«Moderación de ritmo, no cambio de dirección. Valoraciones soportadas, pero potenciales modestos. Riesgos al alza. Desacoplamiento.». Estos son algunos de los mensajes clave del informe del Departamento de Análisis de Bankinter para 2025.
Desacoplamiento y pérdida de ritmo
Según la entidad, tiene y tendrá lugar de forma más acusada con el transcurso del tiempo un doble desacoplamiento. El primero, entre Estados Unidos y Europa. A favor del primero, en términos de PIB, inflación y tipos. Pero se manifestará también, por extensión, en la evolución de sus respectivas bolsas, en el mismo sentido. Y con pérdida de ritmo. El segundo, desde una perspectiva global, entre las democracias liberales, por un lado, y las autocracias y dictaduras de distinta índole, por otro. Lamentablemente, una gran parte de las economías emergentes de cierto tamaño integran ya este segundo grupo, por lo que resultan difícilmente invertibles para nuestros clientes. La única excepción positiva es India.
Inflación y tipos de interés no tan benignos como parece
Debido a un crecimiento económico muy débil, la inflación europea se moderará hacia niveles solo ligeramente superiores al 2% de objetivo formal del BCE a lo largo de 2025/26. Por el contrario, con el PIB americano en el entorno del 3% durante los próximos trimestres, sin desempleo y probables bajadas de impuestos en 2025, la inflación americana difícilmente será inferior al 3%. Sin necesidad de reactivar el crecimiento con política monetaria, la Fed improbablemente bajará más allá del rango 3,50%/3,75%. Sin embargo, más vale que el BCE baje tipos rápidamente, porque una inflación menos benigna de lo esperado y la depreciación aún mayor del euro por unos tipos americanos no tan bajos podrían detener sus bajadas de tipos en el rango 2,25% (depósito)/2,40%(crédito).
España, Portugal e Irlanda son la “nueva Alemania”
Alemania ha desaparecido. Al menos, tal y como la conocíamos. Porque no crece desde hace seis trimestres. Y es probable que tampoco crezca en 2025. Y Francia sufre graves problemas de gobernanza (tres gobiernos en dos años) y de cuentas públicas, con un déficit fiscal probablemente en el entorno del 6%/7% en 2025 y una ratio deuda/PIB en el entorno del 110%, pero en franco deterioro. En ese contexto, a pesar de todo, España, Portugal e Irlanda se presentan como lo que podríamos denominar “la nueva Alemania”, capaces de mantener los crecimientos más dinámicos de la UEM.
El punto débil del mercado es el ritmo de avance, pero no las valoraciones
Es decir, su potencial desde los niveles actuales, antes que hipotéticos excesos. Por eso el arranque de 2025 podría ser lento y difícil, sujeto a inseguridades y erraticidad, para desembocar, transcurridos unos meses (¿marzo/abril?), en una fase menos incómoda que volvería a ser moderadamente expansiva. Las valoraciones actualizadas de la entidad indican que la bolsa americana sigue ofreciendo un potencial suficientemente atractivo (ca.+16% desde el 18 de diciembre de 2024) gracias a que la expansión de los resultados corporativos americanos sigue siendo cómodamente superior a la de los europeos (BPA 2025e/26e +13,6%/+12,0% vs +6,8%/+9,0%, respectivamente), con la posibilidad de que acelere algo más.
Sin embargo, Europa carece de potencial de revalorización. Al menos en las circunstancias actuales y después del buen 2024 que ha ofrecido, incluso a pesar de la contracción de sus resultados empresariales (BPA ca.-5,5% vs +9,9% Estados Unidos), del estancamiento económico en Alemania y de las graves dificultades por las que atraviesa Francia, tanto en el frente de gobernanza como presupuestario. Europa debería haber lateralizado en 2024 y no haberlo hecho le pasará factura en 2025, hasta que se reajuste.
Reducción de riesgo
Como pautas genéricas orientativas recomiendan reducir riesgo poco a poco, priorizando compañías de valor en detrimento de crecimiento, concentrando la exposición a tecnología en las más grandes con caja neta positiva y favoreciendo negocios predecibles y estables, como infraestructuras y redes de energía.
Como excepciones singulares proponen algunos bancos americanos, compañías de defensa, así como small caps americanas, aunque en este caso sólo mediante fondos de inversión.
La exposición a bolsa europea de Bankinter se concentra en compañías de dividendo elevado, sostenible y con ingresos recurrentes y estables, como las que selecciona en su Cartera Acciones Dividendo. Y apuestan por un dólar fuerte.