Las perspectivas de Bankinter para el cuarto trimestre de 2016 otorgan un papel protagonista a la renta variable, pues la entidad considera el activo sustancialmente infravalorado. Según el equipo de análisis que dirige Ramón Forcada, los retornos no serán «explosivos», sino «suficientes y progresivos».
En este sentido, estima que las bolsas cerrarán el año en los niveles actuales o algo superiores, con retrocesos ocasionales que no marcarán tendencia. Las bolsas se convierten, por lo tanto, en la única alternativa de inversión «decente» sin asumir, riesgos «indecentes» y por eso en su cartera modelo la firma reduce significativamente la exposición a la renta fija, reemplazándola por una selección de fondos de retorno absoluto de riesgo reducido. “Movemos nuestra estrategia de inversión en renta variable a posiciones menos defensivas y con más exposición al ciclo mientras advertimos del riesgo creciente de la renta fija”, explican.
La bolsa europea, la peor valorada
Dentro de las bolsas mundiales, la más atractiva para la entidad es la europea, con una perspectiva de revalorización del 20,8% en el caso del Eurostoxx 50 dentro de un escenario de impacto moderado del Brexit. Le sigue la renta variable española, con un potencial para el Ibex 35 del 12,1%. En concreto, Bankinter mantiene mantiene su apuesta por el sector inmobiliario donde observa recorrido al alza para las socimis como Merlin Properties y, de forma táctica para inversores con perfil dinámico o superior, Hispania Activos Inmobiliarios.
En EE.UU. se espera una revalorización del 10,6% para el S&P 500 mientras que para el Nikkei anticipa una subida del 6,5% tras un cierre negativo este ejercicio.
Deuda, ¿riesgo inminente?
Los expertos de Bankinter no descartan períodos de alta volatilidad en los bonos soberanos con steepening de la curva y advierten de “los crecientes riesgos de esta clase de activo en un contexto en el que el margen de maniobra y la influencia de los bancos centrales ha disminuido”. Es la misma posición neutral que adoptan en los bonos corporativos, hacia donde pronostican que se trasladarán progresivamente los mayores riesgos de la deuda soberana y donde se podrían registrar ampliaciones de spreads y, en consecuencia, caídas de precio.
También pierde atractivo el oro, debido a una menor aversión al riesgo y a la perspectiva de incremento de tipos en EE.UU. que presiona a la baja su precio. Bankinter estima que cerrará el año entorno a 1.300/1.350 dólares.
En renta variable, un sector complicado son las aerolíneas por el deterioro de los ingresos por sobrecapacidad y la guerra de tarifas.
Escenario macroeconómico
En el escenario macroeconómico general, Bankinter reduce a la mitad el impacto negativo del Brexit respecto a su valoración de junio mientras que constata que la economía española ha ignorado hasta ahora el vacío de poder político aunque “si tuvieran que convocarse unas terceras elecciones empezaría a resentirse el ritmo de crecimiento”.
En EE.UU., el crecimiento presenta síntomas de debilitamiento y Bankinter prevé dos subidas más de tipos de interés hasta el 0,75%/1%, la segunda avanzado 2017.
Sobre las economías emergentes, se empieza a ofrecer un «diagnóstico de cambio» aunque eso no significa, advierten desde el banco, que vayan a virar rápidamente y recuperar enseguida los niveles de crecimiento que les corresponden. Excepto India, el resto exigirá cierto tiempo. Tal vez un par de años. Sobre todo Brasil.
Por último, la entidad espera una lenta depreciación del yen, pero con altibajos cerrando el año en el rango 108-121 euros para deslizarse hacia 130 euros a lo largo de 2017/18. En cuanto al dólar debería apreciarse, incluso hasta 1,05 euros, pero no en lo que resta de año, sino en 2017/18.