El año próximo se presenta más positivo para las bolsas, dice Bankinter. Eso sí, en el medio plazo porque en el corto siguen abiertos importantes retos, como el inicio de la normalización de la política monetaria por parte de la Fed, las dudas en torno al crecimiento de los beneficios empresariales, incertidumbres sobre los emergentes o el severo abaratamiento de las materias primas. De cara a 2016, apuesta por renta variable, pero también por una selección de fondos de retorno absoluto y activos inmobiliarios.
“Geográficamente priorizamos, en este orden, la Eurozona, Japón y Estados Unidos. España también, pero una vez se aclare la composición del nuevo Gobierno. Sus niveles objetivo para las bolsas, en su escenario central, son los siguientes: 11.536/11.917 puntos para el Ibex, lo que supone un potencial del 22% al 26%; 3.730/4.056 puntos para el EuroStoxx-50, un potencial de entre el 19% y el 29%; 22.002/23.010 para el Nikkei (potencial de entre el 17% y el 22%); y 2.042/2.345 para el S&P 500 (1%/16% de potencial). Es decir, ven potencial sobre todo en Europa y España, pero también en Japón, y son más cautos en EE.UU. Sectorialmente prefieren consumo, retailers, utilities y concesionarias para invertir en bolsa, negocios “aburridos” y previsibles, pero estables y, normalmente, con rentabilidades por dividendo aceptables y sostenibles. “No es el momento de la creatividad”, dicen.
Tampoco es buena idea tomar decisiones buscando rentabilidad allá donde quiera que ésta se encuentre presionados por el déficit de alternativas. “La ansiedad por la rentabilidad puede desembocar en decisiones forzadas que terminan siendo inadecuadas. A este respecto, no podemos resistir la tentación de mencionar que nuestras carteras modelo de fondos han cumplido también en 2015 su mandato de priorizar la protección del patrimonio al obtener rentabilidades entre el 2% y 13% (cifras aproximadas hasta 14/12/15) en un mercado errático y complejo (vs Ibex -5%, ES-50 +5% y S&P 500 +2%). Los bonos nos parecen caros para el inversor particular, quedando algunas oportunidades singulares que serían sólo adecuadas, por el riesgo asumido, para el inversor institucional. El reciente ajuste que ha tenido lugar en high yield es la mejor prueba de ello”, explican los expertos de Bankinter.
Puntos clave
El banco señala varios aspectos clave: en primer lugar, la Fed, clavepara las economías desarrolladas. “Si la Fed sigue teniendo éxito – además del ya conseguido en su reunión del 16 de diciembre- en convencer sobre su enfoque suave con respecto a las subidas de tipos y acierta con el ritmo y la profundidad que aplicará, todo será más fácil. De lo contrario, el mercado podría replegarse hacia la liquidez. Yellen intenta transmitir tranquilidad al decir que las subidas serán poco intensas y espaciadas en el tiempo, pero en realidad la Fed nunca ha actuado así en el pasado. En los últimos ciclos de subidas de tipos (2004, 1999 y 1994) los movimientos han tenido cierta profundidad (entre +125 puntos básicos y +425 pb) y se han extendido entre 12 y 24 meses. Claro, que puede que “esta vez sea diferente”, pero eso es como confiar en que Yellen que nos engañará un poco para así dejarnos algo más tranquilos. De momento lo ha conseguido”, explican. Hay que tener mucho cuidado con este asunto porque es la clave de bóveda para los próximos trimestres, dicen, y para la preservación del ciclo expansivo. “La Fed no puede permitirse el lujo de equivocarse”.
El segundo factor es el ciclo expansivo y tipos de interés próximos a cero durante cierto tiempo. “Es probable que la Eurozona se reactive más rápidamente de lo que se creía. El BoJ ampliará su programa de estímulos y la economía japonesa ganará tracción, aunque muy lentamente. India conseguirá distanciarse positivamente de la parálisis que continuarán padeciendo los emergentes, cuyos modelos de crecimiento están agotados y exigen cambios estructurales cuyos gobiernos no están dispuestos a adoptar (todavía). Profundizamos en un escenario de tipos de interés extremadamente reducidos -incluso en Estados Unidos a pesar de las subidas de la Fed- que no será transitorio, por lo que la financiación no será un obstáculo para la sostenibilidad del ciclo económico expansivo en que ya nos encontramos”, explican los expertos.
En tercer lugar, las divisas emergentes y/o vinculadas a materias primas continuarán depreciándose. “La grave pérdida de tracción de los emergentes seguirá traduciéndose en una preocupante depreciación de sus divisas. El real brasileño y el rand surafricano son los mejores ejemplos. El dólar podría apreciarse transitoriamente hasta la paridad con el euro por las subidas de la Fed y el yen se depreciará más despacio hacia el rango 145/150, pero esa será su tendencia”.
Además, estamos en un mercado en el que la clave de valor son los tipos, no los beneficios. “Y es una pena que así sea. La mejora de las valoraciones se apoya más en las bajadas de tipos que en la revisión al alza de los beneficios estimados y sería más sano que sucediera al revés. Pero, a pesar de todo, sí… hay que sobreponderar la exposición a bolsas tanto por la mejora progresiva que ofrecerán los beneficios empresariales a medida que avancemos en 2016 (aunque esto no ofrezca aún visibilidad), como por los inusualmente bajos tipos de interés (que se prolongarán durante tiempo… incluso años) y la falta de alternativas rentables para la abundante liquidez. El dinero terminará en las bolsas”, dicen en el banco.
En su opinión, es el momento de continuar construyendo cartera de cara a 2016/17. “El corto plazo es complejo, pero el ciclo seguirá siendo expansivo y las valoraciones indican que las bolsas ofrecen recorrido”. La cita de Walt Disney que incluyen este trimestre debería motivarnos a actuar elevando la perspectiva: “Piensa si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar donde quieres estar mañana”, aseguran.