2016 ha sido un gran año para la gestora AXA IM en España. El ejercicio todavía no ha terminado y ya pueden hablar de un crecimiento del 55% en activos bajo gestión: de los 3.114 millones de euros de principios de año han pasado a gestionar, al cierre del mes de septiembre, 4.823 millones en España. En este llamativo crecimiento tiene mucho que ver que AXA IM sea una gestora pionera en las estrategias de duración corta en renta fija, el activo estrella este año y el que promete seguir atrayendo flujos el próximo.
En un encuentro con periodistas financieros, Beatriz Barros de Lis, directora general en España de AXA IM, ha destacado que su objetivo para 2017 es seguir creciendo, “aunque seguir esta tendencia es complicado”, en estrategias de duración corta, high yield, crédito y bonos ligados a la inflación.
Los fondos de duración corta en renta fija americana y europea han sido los que más se han vendido en 2016, seguidos de los de renta fija flexible global. En total, la renta fija ha acaparado en 2016 el 65% de los nuevos flujos en la entidad. Pero es en el high yield americano donde AXA IM se siente más cómoda dado el contexto actual de mercado. “Estamos positivos en high yield americano porque, salvo en el sector energético, se encuentra en un momento dulce, con un nivel de defaults por debajo del 2% y además es un activo que no se va a ver perjudicado por el efecto Trump”, asegura Barros de Lis.
Además del crédito, los bonos ligados a la inflación completan el asset allocation para el próximo año de la gestora, que recuerda que ya en 2015 comenzó a vislumbrarse el atractivo de este producto que ya cristalizó el pasado mes de julio con el lanzamiento del primer fondo de bonos ligados a la inflación de corta duración. En opinión de la directora de AXA IM en España, “hasta ahora no hablábamos de inflación, pero ante las previsibles políticas de estímulo fiscal en EE.UU. nuestro pronóstico es que alcance el 2,4% allí y el 1,2% en la zona euro. Es decir, interesa entrar en este tipo de activos y, si se trata de un inversor particular, en duraciones cortas”.
Nuevo fondo high yield a vencimiento
La apuesta por las duraciones cortas en high yield y el comportamiento del AXA IM Maturity 2020 que ha obtenido una rentabilidad del 2,78% en el año (se lanzó en octubre de 2015) ha llevado a la gestora a lanzar un nuevo producto continuista con éste.
El AXA IM Maturity 2022 es un nuevo fondo a vencimiento basado en la estrategia “buy and monitor”, es decir, está pensado para mantenerlo hasta el final del período de inversión. El objetivo de rentabilidad bruta anualizada es de entre el 4% y el 7% aunque no está garantizada. “Evitamos los bonos especulativos en la cartera, intentando asumir riesgos que podemos analizar y gestionar. La prioridad es evitar los impagos”, explica Barros de Lis.
Entre las consecuencias positivas para el inversor de un fondo a vencimiento, la experta señala dos: “tienes mucha más visibilidad sobre tu inversión y reduces los costes de transacción que son superiores en otros fondos que tienen que gestionar un mayor número de entradas y salidas”.
Lejos de la renta variable por las incertidumbres políticas
El contexto político tanto en EE.UU. con la nueva era Trump como en Europa, con las próximas citas electorales, hace a AXA IM estar negativa en renta variable. En cualquier caso, la negatividad es mayor para la europea que para la americana a pesar de que reconoce que “los precios están altos y habrá que ver en qué se traducen las políticas fiscales de Donald Trump”.
En cuanto al real estate, AXA IM plantea una nueva estrategia que intenta replicar el balance de una amplia cartera de socimis en el fondo AXA WF Global Flexible Property, un fondo total return que invierte tanto en acciones como en deuda de estas compañías. “Es una perspectiva de 360º que buscar obtener las mismas rentabilidades que se obtendrían si fuéramos los propietarios del inmueble”, explica Barros de Lis.
Objetivo: fomentar el ahorro
Beatriz Barros de Lis se muestra optimista sobre la industria de fondos de inversión, a su juicio el “destino natural de los ahorros de los españoles” ante la falta de desarrollo de los fondos de pensiones y una oferta de planes de pensiones “cuyo grado de sofisticación no es comparable con el de los fondos”.
En su opinión el mayor reto de las gestoras, tanto nacionales como internacionales, es la información y la formación del inversor al que “hay que convencer de que debe ahorrar”.