Tras una larga reflexión sobre las deficiencias del concepto «mercados emergentes» y sobre qué requeriría un descriptor más útil, Alexander Kozhemiakin, director de países emergentes en Standish, parte de BNY Mellon,
considera que la mejor solución es referirse a estos países como Asteriscs (del inglés «assets tied to economies of risky countries», algo que se podría traducir como «activos ligados a economías de países de riesgo»).«Mercados emergentes» es un término pegadizo que ha supuesto un éxito de marketing, explica. Pero, advierte: también ha sido una mala guía para los inversores. “Se trata sobre todo de un término confuso e incoherente. El término describe características del mercado real: un mercado incipiente con baja liquidez. También puede referirse a un país, a una clase de activos de un país emergente. El problema es que el término suele utilizarse simultáneamente de ambas formas. Sin embargo, un país puede tener varios mercados (renta fija y variable, divisas, inmobiliario, etc.) con diferentes características”, advierte el experto.
El concepto de «mercados emergentes» puede ser engañoso, explica. “¿Experimentan los mercados o países alguna transformación para ser emergentes? Las referencias sarcásticas ocasionales a mercados «sumergentes» son comprensibles. Además, el término mercados emergentes puede hacer que nos acomodemos demasiado en otro término complementario: «mercados desarrollados». Desarrollado implica un equilibrio estable, pero ¿pueden los mercados desarrollados involucionar? Las recientes crisis de deuda en varios países desarrollados indican que no se trata solo de una pregunta teórica”.
La descripción de «mercados emergentes» como mercados incipientes no logra ilustrar su característica principal. La baja liquidez no siempre es característica de los mercados emergentes ni es un atributo exclusivo de ellos. Y recientemente ha aparecido una etiqueta diferente («mercados frontera») para describir a mercados emergentes menos líquidos.
Definir el riesgo país de los emergentes
La riqueza de un país es un buen punto de partida para definir a un país emergente. Aúna muchos atributos, ya que la renta nacional per cápita muestra una correlación fuerte aunque no perfecta con otras características de interés para los inversores: estabilidad institucional, estado de derecho, competitividad económica y solvencia crediticia.“Por lo tanto, podemos empezar a pensar en los países emergentes como un grupo de clases de activos afectados por los desarrollos en países no ricos. Visto de esta forma, el atractivo y los riesgos de los mercados emergentes son más claros”, dice.
“El atractivo se basa en la promesa de que las economías de los países emergentes pueden crecer más que aquellas de los países desarrollados. Esta promesa está incorporada en la propia definición de país emergente. Un país no rico comienza con una base menor y tiene más margen para llegar al mismo nivel. Esta definición también nos advierte sobre los principales riesgos de invertir en mercados emergentes: el hecho de que estos países no son ricos es informativo de por sí”.
Pero algunos países ricos que se enfrentan a amenazas geopolíticas, a riesgos políticos que podrían destruir su régimen actual o a serios problemas de deuda podrían seguir siendo clasificados como emergentes. “Necesitamos una definición más completa de país emergente que utilice la presencia del riesgo país relativamente elevado como criterio diferenciador. Independientemente de su origen concreto, los riesgos país tienen una característica en común: el potencial de afectar al rendimiento de todas las clases de activos con fuertes lazos con ese país”. Y por supuesto, reconocer un elevado riesgo país es más fácil tras un evento que antes del mismo.
De cualquier modo, en todos los casos de riesgo país alto hay al menos una de las siguientes características:riqueza del país por debajo del umbral de ingresos altos; amenaza geopolítica; solvencia crediticia mala; régimen político no democrático.
La amenaza geopolítica no necesita explicación, ya que tanto las guerras como otros tipos de conflictos armados representan factores de riesgo importantes. Una mala solvencia crediticia, como por ejemplo en una calificación crediticia de grado especulativo, es un riesgo país porque la mora en la deuda pública es un evento sistémico que socava la confianza del inversor, daña el sistema financiero y aumenta el coste de capital. Por último, las democracias institucionalizan la incertidumbre, ya que los gobiernos electos cambian constantemente. Pero precisamente la flexibilidad de un sistema democrático mitiga el riesgo de mayores disturbios políticos que sí existe en regímenes no democráticos.
En un mundo enamorado de los acrónimos, podemos entonces conceptualizar a los «mercados emergentes» como Asteriscs (activos ligados a economías de países de riesgo). En otras palabras, son clases de activos con un asterisco que debería recordar a los inversores que, además de los riesgos tradicionales que varían por clase de activo, también asumen un elevado riesgo país. Las investigaciones empíricas que subrayan la importancia de los riesgos país apoyan este enfoque, dice el experto.
Pensar en los «mercados emergentes» como Asteriscs ilustra sus dos papeles en una cartera. En primer lugar, al aceptar riesgos país elevados, los «mercados emergentes» pueden aumentar potencialmente sus ingresos. En segundo lugar, los Asteriscs también pueden diversificar los niveles de riesgo país en una cartera. “Esta ventaja puede ser potencialmente significativa, teniendo en cuenta el sesgo doméstico de muchas carteras. Y también alberga el hecho de que algunas economías desarrolladas avanzan en rápido camino de convertirse en Asteriscs”.