El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que México caería en recesión este año debido a los efectos de la política arancelaria del gobierno de Estados Unidos encabezado por Donald Trump. Así, el organismo revisó su expectativa del PIB para la economía mexicana de un previo de 0,5% positivo a una contracción de 0,3% en este 2025.
El FMI consideró también que la consolidación fiscal para abatir el fuerte déficit alcanzado en 2024, equivalente a 5,9% del PIB del país, el más elevado en 38 años, iba por buen camino, pero no sería suficiente para mejorar el crecimiento de México para este año.
El Banco Mundial se unió a la ola de revisiones a la baja del PIB mexicano al advertir que tendría un crecimiento nulo, es decir de 0%, desde una expectativa previa de 0,8% reportada apenas al inicio del año.
México registra un intercambio comercial anual de casi 700.000 millones de dólares con Estados Unidos y pese a ser su principal socio comercial no se ha salvado de la aplicación de aranceles junto con Canadá, el otro socio comercial en el T-MEC.
En las semanas recientes una serie de anuncios de empresas del sector automotriz han inquietado a los inversionistas: por ejemplo, la japonesa Honda dijo que detendría sus exportaciones desde México a Estados Unidos mientras se aclara el panorama. Por su parte Stellantis advirtió que podría pausar sus inversiones en el país este año.
El sector automotriz llega a representar hasta 7% del PIB mexicano, pero sus efectos multiplicadores incrementan su influencia en la economía local. La revisión a la baja del PIB de México es una mala noticia para una economía que apenas creció ligeramente arriba de 1% el año pasado, y que esperaba un repunte de entre 2% a 3% para este 2025 según las proyecciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (Ministerio de hacienda), que es el brazo financiero del gobierno; es precisamente el optimismo gubernamental lo que preocupa a los inversionistas y analistas que siguen el día a día de la segunda mayor economía de Latinoamérica.
Optimismo oficial, «Plan México» el as bajo la manga
La presidenta Claudia Sheinbaum desestimó las previsiones del FMI, aludiendo a su estrategia diseñada y anunciada hace unas semanas antes de que iniciara la guerra tarifaria de Trump, y que esencialmente consiste en una serie de medidas encaminadas a fortalecer la producción y el consumo nacional, pero sin cifras que permitan conocer el gasto que pudiera ejercerse y sus efectos, eso sí con las puertas abiertas para todo tipo de inversión privada.
Existe una marcada discrepancia entre lo que espera el gobierno y lo que tiene contemplado el hub de analistas nacionales e internacionales que siguen el acontecer de la economía mexicana.
El optimismo oficial no augura buenas cosas para los analistas, quienes consideran que el ajuste económico podría extenderse al año siguiente, por lo tanto no descartan empezar a revisar también a la baja el PIB del país para 2026, al tiempo que varias casas de análisis ya prevén que también podrían colocar en zona de contracción la lectura del PIB para este año, en futuras revisiones.