance. El gestor de BlackRock cree que la Fed continuará con ambas decisiones en materia monetaria y que lo hará de una manera gradual, para no interrumpir el ciclo económico en expansión que ha comenzado hace varios años.
“En el corto plazo creemos que el impacto de las decisiones de la Reserva Federal en los mercados estará probablemente silenciado, ya que una gran parte ha sido ya descontada. El mayor impacto podría sentirse en el caso en el que la Reserva Federal comience a acelerar el paso de su política restrictiva a un ritmo superior al que los mercados esperan, esto podría ocurrir si el crecimiento económico y la inflación comienzan a acelerarse materialmente. Si esto provocara un ritmo mayor en la subida de tasas o en la reducción del balance, se podría ver un incremento potencial de la volatilidad y un incremento en la correlación entre bonos y acciones. En este tipo de entorno, intentaríamos incrementar la posición en efectivo de la cartera, dada la posibilidad de que los mercados de renta variable y renta fija se reajusten con una bajada en el precio al mismo tiempo. En cualquier caso, no creemos que esto vaya a suceder en el corto plazo”.
La volatilidad sigue silenciada… de momento
Son varios los motivos que hacen pensar que podría aumentar la volatilidad, pero predecir exactamente cuál será la causa que desencadene su incremento es muy difícil. “Creemos que uno de los factores más determinantes será el deterioro de los mercados globales, conforme esto podría impactar negativamente el nivel de ingresos corporativos y por consiguiente los precios de los activos. Sin embargo, desde nuestro punto de ventaja, no existen indicadores económicos adelantados que así lo señalen en el corto plazo”.
Existen unas nuevas fuentes de volatilidad que son increíblemente difíciles de cuantificar, entre ellas se incluyen los resultados de elecciones, referéndums y la creciente tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte. Estos eventos son muy difíciles de predecir y pueden causar que el incremento de la volatilidad tenga una corta vida o por el contrario se alargue en el tiempo. “La principal conclusión es que la volatilidad puede regresar en cualquier momento. Nuestro mandato es proporcionar un retorno total competitivo, pero también un menor nivel de volatilidad que el de los mercados globales durante un ciclo completo del mercado. Por lo tanto, dedicamos mucho tiempo pensando sobre las inversiones que tenemos y que proporcionarán una protección a la baja en el caso de que suceda un evento de riesgo. En la actualidad, esto incluye una exposición a bonos del Tesoro, oro y liquidez”.
Las oportunidades fuera de Estados Unidos
Las valoraciones son la principal razón por la que el gestor del BGF Global Allocation apuesta por invertir en oportunidades atractivas en Japón, Europa y en áreas seleccionadas de los mercados emergentes.
En concreto, las valoraciones en Japón siguen siendo atractivas a pesar de que el ciclo alcista comenzó hace cinco años, cuando el primer ministro Shinzo Abe comenzó a institucionalizar sus reformas económicas. En ese periodo, mientras el mercado japonés de renta variable subía, los ingresos de las empresas subieron también, permitiendo que las valoraciones permanecieran atractivas. Además, creemos que ha habido un cambio significativo en el gobierno corporativo japonés, lo que significa que las empresas están más centradas en incrementar sus retornos en renta variable y sus dividendos a los accionistas.
En Europa, los riesgos políticos siguen existiendo, pero se han templado en comparación con el comienzo del año, donde existían preocupaciones sobre la incertidumbre de las elecciones francesas. Lo que es más importante aún, la Eurozona sigue viendo una mejora en el crecimiento económico, un buen presagio para el sentimiento del consumidor y de las empresas. Desde un punto de vista de valoración, las acciones europeas cotizan con un descuento significativo con respecto a las estadounidenses y proporcionan una atractiva fuente de rentabilidad por dividendo, en lo que sigue siendo un mundo de bajos tipos de interés.
En los mercados emergentes, la exposición del fondo BGF Global Allocation se centra en las oportunidades del mercado asiático, excluyendo Japón. En concreto, en aquellos segmentos seleccionados de los mercados de China e India. Los mercados emergentes no son homogéneos, por lo que en nuestra opinión es importante tener un enfoque más específico en las oportunidades que existen en los mercados.
La importancia de tener exposición a clases de activos no tradicionales
La exposición directa a materias primas dentro de la cartera se realiza principalmente a través de títulos relacionados con el oro, que son utilizamos como un elemento diferenciador dentro del riesgo de renta variable. “Creemos que el oro puede ser muy útil para proteger nuestros esfuerzos en materia de gestión cuando la fuente de volatilidad en el mercado es el riesgo geopolítico. Por ejemplo, vimos que el oro tuvo un buen desempeño a principio del año cuando había cierta incertidumbre alrededor de las elecciones francesas y más recientemente con las crecientes tensiones en la península de Corea. En el caso de que comience a caer el crecimiento económico, creemos que el oro podría ser una buena cobertura para la cartera, conforme los mercados estuvieran esperando de nuevo que los bancos centrales comiencen a proporcionar de nuevo una política monetaria acomodaticia en la forma de nuevos bajos tipos de interés. El entorno donde el oro puede ayudar menos es en uno en el que la política de los bancos centrales comience a ser más restrictiva de lo anticipado, en cuyo caso, probablemente revisaríamos nuestra posición. Nos sentimos cómodos con nuestra exposición dadas nuestras expectativas de que los bancos centrales realizarán sus movimientos de una forma gradual en el corto plazo, revirtiendo las medidas extraordinarias utilizadas durante el periodo posterior a la crisis financiera”.
A parte de sus posiciones en oro, la cartera también tiene una exposición superior en el sector de energía, con una exposición indirecta al crudo a través de acciones en empresas petroleras. El sector energético ha tenido un desempeño peor que la mayor parte del mercado en lo que va de año, especialmente durante la primera mitad, cuando los precios del crudo eran más bajos.
“Hemos encontrado oportunidades en la industria de exploración y producción de Estados Unidos, donde hemos encontrado empresas con exposición a una producción de crudo de esquito de bajo coste. Además, favorecemos las empresas integradas de Estados Unidos y Europa, dadas sus razonables valoraciones por encima de la rentabilidad media por dividendo”.