La cuarta edición del Informe de riqueza y estilo de vida globales, elaborado por Julius Baer, muestra que la tendencia general de los últimos 12 meses es el aumento de precios y el creciente costo de vida para todos los consumidores. El precio promedio del Índice de estilos de vida de Julius Baer ha aumentado en un 6% en dólares y en un 13% en moneda local. En líneas generales, esto se debe a las persistentes tasas altas de inflación y al hecho de que las materias primas, la energía, el combustible y la contratación de personal se han vuelto más costosos. Además, la demanda de los consumidores, reprimida durante la pandemia, se ha incrementado drásticamente.
La clasificación de las ciudades está basada en el Índice de estilo de vida de Julius Baer, que analiza el coste de una cesta de bienes y servicios representativa de lo que es “vivir bien” en 25 ciudades alrededor del mundo. Esto proporciona una panorámica general del coste relativo que tiene mantener un estilo de vida de alto poder adquisitivo en varios centros urbanos importantes.
Resultados regionales
Asia reafirma su dominio como centro de riqueza y estilo de vida, así como motor esencial de la economía global. En conjunto, seis ciudades de ese continente subieron en la clasificación y cuatro bajaron; siete localidades en Europa, el Oriente Medio y África (EMEA, por sus siglas en inglés) descendieron puestos en el ránking y solo una subió (Dubai). En América subieron cuatro ciudades y bajó una. Es el mayor movimiento registrado en los últimos tres años, pero que ha dejado con una de las clasificaciones más equilibradas de las mejores ciudades a nivel mundial en la historia del informe. No solo se trata del resurgimiento de América, sino también de que Europa y América se están disputando el segundo lugar, mientras que Asia, que tiene los tres primeros lugares, sigue a la cabeza.
Por primera vez, Singapur es la ciudad más alta en el ranking del Índice de estilo de vida, seguida por Shanghai, la ciudad líder del año pasado, y Hong Kong en el segundo y tercer lugar respectivamente. Taipei es la otra ciudad asiática que hay en el top ten, en el puesto número 8.
Por otra parte, por primera vez desde los inicios del estudio, EMEA es la región más asequible para vivir bien, ya que las ciudades europeas en particular caen en las clasificaciones. El segundo lugar de Londres del año pasado se convierte en cuarto en 2023 y, sin contar el firme puesto de Mónaco, que sigue en el sexto lugar, la capital británica es la única ciudad europea entre los 10 primeros lugares de la clasificación. Dubai ha subido velozmente al séptimo lugar, lo que contribuyó a relegar a Zúrich al puesto número 14, que ocupaba la ciudad emirato anteriormente.
Precisamente Barcelona, la única ciudad española incluida en el estudio, baja del puesto 16 al 19, es decir, es más asequible, ante el incremento del coste del estilo de vida en Jakarta, Mumbai y Miami, que el año anterior estaban por debajo de la capital catalana. Destaca en la ciudad condal el fuerte aumento de los precios en bienes accesorios, como los bolsos de mano femeninos (+21%); las cenas (+18%), el whisky (+29%) y el vino (+56%).
Sin embargo, donde la ciudad condal sobresale en el coste de vivir bien es en cursar un MBA, donde ocupa la posición número uno (el más caro), al mismo nivel que Londres, París, Dubai o Zurich, que también están clasificadas en el puesto número uno en el coste de un MBA. Joyería, tecnología, relojes, vino y hoteles son otras categorías donde Barcelona también figura entre las ciudades más caras del mundo, no así en propiedad residencial, donde el nivel de precios es merecedor de una nota de 19 para la localidad española en una escala que va del 1 (más caro) al 25 (menos caro).
En América, Nueva York sube del undécimo puesto al quinto y Miami escala 8 lugares hasta el décimo escalón. Mientras que la metrópolis brasilera São Paulo entra en el top diez por primera vez en el puesto número 9. Santiago de Chile, que fue agregada al Índice este año, se une en el lugar número 23. El regreso de los centros urbanos de América del Norte y del Sur resulta en el posicionamiento de América como la segunda región más cara en la que vivir bien.
Índice de estilo de vida de Julius Baer
Los aumentos de precio más grandes se dan en productos de consumo de alta gama y de gran demanda como vino y whisky, además de autos de lujo y de servicio de hostelería. Las suites de hotel, los vuelos en clase ejecutiva y las cenas elegantes han elevado de forma significativa sus precios al aumentar la demanda por viajes y entretenimiento. En general, las variaciones de precios tanto de bienes como de servicios en el Índice muestran el impacto del aumento de los costes de energía, materias primas y contratación de personal. Esto, combinado con la inflación, los cambios de divisa y las continuas perturbaciones de la cadena de suministro significa que cada industria, empresa y consumidor sienten los efectos en su poder adquisitivo.
Christian Gattiker, director de Investigación de Julius Baer, comentó: “Los aumentos de precio de los bienes y servicios de alta gama respaldan la idea de que los consumidores de altos ingresos necesitan obtener una rentabilidad de un dígito alto en dólares en sus inversiones para preservar su riqueza. Estos resultados también apoyan la idea de que las divisas sólidas y, en particular, los activos denominados en dichas monedas (por ejemplo, dólar estadounidense o franco suizo) pueden ayudar a sobrellevar estas tormentas y asegurar un futuro más rico y sano.”
Resultados de la encuesta de estilos de vida
La Encuesta de estilo de vida de este año se ha ampliado para incluir a América del Norte, Singapur y Qatar, y hace preguntas más profundas sobre salud y bienestar, prácticas sustentables y situaciones financieras.
En general, esto muestra que la riqueza no se trata solo de salud financiera, libertad y seguridad sino también de salud física, libertad y seguridad. Al haber pasado por la pandemia, los encuestados mencionaron su salud y la salud de sus familias como una de las mayores prioridades. Se destacó mejorar la nutrición, tomarse el tiempo para recuperarse y relajarse y aumentar el nivel de estado físico.
Estas “mejoras para el futuro” del cuerpo y la mente también se extiende a construir mejores relaciones con la familia y los amigos, prioridad alta en todas las regiones, y a crear un ambiente seguro y eficiente en casa en el que vivir y trabajar, aunque la forma en que esto se manifiesta varía de región a región. Cuidar de la familia y de la salud no significa que todos los individuos con alto valor patrimonial se quieran quedar en casa. Después de varios años de restricciones en lo que podían hacer y en donde podían estar, están listos, al igual que todos los demás, para disfrutar. Esto significa un aumento en la demanda de entretenimiento, hostelería, y en experiencias sociales, lo que está respaldado por el aumento de precios del Índice.
Ahora que las restricciones de viaje ya no son un problema, los individuos de alto valor patrimonial están de nuevo en movimiento. Los viajes tanto por disfrute como por trabajo están aumentando y los encuestados están gastando cada vez más en vuelos.
Otro resultado clave de la Encuesta de estilos de vida de este año es una mayor consideración de asuntos relacionados a la sostenibilidad y los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) al tomar decisiones sobre inversiones, la amplia mayoría de los individuos de alto valor patrimonial de todas las regiones las considera ahora algo importante.
Finalmente, en todas las regiones, al menos un cuarto de las personas encuestadas afirmó haber invertido más durante 2022 que el año anterior. Una proporción significativa también ha gastado más en los últimos 12 meses. Esto indica que ni siquiera las personas más adineradas están a salvo del gran aumento del costo de vida y están desplegando capital recientemente acumulado.