Europa tiene que afrontar numerosos desafíos políticos y económicos en la actualidad, pero, a nivel global, ofrece oportunidades para todo tipo de inversiones. “Cuenta con numerosas empresas de calidad que pueden ofrecer buenos retornos, incluso en entornos complicados”, asegura Ben Ritchie, director adjunto de renta variable europea de Aberdeen Standard Investments.
Para él, la clave es ser selectivo y centrarse en los fundamentales para ofrecer rendimientos a largo plazo. En ese sentido, destaca el proceso que sigue la que es la mayor gestora activa en el Reino Unido y la sexta en inversión en renta variable a nivel mundial. Primero, ponen en marcha un gran flujo de generación de ideas, después realizan una investigación de los fundamentales con revisión de pares y, por último, construyen una cartera diferenciadora.
“Lo esencial es la capacidad de sacar ideas de la investigación de los fundamentales y trasladarlas a la estrategia para articular productos sólidos que de verdad puedan destacar en el mercado”, afirma durante un desayuno celebrado en Madrid.
Ritchie admite que, debido a la incertidumbre que ha rodeado a Europa en los últimos meses y a los datos económicos más débiles, la confianza en este mercado es bastante baja. Sin embargo, destaca, eso permite que las empresas de este mercado sean mucho más baratas en comparación a otros tipos de activo. De hecho, actualmente, las acciones están cotizando a los niveles más bajos de los últimos 50 años. “Ha sido un mercado barato desde hace tiempo, el desafío es encontrar otros motivos para invertir en él”, señala.
Es cierto que el mercado estadounidense goza de mejor salud actualmente, ya que el PIB es más alto, ha evitado la crisis financiera europea y cuenta con mayores avances en tecnología y software, sectores que han registrado elevados retornos. Sin embargo, destaca, en Europa sigue habiendo alrededor de 1.000 oportunidades potenciales de inversión en torno a empresas que están creciendo rápidamente y que pueden arrojar muy buenos resultados.
En ese sentido, pese a los problemas políticos y económicos que afronta Europa en la actualidad, a nivel global presenta oportunidades “muy interesantes”. “Es un mercado muy atractivo para los inversores ‘bottom-up’”, asegura.
En los últimos seis años, no ha habido un crecimiento de los ingresos en este mercado, por lo que el punto de partida puede no ser demasiado atractivo. Sin embargo, dice Ritchie, la cartera del fondo Aberdeen Standard SICAV I – European Equity Fund ha logrado registrar “retornos de doble dígito” en los últimos años.
En concreto, su rendimiento anualizado a un año es del 13,31%, por encima del 4,79% del índice de referencia. Además, en los primeros cuatro meses de 2019, esta cifra ha sido del 23,42% y, desde su lanzamiento en enero de 1993, su rentabilidad anualizada ha alcanzado el 9,10%. “Si eliges las empresas adecuadas, obtienes este tipo de retorno. Las buenas compañías se desempeñan muy bien incluso en entornos desafiantes”, asegura.
En concreto, Ritchie hace referencia a empresas como la neerlandesa Unilever (con un peso del 4,3% en la cartera) o la danesa Novo-Nordisk (3,6%), dedicada al sector farmacéutico y que lleva en su cartera prácticamente desde el comienzo. “Es líder mundial en el tratamiento de la diabetes. Se trata de un muy buen ejemplo de una empresa fuerte en el mercado europeo, que apuesta por la innovación y que no ha parado de crecer”, afirma.
El plazo medio de inversión en empresas del fondo es de 5 años y no sobreponderan conscientemente determinados sectores, aunque actualmente destacan el de los bienes de consumo (28% de la cartera), el industrial (18,7%) y el sanitario (15,2%). Aun así, “ningún sector tiene el monopolio de la calidad”, apunta.
Consultado por el impacto que pueda tener el Brexit, Richie considera que no va a provocar grandes cambios en la estrategia porque se centran en empresas internacionales con buenas perspectivas de crecimiento a largo plazo. Por ese motivo, en general, los factores políticos domésticos de Europa no les afectan demasiado; aunque admite que, si el resultado final es un Brexit duro, sí perjudicará a la confianza de los inversores.
Además, cree que Europa está mucho más expuesta a factores como el conflicto comercial, que puede afectar a sus capacidades de exportación. Por esa razón, insiste, es importante apostar por empresas de calidad que cuenten con dos características esenciales para lidiar con entornos conflictivos: márgenes elevados para absorber los impuestos y poder de fijar precios para gestionar el impacto de los aranceles.