Comenzamos un año nuevo lleno de retos para los mercados y de oportunidades para los inversores. Tras revisar las perspectivas que las gestoras internacionales han publicado de cara a 2025, hemos querido extraer cuál es su principal mensaje para los próximos doce meses. Sin duda, hay tres ideas que se repiten: clara apuesta por la renta variable, necesidad de diversificar y ser selectivos y seguir invertidos en activos alternativos. Y coinciden en situar al inversor en el punto de salida de un nuevo paradigma de inversión: un giro hacia un mundo multipolar, políticas fiscales más proactivas y tipos de interés más altos en comparación con la última década.
BlackRock: IA y fragmentación geopolítica
“Llevamos tiempo afirmando que las economías se están transformando debido a las megafuerzas como el auge de la inteligencia artificial (IA) y la fragmentación geopolítica. Esto se traducirá probablemente en una mayor dispersión del comportamiento entre países, sectores y empresas. Europa parece no beneficiarse tanto de algunas de las tendencias a largo plazo. Por eso, incluso con valoraciones deprimidas, mantenemos una infraponderación táctica de forma general y preferimos una exposición granular a sectores y países. Mantenemos una sobreponderación en la deuda europea high yield y una posición neutral en la deuda pública e investment grade de la eurozona”, apuntan desde BlackRock.
¿Dónde les deja esto? Según indican desde BlackRock, se mantienen a favor del riesgo. “Vemos que Estados Unidos aún se destaca frente a otros mercados desarrollados gracias a un crecimiento más sólido y su capacidad para capitalizar mejor las megafuerzas. Elevamos nuestra sobreponderación a renta variable estadounidense y vemos que el tema de la IA se amplía. No creemos que las altas valoraciones de las acciones estadounidenses por sí solas desencadenen una reevaluación a corto plazo. Pero estamos listos para ajustarnos si los mercados se vuelven demasiado exuberantes. Infraponderamos los bonos del Tesoro de EE.UU. de larga duración tanto en un horizonte táctico como estratégico, y vemos riesgos para nuestra perspectiva optimista ante cualquier incremento en los rendimientos de los bonos a largo plazo. Consideramos que los mercados privados son una forma importante de asignar a las megafuerzas y nos hemos vuelto más positivos con respecto a las infraestructuras en un horizonte estratégico”, apuntan en su documento de perspectivas.
Fidelity International: aprovechar las divergencias
Según el informe de perspectivas de inversión 2025 de Fidelity International, las divergencias en las políticas, la evolución económica y la geopolítica plantean un atractivo abanico de oportunidades a los actores del mercado en 2025. Para Niamh Brodie-Machura, codirectora de inversiones del área de Renta Variable de Fidelity International, las políticas macroeconómicas y monetarias deberían crear un entorno positivo para los mercados bursátiles de cara a 2025. “El ciclo económico entrará en una nueva fase, pero la geopolítica también resonará con más fuerza durante el año. Las tendencias que hemos observado dictan que los recientes movimientos de las cotizaciones pueden tener más recorrido, pero cabe esperar que surjan nuevas direcciones y una ampliación de las áreas de crecimiento en los mercados. Son momentos muy interesantes para los inversores bursátiles”, afirma Brodie-Machura.
A la hora de destacar una región concreta, más allá de EE.UU., la experta de Fidelity apunta a Japón: “Consideramos que los indicadores de sentimiento y los fundamentales son favorables. El país continúa en la senda de la reflación merced a un fuerte crecimiento salarial, mientras que la inversión empresarial y la rentabilidad para el accionista aumentarán de forma constante con el tiempo. El porcentaje de empresas del Topix que superan al índice también ha aumentado, ya que los inversores han salido en busca de los beneficiarios de las reformas del gobierno corporativo del país.
Schroders: renta variable y mercados privados
Para Johanna Kyrklund, directora de inversiones del Grupo Schroders, el telón de fondo económico sigue siendo propicio para obtener rentabilidad, pero la diversificación será esencial para construir carteras resistentes. “Creemos que existe potencial para que los mercados se revaloricen aún más en EE.UU., especialmente dado el enfoque de Trump en cuanto a la desregulación y los recortes de impuestos corporativos. Las expectativas de consenso apuntan a una mejora del crecimiento de los beneficios en la mayoría de las regiones en 2025”, defiende.
Además, Kyrklund afirma que las políticas fiscales y monetarias divergentes en todo el mundo también ofrecerán oportunidades en los mercados de renta fija y divisas, así como considera que los sólidos balances de las empresas respaldan el rendimiento que ofrecen los mercados de crédito. “Los mercados privados también pueden contribuir a la resistencia mediante la exposición a distintos tipos de activos que suelen estar más aislados de los acontecimientos geopolíticos que la renta variable o la renta fija cotizada. Algunos ejemplos son los activos inmobiliarios y de infraestructuras, que ofrecen flujos de caja resistentes a largo plazo, o activos como los valores vinculados a seguros, en los que la meteorología es el principal factor de riesgo”, añade.
Janus Henderson: el impacto del ciclo de tipos
Según cuenta Ali Dibadj, CEO de Janus Henderson, en las numerosas conversaciones que mantienen con clientes de todo el mundo, una cosa está clara: la mayoría espera ver un aumento de la volatilidad en los mercados en 2025 y más allá. “Compartimos esa opinión y reconocemos la complejidad de posicionar las carteras en función de los factores macroeconómicos que configuran el mundo”, reconoce. Desde la gestora ven que la economía mundial sigue estando en la fase final del ciclo, y cualquier aumento de la asunción de riesgos debe abordarse con cautela. “El aumento de las valoraciones de los activos de mayor riesgo tras las elecciones estadounidenses reduce la tolerancia al error. A medida que la política monetaria mundial diverge y la ampliación de la economía repercute en los sectores en diversos grados, los inversores deben tratar de equilibrar la capacidad de un valor para beneficiarse de la ampliación del ciclo con su valoración”, comentan.
En este sentido, Adam Hetts, director global de Multi-Activos de Janus Henderson, considera que hay que ampliar la apertura en una economía de ciclo tardío. “Los recortes de los tipos de la Fed y la resistencia del sector empresarial han elevado las valoraciones de los bonos, pero dentro de este espacio, la emisión de alto rendimiento tiene el potencial de proporcionar un carry adicional y una menor sensibilidad a los movimientos de un mercado de tipos aún volátil. Fuera de Estados Unidos, las divergencias en la suerte económica y la política monetaria crean oportunidades. Europa, por ejemplo, probablemente no tenga más remedio que mantener su política acomodaticia. Sin embargo, unos tipos estadounidenses más altos y la consiguiente fortaleza del dólar supondrían un reto para los emisores de los mercados emergentes que dependen de la financiación en la divisa estadounidense”, destaca respecto a la renta fija.
Allianz: más activos de riesgo
Desde Allianz GI, también tienen un mensaje claro para los inversores: “Nuestro escenario base para la economía estadounidense es un aterrizaje suave, en el que la inflación se ralentiza y se evita la recesión. Este resultado beneficia a varios activos de riesgo, especialmente a la renta variable de EE.UU., que nos sigue pareciendo atractiva pese a las altas valoraciones. “Tras las elecciones estadounidenses, las perspectivas para los activos de riesgo parecen positivas. Se prevé un aterrizaje suave para la economía mundial y, en concreto, la estadounidense, pese a que la volatilidad podría incrementarse. Los riesgos continúan, ya que los mercados han descontado un ciclo de recortes de tipos que podría verse interrumpido por el repunte de la inflación. En nuestra opinión, es el momento de que los inversores se replanteen la composición de sus carteras, incorporando activos con mayor riesgo y mayor rentabilidad, o añadiendo inversiones en activos ilíquidos, como la deuda privada o las infraestructuras. Ante la posibilidad de nuevos conflictos comerciales, la gestión activa y la cautela serán clave para adaptarse a una economía mundial en la que resultará clave ser selectivo”.
Además, desde la gestora insisten en que los inversores podrían plantearse la posibilidad de asumir un mayor riesgo. “Para ello, podrían reasignar las posiciones que tienen actualmente en efectivo o en fondos monetarios de bajo riesgo. Estas posiciones podrían dirigirse hacia oportunidades de «riesgo medio» en renta fija o en mercados privados, con el objetivo de compensar las áreas de mayor riesgo. Además, los mercados privados podrían ser un elemento clave para la diversificación, en un momento en el que la normativa europea intenta impulsar los flujos de inversión de los particulares hacia deuda privada e infraestructuras”, añaden.
Vanguard: no olvidar la renta fija
Según defienden desde Vanguard, el panorama a largo plazo favorece la diversificación, también en renta fija. En su opinión, el mayor riesgo a la baja para los bonos también se refiere a las acciones, es decir, un aumento de las tasas a largo plazo debido a factores que podrían incluir el gasto continuo por déficit fiscal o la eliminación del apoyo de la oferta.
Para Vanguard, las valoraciones en EE.UU. están elevadas, pero no tanto como sugieren las métricas tradicionales. A pesar de las tasas de interés más altas, muchas grandes corporaciones se han protegido de una política monetaria más restrictiva asegurándose costos de financiamiento bajos con antelación. Y, lo más importante, el mercado se ha ido concentrando cada vez más en sectores orientados al crecimiento, como la tecnología, que apoyan valoraciones más altas. Las valoraciones internacionales son más atractivas. Esto podría continuar, ya que las acciones de las empresas fuera de EE.UU. podrían estar más expuestas a los riesgos económicos y políticos crecientes.
“La atractividad a largo plazo de los bonos sigue vigente en el actual entorno de tasas de interés. Creemos que los inversores a largo plazo seguirán beneficiándose de una cartera diversificada que combine ingresos fijos y acciones globalmente diversificadas”, concluye Joe Davis, Global Chief Economist y Global Head of Investment Strategy Vanguard Group.
abrdn: small caps
La gestora es ahora más positiva con respecto a la renta variable de los mercados desarrollados, ya que el fuerte crecimiento de los beneficios en EE.UU. y la probable ampliación de los mercados entre los ganadores del sector tecnológico y de la inteligencia artificial proporcionan una base sólida para el rendimiento de las bolsas.
“De cara a 2025, existe una gran incertidumbre sobre las características exactas de los cambios políticos que se avecinan bajo la presidencia de Donald Trump. Existe un importante riesgo de que la administración Trump resulte mucho más perturbadora de lo que esperamos, tanto al alza como a la baja, en términos de resultados económicos y de mercado. Y hay escenarios en los que su agenda política resulte aún más favorable para el crecimiento y la confianza de los mercados”, afirma Peter Branner, director de Inversiones de abrdn.
Además, apunta hacia las small caps: “Los próximos cambios en la política estadounidense generan incertidumbre, pero es probable que beneficien de forma más clara a las empresas estadounidenses y, en particular, a las de pequeña capitalización o small caps. La agenda de desregulación que persigue la administración Trump probablemente facilitará la actividad de fusiones y adquisiciones por parte de la Comisión Federal de Comercio, al tiempo que relajará las regulaciones de capital bancario y concederá más permisos de exploración energética. Los recortes del impuesto de sociedades tenderán a beneficiar más a las empresas más pequeñas, mientras que, por el contrario, los aranceles afectarán desproporcionadamente a las empresas expuestas internacionalmente”.