En lo que va de año, 2022 ha traído una gran incertidumbre que los inversores deben sopesar a la hora de posicionar sus carteras de renta fija. Con el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania, los inversores buscaron refugio en los títulos de deuda pública, pero conforme el efecto inflacionista derivado del aumento de los precios de la energía fue palpable, la atención del mercado volvió a centrarse en las medidas que tomarán los bancos centrales para hacerla frente. En este contexto, una estrategia de renta fija flexible diseñada para abordar las distintas fases del ciclo de mercado sería equiparable a un pantalón desmontable que cubre las piernas cuando baja la temperatura en las noches de verano, pero que permite ir en bermudas cuando suben. Continuando con nuestra sección de fondos de armario, que se realiza de forma independiente por parte del equipo de Funds Society -utilizando información pública y datos de rentabilidad y riesgo proporcionados por VDOS-, hemos seleccionado la estrategia AXA WF GLOBAL STRATEGIC BONDS.
Durante gran parte del primer trimestre del año, los inversores de renta fija se han tenido que enfrentar a un entorno de mercado de “tormenta perfecta” en el que apenas hubo activos en los que esconderse. En fases como esta, es más importante que nunca centrarse en los objetivos a largo plazo y en cómo construir y gestionar la cartera para ofrecer la mejor oportunidad de alcanzarlos. Así lo expresa Nick Hayes, principal gestor de la estrategia AXA WF Global Strategic Bonds desde su lanzamiento en mayo de 2012.
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