Los resultados de la última encuesta a gestores de fondos de Bank of America arrojan una pizca de optimismo: el sentimiento sigue siendo negativo, pero ya no es «apocalípticamente bajista». El pesimismo sobre el crecimiento ha disminuido tras alcanzar niveles récord en junio. En la encuesta de julio, publicada en el mes de agosto, el 67% de los inversores cree que la economía mundial se debilitará durante el próximo año, frente al 79% del mes pasado. Los participantes de la encuesta también son ligeramente más positivos con respecto a Europa, con un 73% neto que espera que el crecimiento se ralentice, frente al 88% del mes pasado. Esta mejoría se produce a medida que aumentan las esperanzas de que las crisis de inflación y de tipos de interés terminen en los próximos trimestres, tal y como se puede ver a continuación en el gráfico 1.
Sin embargo, el sentimiento inversor sigue siendo sombrío. El porcentaje neto de inversores que piensan que la economía mundial experimentará una recesión en los próximos 12 meses siguió aumentando hasta el 58%, desde el 47% del mes anterior, el más alto desde mayo de 2020. En Europa, las expectativas son todavía más negativas, con un 75% neto de los encuestados esperando una recesión europea en los próximos doce meses y un 46% que cree que la crisis de los precios de la energía provocará una fuerte pérdida de impulso en el crecimiento europeo. Además, el 63% de los encuestados europeos no espera que el ciclo macroeconómico llegue a su fin antes del próximo año, y el 77% cree que es poco probable que China dé un gran impulso al crecimiento mundial.
Una inflación que se reduce en los próximos meses
Los inversores ven que la inflación se desvanece a medida que la destrucción de la demanda se hace sentir en la economía global. El 54% de los inversores considera que la destrucción de la demanda será el principal tema macroeconómico en los próximos meses, mientras que sólo el 19% cree que predominarán las limitaciones de la oferta.
Por otro lado, un 80% neto espera que la inflación disminuya en los próximos doce meses, la proporción más alta desde 2008. No obstante, una pluralidad del 39% de los encuestados sigue considerando que la alta inflación es el mayor riesgo para los mercados, seguido de una recesión mundial (24%) y de unos bancos centrales agresivos (16%, frente al 32% de junio). El 24% de los encuestados espera que el rendimiento de los bonos a 10 años aumente durante el próximo año, lo que supone un mínimo de tres años.
Cautelosamente alcista en la renta variable europea
Se espera que continúe el repunte de la renta variable europea. Así lo creen el 55% de los participantes de la encuesta frente al 43% del mes pasado, y casi la mitad de ellos prevé un aumento de más del 5% para las acciones europeas durante el próximo año. Sin embargo, hay señales de cautela: (a) un 17% neto de los inversores europeos considera que la renta variable europea está sobrevalorada, por encima del 14% del mes pasado y la proporción más alta desde junio de 2020; (b) el 88% de los encuestados ve un retroceso del beneficio por acción en Europa en respuesta a la ralentización del crecimiento y al aumento de las presiones sobre los márgenes; y (c) un 34% neto dice estar infraponderado en renta variable europea en un contexto global, sólo ligeramente mejor que el 35% neto del mes pasado, que marcó la mayor infraponderación desde 2012.
Una clara preferencia por los valores de calidad
La rotación hacia sectores más defensivos del mercado continúa: el 37% de los inversores espera que las acciones cíclicas tengan un rendimiento inferior al de las defensivos tras el reciente repunte (frente al 45% del mes pasado), con un porcentaje creciente del 33% que espera un rendimiento plano, mientras que solo el 17% cree que las acciones cíclicas pueden seguir subiendo.
Asimismo, un 75% neto espera que los valores de alta calidad superen a los de baja calidad en los próximos meses. El optimismo sobre el sector farmacéutico se ha enfriado considerablemente tras las recientes ventas, con un 23% neto que afirma estar sobreponderado en el sector, frente al 41% del mes pasado, aunque sigue siendo el segundo sector más sobreponderado por consenso, por detrás del energético.
Mientras, el interés por los bancos es escaso (un 4% neto dice que está sobreponderado), ya que el 38% de los inversores considera que el sector se ve afectado por la ralentización del crecimiento, el descenso de los rendimientos de los bonos y el aumento de los diferenciales de crédito, y otro 17% considera que los bancos son el sector con más posibilidades de sufrir una recesión. La construcción es ahora el sector menos querido, superando al inmobiliario.