Los mercados siguen en modo “aversión al riesgo”. Hoy el Ibex sorprendía en España con la pérdida del soporte de los 8.000 puntos tras caer más de un 2% (lo que deja su balance de 2016 en un -17%) mientras otras plazas europeas también cotizaban con bajadas similares. “Los motivos siguen siendo las dudas sobre el crecimiento mundial que plantean el menor crecimiento en China y una posible devaluación adicional de su divisa, la incertidumbre sobre la política de tipos de interés en Estados Unidos y los bajos precios de las materias primas, que han añadido un elemento de riesgo adicional en los balances y cuentas de resultados de las entidades financieras, especialmente de aquellas más expuestas al sector”, explican los expertos del departamento de estrategia de mercados de Banca March, al comentar la elevada volatilidad y la acentuación de las caídas en los últimos días en un reciente informe.
En este tiempo, los inversores han asistido a una caída generalizada de las bolsas mundiales, aunque con un impacto mucho mayor en el sector financiero, al tiempo que los activos considerados como refugio han tenido grandes volúmenes de compra. Y los diferenciales de crédito y las primas de riesgo en la Eurozona han repuntado con fuerza, en línea con una percepción mayor de riesgo sistémico.
Pero algo falla en este comportamiento: desde Banca March insisten en que los indicadores macroeconómicos adelantados no se han deteriorado hasta el punto de mostrar un escenario de recesión a nivel global y además los datos relacionados con el consumo siguen mostrando que este sector sigue suponiendo un fuerte soporte para la economía mundial. “Y eso sin contar que los resultados empresariales están siendo satisfactorios, particularmente en Europa, y especialmente en aquellos sectores donde focalizamos nuestra inversión”, explican.
Por eso su recomendación es “mantener las posiciones mientras dure el escenario de volatilidad, en línea con los perfiles de riesgo y distribución geográfica y sectorial actuales, no recomendando por lo tanto sobreexponer las carteras en busca de posibles correcciones al alza en el corto plazo, tanto en los niveles de exposición global como en posibles compras especulativas en los sectores más castigados”, explican. Es decir, no hay que ceder a la tentación de las ventas en estos momentos difíciles pero tampoco lanzarse a comprar para aprovechar el rebote rápido: “Desde el punto de vista técnico o de sentimiento, los indicadores no nos están dando todavía señales de compra”, añaden los expertos.
Recomendación en bolsa: cautela en los bancos
En renta variable las caídas se recrudecen a pesar de que la publicación de resultados transcurre sin grandes sobresaltos a ambos lados del Atlántico. Es más, si hasta la fecha se han publicado los datos del 60% de las empresas integrantes del S&P 500, con un índice de sorpresas positivas a nivel de BPA superior al 70%, en línea con la media histórica, la publicación está resultando aún más favorable en Europa, impulsada por la debilidad del euro y el menor coste energético. Los resultados de un tercio de las compañías integrantes del EuroStoxx arrojan un índice de sorpresas positivas por encima de la media histórica tanto en ingresos (57,4% vs 48,7%) como en beneficios (59% vs 55,8%).
Y una noticia positiva más: la práctica totalidad de las compañías europeas defensivas por las que Banca March apuesta han presentado, en paralelo a la publicación de resultados, propuestas de mantenimiento o mejora del dividendo con cargo a 2015, “lo que a nuestro juicio revela su fortaleza de balance y mejor posición de partida para enfrentar momentos de crisis como el actual”.
Las caídas se concentran en el sector financiero, en el que March sigue infraponderada “y cuyo descenso es reflejo de la incertidumbre relacionada con la transición del sector hacia una nueva normativa contable, la investigación del BCE sobre activos morosos o la creación de un banco malo en Italia”, explican. Por el contrario muestran un mejor comportamiento sectores como el consumo básico, energía o utilities mientras en EE.UU. las caídas son más uniformes.
Un entorno de aversión al riesgo
En el mercado de deuda pública, el comportamiento durante las últimas sesiones refleja una huida hacia activos refugio, donde la deuda alemana se ha comportado de forma positiva viendo reducir sus tires, mientras que la deuda periférica ampliaba notablemente, donde además de España e Italia (cuyos diferenciales frente a Alemania se acercaban a los 150 puntos básicos), destacaban las ampliaciones de la deuda portuguesa, ante factores como la incertidumbre política, las recientes decisiones adoptadas en relación al rescate de determinadas entidades financieras del país o las próximas revisiones de su rating por parte de las principales agencias de calificación.
En cuanto a la parte de deuda corporativa, durante los últimos días se aprecia un entorno de aversión al riesgo con flujos principalmente vendedores. Han sido las empresas financieras las que más han ampliado recientemente con los diferenciales de la deuda senior subiendo desde niveles de 90 puntos básicos en que cerraban el mes de enero a cerca de 130, mientras que en deuda financiera de mayor riesgo el impacto ha sido aún más acusado, pasando de los 200 puntos aproximadamente que cerraba el mes de enero a los cerca de 300 puntos en que se sitúa actualmente.
Impacto en los bancos del petróleo barato
Según Banca March, dos han sido las razones fundamentales por las que se ha visto afectado el crédito de los bancos: por un lado, las dudas del mercado acerca de la capacidad de las entidades financieras para generar márgenes en un entorno de tipos de interés bajos e incluso negativos, y por otro lado el impacto indirecto que pueda tener en los balances de los bancos la actual situación de los precios de la energía y las materias primas.
“En este sentido, algunas casas globales estiman en base a una serie de hipótesis unas pérdidas potenciales en préstamos al sector energético de 27.000 millones de dólares para los bancos cotizados en Europa (en torno a un 6% de los beneficios antes de impuestos asumiendo un plazo de tres años), lo que no debería suponer un problema importante para la capitalización del sistema bancario. Sin embargo, teniendo en cuenta otro tipo de ramificaciones, como puede ser la financiación a empresas dedicadas a trading de materias primas, la exposición podría superar los 200.000 millones, en cuyo caso podría suponer un riesgo de cola importante para los beneficios de los bancos, aunque es muy prematuro considerar que dicho riesgo podría materializarse de forma significativa en el corto plazo”.
Como parte positiva, dicen los expertos del banco, el mercado parece dudar acerca de la capacidad real de actuación de los bancos centrales tanto en la Eurozona como en Estados Unidos, ante un posible deterioro de las expectativas de crecimiento e inflación, lo que por otro lado otorga cierto margen de sorpresa positiva en relación a la posible adopción de medidas de política monetaria expansiva.