Tres son las tendencias tecnológicas que están cambiando la economía de Estados Unidos para los analistas de Pioneer Investments: la automatización de los procesos laborales, la robótica avanzada y la revolución energética. Para la firma, estas tendencias son sólo la punta del iceberg. En la próxima década, los cambios radicales en la sanidad, la educación, la comunicación, el transporte y las energías alternativas -por nombrar unos pocos sectores- van a transformar la economía y el panorama de las inversiones. “Creemos que serán necesarias nuevas formas de research y análisis para interpretar el impacto de estos cambios a nivel macro y micro de la economía”, apuntan.
“En esta era de innovación acelerada, creemos que es necesaria una perspectiva analítica fundamentalmente diferente en lo que respecta a los factores de largo plazo que configuran el panorama económico. Este contexto, junto con el análisis financiero del negocio más tradicional, nos permitirá identificar oportunidades de retorno únicas y descubrir riesgos ocultos en cada mercado”, explican desde Pioneer. Los factores clave son para la gestora:
- Efectos de las nuevas tecnologías en las tendencias de los sectores
- Aparición de nuevos negocios
- Rápida evolución de competidores disruptivos
- La flexibilidad del modelo de negocio; la capacidad de aprovechar una plataforma, responder a las amenazas competitivas, remodelar la oferta de productos y servicios
- Historial de innovación demostrable, es decir, capacidad de entrar en nuevos mercados y lanzar nuevos productos
- La capacidad de atraer y retener el talento innovación
Consecuencias positivas para la economía de Estados Unidos
La economía de Estados Unidos está en plena transición y se mueve rápidamente hacia una tipo de economía basada en el conocimiento que dependerá cada vez menos del trabajo humano para los procesos de fabricación de bienes y en la provisión de muchos servicios. Mike Temple, director de Credit Research y portfolio manager del Pioneer Dynamic Credit Fund, estima que estas tendencias reconfigurarán rápidamente el panorama económico y recuerda que “con cualquier cambio dramático aparece la incertidumbre y algo de miedo. Muchos expertos han destacado el posible inconveniente de estos cambios. Creemos que la aceleración de la innovación creará, en última instancia, más empleos de los que destruye y repercutirá a la larga en áreas de la economía que han sido históricamente menos productivas como la educación o la salud».
Cada transición económica genera deslocalizaciones. Al final, la sociedad acaba adaptándose, pero la transición se vuelve difícil para aquellos que no pueden mantener el ritmo. Esto tiene implicaciones importantes para el panorama de inversión, dice Temple. “Los inversores que utilizan los marcos tradicionales para analizar el mercado, elegir ganadores y perdedores basándose en valoraciones obsoletas o en la evaluación de la política macroeconómica basada en paradigmas históricos irrelevantes, corren el riesgo de centrarse en las cosas equivocadas”.