Todos los analistas y expertos coinciden en destacar que la salud del sistema financiero europeo, ahora mismo y frente a la crisis del coronavirus, es radicalmente diferente a cómo era en 2008. Sin embargo, ¿será una víctima de este nuevo shock o parte de la solución?
En opinión de Justin Bisseker, analista de banca europea de Schroders, definitivamente, los bancos europeos entran en esta crisis en mejor estado de salud que al comienzo de la crisis financiera mundial de 2008-2009. “Los bancos tienen fuertes niveles de capitalización, fuertes reservas de liquidez, están viendo ahora una relajación en lugar de un endurecimiento de los requisitos reglamentarios, y son el conducto de apoyo gubernamental para las empresas y los individuos afectados. En nuestra opinión, el riesgo de que los precios de las acciones se desplomen mucho más, con una recapitalización forzosa impuesta a los accionistas, parece bajo
Es cierto que las caídas que las bolsas han experimentado estados dos últimas semanas han golpeado fuertemente a las entidades financieras cotizadas. En opinión de Bisseker, una caída prolongada puede obligar a los bancos más débiles a cancelar los dividendos y, en última instancia, a ampliar capital. “La relajación anunciada de las reservas de capital por parte de los bancos centrales de toda Europa es importante para ganar tiempo, pero es de esperar que en algún momento haya que reconstruir los niveles de capital. Para algunos bancos esto implicaría un deterioro de su capacidad de pagar dividendos y/o un aumento del número de acciones”, destaca.
Débiles o no, algunas gestoras consideran, incluso aconsejan, una buena medida no pagar dividendos. Por ejemplo, desde Fidelity señalaban esta semana: “Animamos a los bancos a no distribuir dividendos hasta el año que viene debido a la extraordinaria gravedad del momento que vivimos”. Según interpreta, Romain Boscher, CIO global de renta variable en Fidelity International, al proporcionar la financiación que requieren los clientes, los bancos, trabajando junto a los gobiernos, tendrán un papel crucial que desempeñar para garantizar que las economías puedan recuperarse.
Parte de la solución
En este sentido, Fidelity International agradece y apoya los llamamientos de algunos reguladores europeos que solicitan que los bancos del viejo continente difieran temporalmente los pagos de dividendos hasta que disminuya la incertidumbre. “Si las perspectivas económicas se deterioran aún más, los aplazamientos pragmáticos crearán un amortiguador de capital adicional para que los bancos absorban los posibles choques financieros y reduzcan el riesgo de aumentos de capital altamente diluyentes. Sabemos que los dividendos juegan un papel inestimable en la economía, especialmente para los ahorradores a largo plazo, y esto no debe subestimarse. Es importante enfatizar que no estamos abogando por la cancelación de dividendos. Como gestores de activos, creemos que un aplazamiento de dividendos es lo mejor para los inversores y nuestros clientes, porque prioriza la estabilidad financiera en tiempos de incertidumbre y garantiza que los bancos están bien capitalizados y puedan ayudar a las personas y las pequeñas empresas como deberían. Por eso recomendaríamos que los bancos europeos actúen sobre esto ahora”, explica Boscher.
Esta es una medida que grandes bancos como Santander ya han anunciado, pero también algunos como Caixabank. La entidad española ha anunciado que va a modificar su política de dividendos y los objetivos de capital, para adaptarse al nuevo entorno y apoyar la recuperación de la economía. “En CaixaBank adoptamos todas las medidas necesarias para seguir estando al lado de nuestros clientes, accionistas, empleados y de la sociedad en general, ante la pandemia del coronavirus. Como banca socialmente responsable, nuestro compromiso nos lleva a buscar las mejores soluciones posibles para poder reactivar juntos la economía”, han subrayado a este respecto Jordi Gual y Gonzalo Gortázar, presidente y consejero delegado de la entidad, respectivamente.
En esta línea, el último informe del equipo del sector financiero de Scope Ratings apunta que los bancos serán parte de la solución a la crisis económica del COVID-19. Marco Troiano, subdirector de instituciones financieras en Scope Ratings, afirma que este sector “será una pieza clave del rompecabezas mientras las autoridades buscan minimizar las pérdidas económicas a largo plazo”.
Desde Scope Ratings argumenta cinco claves que, en su opinión, explican qué ocurrirá con los bancos en la crisis actual:
- Los bancos podrían lanzar profit warnings a causa de la crisis del coronavirus
- La reacción política a la crisis ha sido fuerte en lo que se refiere al sistema financiero, y puede que se fortalezca con el tiempo a medida que la magnitud del daño económico se haga evidente
- El rápido deterioro del entorno operativo se traducirá en menores ingresos por la caída de volúmenes en todas las líneas de negocio
- No esperamos que la crisis aumente las probabilidades de que se tomen medidas regulatorias adicionales sobre la deuda bancaria senior
- Es probable que los reguladores vean las fusiones de entidades como una forma de facilitar la salida del mercado de los actores más débiles
El impacto de la banca
En cuanto a estas perspectivas, en opinión de Bisseker, dependerán de: la duración del período de crisis del Covid-19, y del grado de respuesta de los gobiernos. “El primer punto es, por supuesto, por el momento desconocido. Sin embargo, hemos visto innumerables respuestas de los gobiernos anunciadas en toda Europa: aplazamientos del pago de impuestos, moratorias de la deuda, garantías de crédito, etc., para mitigar los efectos de la crisis. También hemos visto a los bancos centrales recortar los tipos de interés, reduciendo así el coste de los préstamos a corto plazo”, apunta.
Para Bisseker lo que está claro que, aunque la banca sea clave en la futura recuperación económica, sufrirá el impacto de la crisis, pero no todos de la misma manera. “Algunos están mejor posicionados que otros para capear esta crisis y, por eso, la selección de acciones será fundamental a la hora de invertir en el sector. Los riesgos son claramente elevados, pero vemos una baja probabilidad de que se fuerce un rescate al sector”, matiza.
Desde Moody’s afinan algo más en su análisis y apuntan directamente a los sistemas financieros de Bélgica, Dinamarca, Holanda, Francia, Italia y España como los más vulnerables, y por eso ha cambiado sus perspectivas sobre ellos de “estables” a “negativas”.
“Moody’s espera que el entorno operativo de estos sistemas bancarios se deteriore significativamente como resultado de la crisis del coronavirus. La agitación económica y del mercado causada por la pandemia que deprimirá la actividad comercial y aumentará el activo de los bancos riesgo, lo que requerirá provisiones adicionales para pérdidas de préstamos. Como resultado, la rentabilidad disminuirá”, argumenta en su informe de marzo.
El analista de banca europea de Schroders, Bisseker, sostiene que cuanto más larga y profunda sea la crisis y la caída de sus cotizaciones, mayor será el riesgo de que se vean afectados los beneficios y el capital de los bancos. Sin embargo, recuerda: “Una vez que veamos una recuperación, los ingresos por comisiones se recuperarán rápidamente. Los ingresos netos por intereses son más parecidos a las rentas y por lo tanto serán más resistentes a corto plazo. Sin embargo, a largo plazo, los tipos de interés más bajos continuarán erosionando los márgenes”.