Podría decirse que 2023 ha marcado un punto de inflexión para Japón, según un estudio reciente de The Cerulli Edge-European Monthly Product Trends. A nivel nacional, el crecimiento del PIB ha sido relativamente fuerte y el aumento de la inflación ha señalado un cambio en la suerte económica del país.
En el plano internacional, el hecho de que la inflación japonesa siga por debajo de los niveles observados en el resto del mundo desarrollado y, por tanto, no haya provocado aún la subida de los tipos de interés por parte del Banco de Japón se ha traducido en un yen más débil y una mayor competitividad de precios de las exportaciones, así como en mayores oportunidades para la inversión extranjera.
El mayor énfasis en la mejora de la gobernanza empresarial en Japón está reforzando el creciente atractivo de las acciones del país. El mercado también se ha visto impulsado por la promesa de JPX, propietaria de la Bolsa de Tokio, de apoyar medidas que mejoren el valor para el accionista. El año pasado, la bolsa aplicó normas de cotización más estrictas destinadas a fomentar la inversión extranjera en el mercado de primer nivel, el TSE Prime.
Esta evolución parece reflejarse en los flujos de fondos. Los flujos de fondos de renta variable japonesa en Europa pasaron a ser positivos netos en abril, registrando 500 millones de euros (561 millones de dólares) de dinero nuevo neto entre fondos de inversión y fondos cotizados (ETFs).
En mayo, Japón fue el segundo mejor sector de renta variable para los nuevos flujos netos, por detrás de la renta variable mundial de gran capitalización. Los fondos activos de renta variable japonesa captaron 2.300 millones de euros, mientras que los pasivos se quedaron a la zaga con 400 millones de euros. El sector de la renta variable japonesa registró entradas netas de 4.200 millones de euros en productos de gestión activa en mayo y junio, frente a 900 millones de euros en productos pasivos.
A principios de 2023, hasta 145 gestores de activos expresaron opiniones encontradas sobre el potencial de demanda de los fondos de renta variable de Japón. «Alrededor de una quinta parte de nuestros gestores incluyeron a Japón entre sus tres principales sectores de renta variable para la demanda futura de fondos de inversión activos e indexados (19% y 20% respectivamente); el 29% lo hizo para los ETF», afirma Fabrizio Zumbo, director de investigación de gestión de patrimonios en Europa de Cerulli.
No obstante, los gestores se muestran considerablemente más optimistas respecto a los sectores de renta variable mundial, mercados emergentes mundiales y renta variable china, según el estudio. Como punto de comparación, un tercio (34%) espera que China sea uno de los sectores de renta variable más demandados en el espacio de fondos activos para 2023-2024.
Mientras los fondos de renta variable chinos experimentan salidas netas, la subida de las cotizaciones bursátiles en Japón empezó a atraer la atención de los inversores extranjeros. El Nikkei 225 subió un 27% en el primer semestre de 2023, convirtiéndose en el segundo índice bursátil con mejor comportamiento en el semestre, no muy lejos del Nasdaq.