Bankinter ha presentado su Informe de Estrategia Trimestral para el tercer trimestre de 2024, que abarca las posibles implicaciones de menores bajadas de tipos de interés, los efectos de los extraordinarios resultados corporativos y la estrategia de inversión propuesta según el panorama geopolítico esperado para los próximos tres meses.
Los analistas de Bankinter destacan cómo la cuestión clave es conseguir un balance equilibrado entre tipos de interés adecuados, crecimiento suficiente e inflación aceptable, maximizando el empleo. A pesar de las incertidumbres de la coyuntura actual y de sus dudas al respecto, el equilibrio entre estos cuatro factores parece satisfactorio, aunque no perfecto.
Lo importante, señalan, es la evolución razonablemente coordinada de estas cuatro variables clave. Bankinter destaca cómo la inflación se resiste, pero cede poco a poco, no hasta el deseado 2%, pero se debe aceptar un nuevo contexto de inflación algo superior de forma semiestructural (2,5% en Europa y 3,0%/3,5% en Estados Unidos), que será compatible con tipos de interés positivos en niveles razonables e inferiores a los actuales (ca. 3,50% y 4,00%/4,50%, respectivamente), y que permitirán crecimientos suficientes en Europa (+1,5%/+2%) y generosos para la economía americana (superiores a +2%), que, a su vez, darán continuidad al actual contexto de pleno empleo en las economías desarrolladas.
El banco señala cómo la nueva situación hacia la que se dirige la economía, compuesta por esta combinación, compensará: porque, con una inflación aceptable, los tipos de interés solo bajarían más ante un deterioro apreciable de crecimiento y empleo. Pero ese escenario alternativo sería peor, no compensaría el posible “canje” de situación. No compensaría tener tipos inferiores a cambio de problemas con el crecimiento y el empleo. Por eso defienden que tanto la situación como perspectivas son mejores de lo que parecen, particularmente en lo que se refiere al mercado.
En cuanto a los beneficios empresariales -cantidad y calidad-, estos determinan la evolución de las bolsas en el medio y largo plazo. El corto plazo suele responder al sentido de las noticias inesperadas, al “ruido” del día a día. Por eso, la política condiciona el corto plazo, pero no determinará la dirección del mercado. Lo realmente importante, el factor clave para las valoraciones, son los beneficios. Y éstos, en grandes números, estiman que se expandirán en 2024/25 en el rango +11%/+14% anual en Estados Unidos y +3%/+8% en Europa, destacando que la ventaja americana continúa siendo clara.
Bolsa americana frente a Europa
La estrategia de inversión de Bankinter continúa favoreciendo la bolsa americana frente a la europea. En consecuencia, estiman un potencial de revalorización aproximado del 23% para la bolsa americana y del 8% para la europea. Señalan que es importante tener en cuenta que, al llegar junio, las valoraciones estimadas «avanzan» un año, de modo que los potenciales se calculan para diciembre de 2025 en lugar de diciembre de 2024. Estos potenciales parecen coherentes con el avance acumulado estimado para el período 2024/25 en términos de beneficios empresariales. Además, se debe considerar la mejora de las valoraciones derivada de las bajadas de tipos de interés, aunque sean pocas y lentas.
Por tanto, destacan que el contexto continuará siendo pro-bolsas, pro-riesgos, sin tensiones especiales en las TIR de los bonos (excepto casos singulares como Francia, por la influencia de la política), con el petróleo tendiendo a abaratarse lentamente hacia el rango 80/70 dólares/barril. y el dólar más bien apreciado (1,04/1,06 euro/dólar) a medida que se confirme la recurrencia de un crecimiento (PIB) más sólido en Estados Unidos que en Europa, lo que hará más difíciles las bajadas de tipos por parte de la Fed.
Finalmente, los analistas de Bankinter apuntan a que la política y geoestrategia son factores exógenos distorsionadores, pero más previsibles que el trimestre anterior; destacan que probablemente su perfil de riesgo se haya reducido. Esto último puede parecer contraintuitivo considerando la situación política en Francia, la proximidad de las elecciones americanas y las dos guerras en curso. Pero los analistas destacan su preferencia por construir su estrategia de inversión en base a los desenlaces más probables y no a los más destructivos.
En el frente geoestratégico, los analistas apuntan a que ninguna de las dos guerras en curso (Ucrania e Israel) se cerrarán a corto plazo, pero es improbable que su impacto negativo aumente. Se convertirán en conflictos abiertos de intensidad media y de medio/largo plazo, aunque con ocasionales altibajos imprevisibles. Salvo improbables desenlaces destructivos, el mercado continuará conviviendo incómodamente con ellos y sobrevivirá dignamente a sus indeseables consecuencias.