La percepción que tenemos sobre las cosas no siempre se corresponde con la realidad y eso pasa ahora con la bolsa europea, según demostró Michael Barakos, CIO de Renta Variable Europea de JP Morgan AM, en el marco del evento anual de prensa celebrado por la gestora recientemente en Londres. Barakos recordó que, pese a las caídas en el tercer trimestre, la bolsa europea acumula fuertes subidas en los últimos seis años –“algo que hace seis años no era tan obvio”, y una revalorización que muchos se perdieron, al menos la del periodo anterior al “wathever it takes” de Draghi en 2013-, y también en el último año ha ganado un 10% aproximadamente. Barakos examinó también los mitos y realidades de un activo, que, en su opinión, tiene aún mucho que ofrecer… tanto, como rentabilidades medias anuales de doble dígito en un ciclo de cinco años.
“Es cierto que el entorno ha cambiado con respecto al pasado y hay que ser honestos pero creemos que lograr rentabilidades medias anuales del 10% en los próximos cinco años es realista”, asegura, incluso en entornos de bajo crecimiento. Eso no significa que en 2016 las acciones europeas vayan a subir un 10%, pues Barakos reconoce que algún año puede haber retornos negativos, pero cree que, en un ciclo de cinco años, la media anual de retornos podría llegar a ese nivel. Porque, en su opinión, el escenario es aún atractivo, desde tres puntos de vista: el de las valoraciones, el de los fundamentales empresariales y el de la macroeconomía.
“Hace seis años el mercado estaba muy barato pero faltaba visibilidad, y había recompensa por tomar ese riesgo. Ahora las valoraciones no son tan baratas pero sí son atractivas frente a otros activos y en términos históricos”, dice el experto, rompiendo el mito de que los precios son demasiado altos como para esperar grandes retornos.
Con respecto a la macro, hace en primer lugar, una aclaración: “Se asume que cuando el crecimiento es bueno los mercados de acciones van a comportarse bien y viceversa pero esta presunción puede estar lejos de la realidad: la historia demuestra que las ratios de crecimiento económico son irrelevantes a la hora de predecir los retornos en bolsa. En 100 años, éstos han estado negativamente correlacionados porque los inversores son seres humanos que tienen a pagar de más por la confianza en el crecimiento”, explica. La clave está, pues, en la sorpresa, en verse sorprendido positiva o negativamente, y, en su opinión, de cara al próximo trimestre y a 2016, Europa afronta un escenario que puede ofrecer sorpresas positivas.
“La política monetaria del BCE es un estímulo poderoso”, en términos de capitalización, y lo seguirá siendo debido a su continuidad ante la caída en las expectativas de inflación, “y también hay otros factores macro que ayudan como el precio del crudo o la debilidad del dólar. Europa no crecerá mucho pero sí ofrecerá positivas sorpresas en su crecimiento y eso es lo importante para los mercados de valores”, explica. Algo a lo que están ayudando las reformas. Porque, dice, es un mito que Europa aún tenga que implantar las reformas necesarias para su recuperación: “Las reformas ya se están implementando, sobre todo en los países de la periferia europea, que abrazaron la austeridad temprano y ya han mejorado su competitividad, como Irlanda, España, Italia o Portugal. Grecia es la excepción pero comenzará ese camino ahora, y ya no es una preocupación porque ya no es un mercado desarrollado sino uno emergente”, añade. Así, vaticina que Italia, que empezó algo más tarde, crecerá un 1%, Portugal un 2%, España un 3% e Irlanda más de un 5%, con el viento fiscal de cola por primera vez desde hace años. Y con una mejor situación para consumidores, bancos y empresas, y algo mejor también para los gobiernos.
David Stubbs, estratega de mercados de JP Morgan AM, y Vincent Juvyns, también estratega en Europa, coincidieron al señalar, también en el evento en Londres, el potencial de crecimiento para el continente (del 1,5%-2% de media) y con más riesgo al alza que a la baja, en un entorno en el que los países core ya no son los únicos motores y en el que favorecen las compañías con negocio doméstico frente a las exportadoras (el sector de consumo discrecional por ejemplo, o el bancario).
Pero, además de la macro, las compañías europeas también tienen margen de sorpresa vía ganancias, es decir, por sus fundamentales. Así, Barakos habla de otro mito, el que subestima el tema de los beneficios: “Los expertos dicen que la subida de la bolsa se ha debido a un re-rating, ante las bajas valoraciones, pero que ahora se necesita ver beneficios para seguir siendo positivos. Pero olvidan que, a cinco años, los beneficios de las firmas europeas han sorprendido positivamente”, dice, con la excepción de cinco trimestres desde entonces. Desde la gestora también recuerdan que, en el segundo trimestre del año, el crecimiento ha sido del 6%, y del 20% excluyendo el sector de la energía y las empresas británicas.
Así, Barakos habla de unas cifras “fuertes” y espera crecimientos futuros de hasta el 30% en países como Italia o Irlanda, de en torno al 20% en España y Holanda, y del 15% en Bélgica, Suecia, Dinamarca o Alemania. Y en la gestora no se muestran preocupados por un potencial negativo efecto procedente del mundo emergente. “Europa se encuenta hoy en un punto en el que tiene los mejores fundamentales en términos de cambios positivos en las expectativas tanto top down como bottom up”, resume Barakos.
Los retos… y la política
Barakos también habló de algunos retos, como la necesidad de superar el escándalo de Volkswagen, aunque aseguró que no lo tenían en cartera porque no les gustan sus fundamentales, ante su alta exposición a China. En positivo, considera que hay sectores que pueden beneficiarse, como la industria de componentes de automóviles que pueden sacar provecho de una regulación más estricta en cuanto a las emisiones. Porque su trabajo, dice, es buscar el lado bueno de las cosas, las oportunidadades que surgen de los problemas.
También en el caso de los retos políticos que se abren en lugares como España, que afronta elecciones generales a finales de diciembre. “Dependiendo del resultado, y si se ponen en peligro las reformas, puede afectar negativamente a los mercados, pero descartamos que Podemos llegue al poder y que la agenda de reformas se revierta aunque sí podría ralentizarse. Si las reformas siguen, veremos mucho crecimiento en los beneficios de las empresas y atractivo en el mercado, que ya no está muy barato pero sí valorado justamente. Esperamos que los españoles voten por una continuidad de las reformas”, apostilla. “Cada vez es menos probable una coalición de gobierno entre PSOE y Podemos porque Podemos está perdiendo poder y se subestima la posibilidad de un gobierno del PP, con los socialistas o con Ciudadanos”, comentan Stubbs y Juvyns, sobre el tema. En su opinión, las elecciones llevarán volatilidad a los mercados de renta variable aunque el evento les preocupa menos que hace unos meses, cuando el poder de partidos como Podemos se presuponía más fuerte, y consideran que puede generar atractivas oportunidades de compra. En general, consideran que en Europa, los partidos antieuropeos no ganarán poder.
Sobre otro reto, el de los refugiados, Stubbs y Juvyns comentan que habrá que prestar atención, porque podría polarizar la política y sociedad europea. “Con el envejecimiento de la población, integrar a los emigrantes no es todo malas noticias. Pueden integrarse y trabajar y aliviar ese problema demográfico”, añaden.