En su carta mensual correspondiente a agosto, el llamado rey de los bonos compara el conocimiento sobre el sexo con el de los mercados económicos y financieros, mencionando su propia experiencia, y cómo pocos están dispuestos a tener “la conversación”. Sin embargo, señala que la situación actual amerita hablar sobre ella.
En su opinión, el sistema financiero basado en el crédito deja de funcionar cuando los activos invertibles poseen demasiado riesgo y pocos retornos, cuando el tener activos tangibles como oro y real estate se vuelve más atractivo que el dinero bajo el colchón. Así, Bill Gross favorece el oro y los activos de real estate sobre las acciones y también los bonos que, según él, están sobrevalorados.
Además, el entorno de bajas tasas “destruye los ahorros” e incapacita a los bancos, aseguradoras, fondos de pensiones así como pymes para pagar las deudas futuras y los beneficios como las pensiones. “Los bancos centrales parecen no percatarse de este lado oscuro de los tipos bajos. Si se mantienen por mucho más tiempo, la economía real se verá afectada, mientras los ingresos esperados caen y las inversiones se estancan”, escribe en su carta.
Sobre los estímulos utilizados por los bancos centrales de Japón, Europa e Inglaterra, Gross advierte de que la posibilidad de revender los instrumentos inflando el balance de los bancos es una “promesa que no se puede cumplir” y que para que las políticas monetarias funcionen se deben ver crecimientos del 4%-5% en los EE.UU., del 3%-4% en Europa y de entre el 2% y el 3% en Japón.
Por estas razones el rey de los bonos escribe que “no me gustan los bonos, no me gustan la mayoría de las acciones, no me gusta el private equity». Frente a esto, habla del atractivo de activos reales como la tierra, el oro… «Con descuentos, son las categorías que favorezco, pero son difíciles de adquirir por parte de inversores individuales por la financiarización de la riqueza”, dice.
Gross recomienda utilizar las estrategas que gestiona en Janus Global, donde se encuentra invertida gran parte de su riqueza personal.