El Departamento de Análisis de Bankinter ha presentado su informe de Estrategia para 2025, destacando varios puntos clave sobre la situación económica global. Entre los mensajes más relevantes se encuentran: «Nadie sabe casi nada», «Ciclo expansivo cuestionado», «Reajuste», «Recesión improbable» y «Posicionamiento algo menos agresivo».
El informe señala que, aunque algo ha comenzado a cambiar, aún es imposible determinar su alcance o profundidad, y, lo que es más importante, no parece ser una mejora. Según Bankinter, extraer conclusiones fiables de la información actual, que califican como «errática, confusa e imprecisa», es un reto. Este tipo de información es el denominador común en la nueva administración americana, lo que ha llevado a los analistas a admitir que el conocimiento disponible es escaso, incluso menor que en el pasado.
A pesar de la falta de certezas, el informe subraya que los «riesgos se mueven al alza» después de un largo periodo de «contenimiento». Este contexto, aunque lleno de incertidumbre, dibuja un panorama económico para 2025 en el que las expectativas de crecimiento están opacadas por la falta de claridad y la constante presencia de riesgos emergentes. En este contexto de mayor incertidumbre y sin potencial en las bolsas, Bankinter recomienda reducir la exposición a renta variable de forma táctica.
Bankinter también alerta sobre las actuales condiciones económicas y su impacto en los mercados financieros. La entidad destaca que ni el crecimiento, ni la inflación, ni el riesgo asociado a las inversiones son los mismos que hace unos meses. En particular, advierten sobre el inicio de lo que podría convertirse en una guerra arancelaria de gran alcance, que, dependiendo de cómo evolucione, podría tener consecuencias limitadas o intensificarse. Las posibles correcciones de esta guerra comercial dependerán de la comprensión de que todos los involucrados resultan perjudicados, lo que podría llevar a una disminución de los beneficios empresariales.
Así, Bankinter señala que, a menores beneficios, las valoraciones de las empresas serán más bajas y la evolución de las bolsas será más modesta. Además, la entidad destaca que la evidencia muestra que una inflación superior generalmente viene acompañada de tipos de interés más altos (o menos bajos, en el ciclo económico actual), lo que también reduce las valoraciones de las compañías. Por extensión, esto afecta negativamente a las bolsas. Las valoraciones actualizadas de Bankinter solo otorgan un potencial de revalorización positivo, aunque francamente modesto, a la bolsa americana, lo que hace inevitable reducir la exposición al riesgo.
Según la entidad, si bien es importante reaccionar con rapidez cuando las circunstancias lo exigen, no hacerlo podría derivar en una «parálisis por el análisis». Ante los riesgos crecientes, la revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento y beneficios, y la dificultad de interpretar la información económica de manera fiable, la entidad considera razonable asumir un menor nivel de riesgo.
Bankinter recalca que mantener altos niveles de exposición, como los que han dado buenos resultados en el pasado, no sería coherente con el deterioro progresivo del contexto económico. Por ello, la entidad ha decidido reducir en 10 puntos porcentuales los niveles de exposición recomendados para cada perfil de riesgo, adaptando su estrategia a la evolución del mercado. La nueva escala de exposición queda establecida de la siguiente manera: 70% para el perfil agresivo, 50% para el dinámico, 40% para el moderado, 25% para el conservador y 20% para el defensivo.
Precaución
Bankinter ha señalado que, aunque la situación económica actual no genera miedo, sí exige precaución. El giro geoestratégico en América ha comenzado a hacer vulnerable el ciclo económico global, afectando las perspectivas de inflación, crecimiento económico y resultados corporativos. En su análisis, el banco destaca que la situación ha empeorado en el primer trimestre de 2025, lo que hace recomendable no subestimar los riesgos, que se están incrementando, incluso si el ajuste aún no se ha materializado en Europa.
El mercado estadounidense, según Bankinter, se adapta más rápidamente a los cambios y suele ser un indicativo anticipado de lo que sucederá globalmente. En este contexto, la prioridad debe ser el control de riesgos, al menos hasta el verano. El banco sugiere realizar un seguimiento exhaustivo y frecuente de las posiciones, reduciendo de manera preventiva y táctica la exposición al riesgo, aunque sin llegar a ser aún una estrategia definitiva.